Treinta•

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La mañana siguiente se cernía sobre Yoongi con una pesadez sombría, sin el brillo de un buenos días alegre ni el calor de un beso

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La mañana siguiente se cernía sobre Yoongi con una pesadez sombría, sin el brillo de un buenos días alegre ni el calor de un beso. Con la mente inmersa en un torbellino de preocupaciones, se sumergió en una larga ducha, dejando que el agua caliente intentara disipar los fantasmas que acechaban su mente. Al salir, se enfundó en un gran suéter y unos pantalones anchos, buscando refugio en la comodidad de la tela que envolvía su cuerpo. Sin esperar a Jimin abandonó la suite, encontrándose con Mark, quien le serviría de guía en ese día que ya prometía ser desafiante.

Al abrirse paso hacia el exterior, la cruda realidad de la fama le golpeó de lleno. Flashes cegadores, gritos ensordecedores, un torbellino de cámaras y micrófonos que lo acosaban sin piedad. La multitud, sedienta de escándalo, aguardaba ávida cualquier chispa que avivara el fuego del sensacionalismo.

Yoongi sabía que no había sido la mejor persona, pero ¿Se merecía todo esto?

El también se convirtió en una víctima cuando sus fotos se filtraron y nadie lo apoyo.

Al abrir la puerta del auto, se encontró con la mirada de Mark reflejada en el espejo retrovisor. Sin decir una palabra, se deslizó en el asiento trasero, cerrando la puerta con un suspiro de alivio.

- Llévame a algún lugar donde pueda estar tranquilo, lejos de todo esto. Por favor.

Mientras el auto se pone en marcha, el teléfono de Yoongi comienza a sonar repetidamente, mostrando llamadas entrantes de Jimin. Yoongi ignora las llamadas, manteniendo la mirada fija en el paisaje que se desliza más allá de la ventana. Mark, por su parte, toma el teléfono y responde.

- ¿Qué pasa, Jimin?

Yoongi escucha en silencio mientras Mark habla por teléfono, reconociendo la voz de su novio. Aunque no puede escuchar las palabras exactas, sabe que Jimin está preocupado. Sin embargo, se mantiene en silencio, sumergido en sus propios pensamientos mientras el auto avanza hacia un destino desconocido.

Cuando el auto se detiene en un tranquilo parque al lado del lago. Yoongi baja del vehículo y se aleja unos pasos, buscando desesperadamente un respiro de la tormenta que arde dentro de él. Mark, le observa con preocupación desde el auto mientras Yoongi se adentra en el parque, perdido en sus pensamientos.

Mientras camina entre los árboles y las sombras danzantes, el peso de la situación se hace insoportable. Las lágrimas brotan sin control, rodando por sus mejillas como testigos silenciosos de su dolor. Se detiene junto al lago, el agua quieta reflejando su rostro angustiado mientras lucha por contener los sollozos.

La brisa susurra entre las hojas, como una suave caricia que intenta calmar su alma atribulada. Se aferra a la quietud del lugar, buscando consuelo en la naturaleza que lo rodea. Por un breve instante, el mundo parece detenerse, ofreciéndole un breve respiro en medio de la tormenta emocional hasta que unos brazos lo rodean con tanta delicadeza.

- Mi amor, escúchame. No estás solo en esto. No voy a dejarte enfrentar esto solo.

Los ojos de Yoongi se elevan para encontrarse con los ojos de Jimin, buscando consuelo en su mirada compasiva.

- Pero... ¿cómo puedes soportar todo esto? ¿Cómo puedes seguir aquí conmigo? - dice con voz entre cortada.

- Porque te amo, Yoongi. - acaricia con ternura su mejilla
- Te amo más de lo que puedes imaginar. Y no soporto verte sufrir de esta manera.

Yoongi se aferra aún más a Jimin, sintiendo el latido reconfortante de su corazón contra el suyo.

🩵

De regreso en el hotel, Yoongi y Jimin se refugian en la intimidad de su habitación. Jimin, decidido a disipar la sombra que se cierne sobre Yoongi, lo rodea con amor y ternura.

Juntos, se recuestan en la cama, compartiendo el silencio reconfortante de su presencia mutua. Jimin, con gestos suaves y cálidos, llena el espacio entre ellos con besitos y sonrisas, como pequeños destellos de luz en la oscuridad.

- Nada, absolutamente nada, va a hacer que deje de amarte, Yoongi. Eres mi todo, bebé. - besa la nariz del pálido.

Yoongi, con los ojos aún brillantes por las lágrimas recientes, se sumerge en el abrazo reconfortante de Jimin, dejando que las palabras de amor y seguridad lo envuelvan como un manto protector.

- Te amo, Jiminie.

- Cosita,, todas esas personas estúpidas que hablan no te conocen realmente. Pero yo sí. Yo sé quién eres realmente.

Se acerca a Yoongi, sosteniendo su rostro con delicadeza.

- Eres una persona increíble, Yoongi. Amable y cariñoso con quienes se lo merecen, eres bondadoso. Eres el tipo de persona que cocina para sus empleados, que se ríe de los chistes horrendos de Mark y que llora con cualquier película de romance. Eres el que hace caras tontas para hacer reír a Taemin en video llamada. Ese es el verdadero Min Yoongi y me siento tan afortunado de conocerte. Lo que ellos digan no va cambiar lo que eres mi amor, yo y todos lo que te conocemos por quien realmente eres, no nos importa lo que digan de ti, así que no tengas miedo, Mhh?. - besa sus labios y los abraza. - Tae ha estado preocupado. - ríe. - dijo algo sobre romperme la cara y tomar el primer vuelo a París, luego recordó que su bebé no puede faltar al preescolar porque tiene exámenes.

Una sonrisa tierna se dibuja en los labios de Yoongi, conmovido por las palabras reconfortantes de Jimin.

- Gracias por ser mi hogar Jimin, no importa qué, siempre que estés. - susurra.

El drama anterior solo fue una piedrita

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El drama anterior solo fue una piedrita.
El drama real aún está por venir.

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