cold little heart 𐙚 kookmin.

Gris a azul

—Buen día, Jimin.

Jimin sonrió, abriendo la puerta un poco más—. Buenos días, Jungkook —el alfa entró a la casa, limpiando sus zapatos antes de dejar su bolso en el suelo. Jimin cerró la puerta con lentitud—. Llegaste temprano.

Jungkook asintió—. Mis disculpas, se te hizo tarde ayer y quería asegurarme que no ocurriera lo mismo hoy.

Jimin se sonrojó, bajando la mirada—. Gracias, Jungkook.

—De nada —inclinó su cabeza—. ¿Minsoo aún duerme?

—Sí —Jimin le hizo una seña para que lo siguiera a la cocina—. No fue una buena noche para ninguno de los dos —abrió un gabinete, sacando una taza—. ¿Te gustaría un poco de café?

—Por favor —Jungkook miró las manos de Jimin y después su rostro—. Estás muy cansado.

—Sí —Jimin se había visto en el espejo, era como si pesadas bolsas hubieran crecido debajo de sus ojos por la noche—. Minsoo tuvo pesadillas y cuando por fin consiguió dormir, comenzaron las mías.

Jungkook detuvo a Jimin cuando tomó la leche—. Negro está bien —presionó la taza caliente contra sus labios y dio un largo trago—. No deberías ir hoy a trabajar.

Jimin vertió leche en su propia taza y sonrió con pereza—. Eso quisiera, no pensé que extrañaría tanto a mi hijo —golpeó la cuchara contra el borde de la taza dos veces—. Tengo que trabajar, debo proveer para Minsoo y para mí, valdrá la pena al final —Jimin asintió para sí mismo—. Sé que lo hará.

—Deseas mudarte a Alaska —Jungkook terminó su café, dejando la taza—. Yo nací ahí.

Los ojos de Jimin se iluminaron—. ¿Naciste ahí? ¿En Alaska?

Jungkook asintió una vez—. Sí, en Barrow.

Jimin dio un trago, dejando su taza a un lado de la vacía de Jungkook—. Es muy frío, n-no creo que podamos vivir ahí, quizás en Sitka.

—Mhm, Sitka es lindo —Jungkook se cruzó de brazos—. ¿Por qué Alaska?

El omega se encogió de hombros, agarrando su taza de nuevo—. Siempre quise ir, desde que era más joven. Mi madre fue enviada ahí y me trajo una playera —Jimin mordió su labio para contener una sonrisa—. Las imágenes eran hermosas.

—Los mitad lobo no son muy comunes ahí. Debes ser aceptado por medio del consejo, dentro del territorio.

Jimin se aclaró la garganta—. Lo sé, es algo que me preocupa.

—¿Piensas que no te aceptarán?

El omega se rio con tristeza—. Un omega mitad lobo, enlazado, pero sin pareja, con un hijo... no parece que las cosas estén a mi favor.

—Eso es verdad, pero aun así lo intentarás.

—Lo haré —Jungkook se sirvió otra taza de café—. Si no te aceptan, te ayudaré a entrar.

Jimin casi deja caer su taza, removiéndose hasta invadir un poco el espacio personal del alfa—. ¿Lo harías? ¿Cómo?

El alfa lo miró fijamente, con una mano sosteniendo la taza—. Soy conocido ahí, y también es mi lugar de nacimiento, no te rechazarán.

Jimin dejó su taza y envolvió los brazos alrededor del torso de Jungkook. La temperatura del alfa era extremadamente cálida y probablemente no debía hacer eso, pero parecía haber perdido el control de sus extremidades durante un momento.

Jimin evitaba a los alfas como si fueran la plaga. Cuando alguno le coqueteaba en el supermercado ni siquiera les prestaba atención, algunos creían que era porque ya tenía un alfa, pero eso no le importaba.