VIII

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Taeyong terminó de vestirse, supuso que esa habitación era la de Jaehyun, pero si el era un lobo y su hogar era ahí. ¿Por qué tenía una casa en las afueras del bosque? Tomó algunas joyas de su mochila y las puso en su bolsillo, se giró buscando su gorra. Estaba sobre el tocador, se miró antes de salir para cerciorarse de que su cabello no se notara.

Salió de la habitación un poco inseguro. Las paredes que parecían ser de cemento, estaban decoradas con grandes pinturas con marcos dorados.

Al final del pasillo pudo ver una escalera tapizada con algo como gamuza de un rojo brillante, todo se veía muy rústico. No habían circuitos eléctricos ni bombillos de luz. Al parecer ahí no había llegado la tecnología que existía en el resto del mundo, parecía que el lugar se había quedado estancado en el tiempo.

Llegó al último escalón y vió una enorme mesa circular de madera. Jaehyun estaba sentado frente a un hombre de cabello negro con algunas canas y una tupida barba. El hombre era visiblemente mayor pero estaba muy en forma.

— Bu-buenas tardes — Taeyong hizo una pequeña reverencia.

— ¡Buenas tardes! Toma asiento muchacho.

El hombre se paró y se acercó a Taeyong palmeando su espalda y dirigiéndolo hacia la mesa para que se sentara. El tipo era enorme y parecía aterrador, pero su carácter era totalmente distinto.

En la mesa había todo tipo de carnes acompañadas con salsas que Taeyong nunca había visto en su vida.
Pero tenía hambre y quejarse no era una opción.

— ¡Come lo que desees, muchacho! ¡Los Jeong somos muy buenos cocineros! — Dijo el hombre con una gran sonrisa. Taeyong miró a Jaehyun quien levantó la mirada de la pierna de pollo que estaba comiendo para darle una sonrisa. El ojiazul miró los platos servidos y escogió unos cuantos cortes de carne.

Padre e hijo se quedaron sorprendidos al verlo llevar los trozos de carne a la boca y comer como si no lo hubiera hecho en días. Era delgado pero comía como si pesara 80 kilos.

— ¿Y qué te trae por aquí, Taeyong? — El hombre limpió boca y su barba con una servilleta.

— Ehh... Yo solo... — Jaehyun pudo notar que Taeyong estaba en aprietos pues no sabía que responder, decidio ir al rescate.

— Estamos de paso papá, tomaremos el tren mañana en la mañana.

— Ah ya veo... ¿Y a dónde irán?

Ni Taeyong ni Jaehyun pudieron oír la pregunta ya que esta fue opacada por el ruido del impacto de la que puerta que se abrió de par en par y un muchacho un poco más alto que Jaehyun pero igual de apuesto que él ingresó a la casa. Miró a Jaehyun e hizo una mueca de fastidio.

— ¿Que está haciendo este aquí?

— Jungwoo... — El hombre prosiguió con su comida como si esta escena fuera muy recurrente.

Taeyong quién pensó que lo decía por él dirigió su mirada asustado a Jaehyun quien llevó su cabeza hacia atrás mirando al techo y cerrando los ojos para luego girar hacia el chico que había ingresado.

— Hola hermanito — Le mostró una sonrisa que mas parecía burlona— Me extrañaste? — Dijo subiendo y bajando sus cejas para después volver a fijar su vista en su plato.

— No me llames así! — El muchacho jaló una de las sillas lo más alejado posible de Jaehyun — Y este quién es? — Dijo dejándose caer en la silla señalando a Taeyong con un tenedor para luego empezar a servirse comida.

— ¡Jungwoo! — El hombre dijo con una voz grave como advirtiéndole que se callara. El hombre no podía entender por qué su hijo menor era así
algunas veces.

Guardian Of Your Heart [Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora