Unica parte.

222 31 25
                                    

Había una belleza en lo secreto, había algo mágico muy oculto en aquello que no era visible para los ojos humanos. Era delicioso y terriblemente cruel, porque deseaba saborear esa piel siempre, sin embargo, no podían, no debían y ni siquiera querían pensarlo.

De noche; en un hotel relativamente barato; cada 20 días, ni un día más, ni un día menos. Eran exactos esos días porque era cuando sus padres debían salir de la ciudad a una junta especial de sus trabajos, no regresaban a dormir y por eso podía huir a ese sitio, donde lo esperaba su mejor amigo...

- Ah ~ ah ~ ah ~ -Chillaba Tweek mordiendo la almohada e intentando mantener con sus piernas ya cansadas su trasero lo más arriba posible, porque amaba la sensación.

En aquella cama solo se escuchaban sus gemidos y los de su pareja, un chico de 25 años de cabello negro y ojos verdes que lo conocía perfectamente, que sabía que lo tenía vuelto loco en aquellos momentos.

Craig Tucker, un chico solicitado entre las mujeres, el ganador de ser el chico más guapo de la escuela y tiene la fama de ser un lobo solitario cual rara vez se le ve platicando con amigos y que "nunca" ha tenido pareja.

El mismo moreno que ahora le rompía su culo a Tweek Tweak, un rubio introvertido que era amigo de Stany su pandilla, enemigos jurados de Craig y que, para mayor placer del pelinegro, estos cuidaban a Tweek con locura.

- ¿Te gusta? -Le susurró en el oído al rubio quien solo asentía con la cabeza, no podía ni pensar con claridad. -No te escuché.

Una sonora nalgada se dejo oír con el gemido de excitación del rubio, su mente estaba muy nublada como para intentar decir algo, solo balbuceaba palabras sin sentido, cosa que le dio en ego y le hizo sonreír al pelinegro.

Salió un momento del chico, para poder girar a su amante rubio quedando ambos viéndose, donde en un rápido reflejo Tweek se cubrió con el brazo su rostro por la pena que le daba que lo viera asi de vulnerable, pero movimiento sus caderas buscando nuevamente el placer del acto.

- ¿Aún te da pena? -Le dijo entrando lentamente nuevamente, saboreando esa sensación de poder que tenía con el rubio. - ¿Después de tanto tiempo?

A pesar de odiar al grupo de Craig, ellos eran amigos desde los 8 años, de los pocos que podía contar Tucker (como Donovan y Black) y no le importaba que prefiriera a aquellos estúpidos, hasta que notó las intenciones de todos.

Kyle, Stan, Kenny y hasta el mismo Cartman estaban enamorados de Tweek, lo sabía porque los había oído hablar de él, lo sabía porque principalmente Stan y Kenneth estaban intentando cortejarlo con flores y haciéndose pasar por buenas personas.

El solo sentimiento de que algunos de ellos tocarán a Tweek como lo hacía él le hirvió la sangré y empezó un movimiento rápido, subiendo una pierna de Tweek a su hombro para tener una mayor facilidad de entrar y salir de aquel chico como si nada.

- ¡Ah! ~ ¡ah! ~ ¡ah! ~ - Si antes Tweek intentaba controlar su voz, ahora si ya estaba completamente perdido gritando del placer y agarrándose firmemente de la espalda de Craig, eso le dejaría marcas, pero como nadie lo veía, no le importaba mucho.

- ¡Escu-cuchame! -Gimió Craig agarrando con su mano el cuello de Tweek, ahorcándolo un poco en el proceso y obligándolo a verlo. -Eres mío, solo yo puedo verte así, solo conmigo puedes gemir así ¿quedo claro?

-S-sí. -Apenas pudo pensar Tweek, la sensación era tan placentera, esa sumidad que lograba con el pelinegro le nublaba todo. - ¡Joder sí!

El mayor estaba cerca de venirse, también sabía que Tweek no le faltaba mucho, por lo que siguió reafirmando.

El sol y la luna no salen juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora