CAPÍTULO CATORCE

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"Nadie puede evitar enamorarse. Tal vez uno quiera negarlo, pero es posible que la amistad sea la forma más frecuente de amor."

Stieg Larsson, La chica que pateó el avispero

Y vaya que quise negarlo, con toda mi alma. Porque ella merecía un final feliz.

Federico Techera

¿Estaba absurdamente celoso de Cesar? Sí, absolutamente. Lo negué rotundamente, pero estaba perdidamente enamorado de ella. Creo que desde la primera vez que escuché su voz cuando niños en aquella llamada, y en las siguientes.

Conocía a Lina, desde niños, solo que ella no me recordaba, porque nunca nos vimos en persona. De pequeño, yo solía llamar a mi abuelo, siempre el mismo día de la semana, y ella por algún motivo siempre respondía mi llamada, nos saludábamos y después me pasaba a mi abuelo. Y yo a mis 10 años quedé maravillado con aquella peculiar voz. Con los años la olvidé porque ella dejó de responder, pero cuando la vi aquella tarde en el local, escuché su nombre algo en mi mente hizo click, entonces, supe que era aquella niña, más porque le pregunté a mi abuelo y él lo afirmó.

Sabía que mi comportamiento no había sido el adecuado, pero no podía soportar ver a Lina ser cortejada por alguien más, pero tampoco podía decirle como me sentía, me tomaría por loco, si apenas nos conocíamos, además trabajamos juntos. Así que la culpa era mía, por lo complicado de la situación. Ni siquiera el más complejo de mis personajes sufrió tanto, como yo en esos momentos.

Al día siguiente, decidí llegar un poco tarde, después de que ella abriera. No por irresponsable, sino, porque me la pasé ideando como disculparme por mi comportamiento del día anterior.

Cuando llegué vi que alguien estaba de espaldas, por un momento creí que era Santiago, pero al verlo bien me di cuenta que era alguien más.

―Buenos días―saludé. Pero solo ella me regresó el saludo, la persona que estaba de espaldas se giró y me miró, era César. Me escaneó e hizo un movimiento de cabeza como saludo. Para darles más privacidad me puse a acomodar los libros, que era la zona más alejada del local, pero estaba al pendiente de su conversación.

― ¿Entonces qué dices?

―No puedo, quisiera, pero ya te dije que hoy es mi noche de chicas con Santiago.

―Puedes hacerla cualquier otra noche.

―Lo siento, pero él yo tenemos un pacto, la noche es la noche, sin cambios y menos por un hombre.

―Él entenderá. Tiene a su chico, es más aquí está contigo.

Ella rió fuertemente, nunca la había escuchado reírse así.

―Tienes razón, pero Federico entiende eso. Nunca ha puesto objeción a ello, siempre lo entendió.

―Es porque siempre voy a esas reuniones―dije al fondo.

―Ves―expresó él.

―Pero es noche de chicas. Es algo que no entiendes―respondí.

―Pero...

―Chicas he dicho. Pueden salir cualquier otro día. ¿Qué te parece mañana?

Él me miró como si no creyera mis argumentos, pero accedió.

―Nos vemos mañana. Pasó por ti a tu departamento a las 8.

Lina asintió. Él se despidió con un beso en la mejilla que se miró muy territorial. Cuando salió ella me agradeció.

― ¿Por qué no quieres salir con él?

―No es eso. Es mi noche con Santiago y eso no lo cambio por nada. Eso que le dije es verdad. Esa noche no es negociable. Pregúntale a tu novio.

―No sé por qué cree que es mi novio

―Pues es bien sabido que Santiago es gay, y la gente aquí habla mucho. Y si pasan mucho tiempo juntos, asumen cosas―soltó una respiración― ¿Qué estaban haciendo ese día que se conocieron?

―Me estaba contando acerca de un ligue fallido en grinder. Es una historia bastante chistosa. Me confesó que usó una foto mía para ello.

Ella rió por debajo, por lo que supuse que conocía la historia.

―Pero que te cuento a ti, si debes de saberlo.

Asintió.

―Así te conoció.

―Y estaba algo triste, porque le gustaba, pero solo desapareció. Nunca he entendido eso. Si no te gusta o no quieres saber más de esa persona, solo dilo y ya.

―A veces no están simple. Porque te pones en el lugar de esa persona.

―Y prefieres hacer eso y dejarlo sin respuesta. Eso más cruel que expresar lo que en verdad sientes.

Ella me miró incrédula

― ¿De verdad siempre has sido sincero? ¿Nunca le has mentido a alguien acerca de lo que sientes?

Hice lo mejor que sé hacer. Actuar. Mentir.

―Siempre he sido sincero. Siempre digo como me siento o lo que siento sobre esa persona.

Entonces ella pareció recordar algo. Tragó saliva y se puso hacer otras cosas. Terminé de colocar los libros en los estantes, me puse a acomodar las mesas y sillas. Una vez terminado me senté en la barra. Ella estaba metiendo unas cosas al horno.

― ¿Entonces a qué hora llego para nuestra noche de chicas? ― al terminar mi pregunta ella se pegó y refunfuñó algo.

― ¿Qué? ―reaccionó confundida.

―Sí. Hoy es noche de chicas, y me has invitado hace unos minutos.

―Yo no te invité. Tú te autoinvitaste.

―Cierto, pero me lo debes, te salve de ir a una cita a la cual no querías ir.

―Santiago pasará por mí saliendo. Así que cuando cerremos nos vamos―dijo no muy convencida de ello. 


¡Sorpresa!

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¡Sorpresa!

Capítulo por el día del libro. 

Nos leemos el fin de semana. 

Los TQM

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