La rosa de Panem, el apodo lo decía todo y a la vez nada, en realidad la vida de la joven era más compleja que el nombre que le dieron.
Pero no había más que decir, no para gente tan banal como los del capitolio; Katrina trataba de no culparlos, esa...
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Tan luego el tren se detuvo y los gritos comenzaron a escucharse más fuerte.
La puerta del tren se abrió y la castaña se asomó dudosa hasta que Effie la llamó para que se acercara.
Cuando la luz le pegó en la cara se vio obligada a parpadear, gran cantidad de gente del Distrito se encontraba frente a ella gritando porque por fin tenían de regreso a su campeona.
― A mí no me recibieron tan felices ― le susurro Haymitch sacándole una sonrisa sincera, la primera desde que salió de la arena.
Todo el mundo seguía coreando su nombre sacándole sonrisas y haciendo que ella saltara divertida, hasta que vio en la parte de atrás a Katniss, a Prim y a Gale.
Effie le sonrió y la guió al carro que venía para llevarla a su nueva casa.
― Lo bueno es que seremos vecinos ― le dijo la castaña a Haymitch al ver lo grande que era su nueva casa.
― Aunque supongo que me sentiré más cómoda cuando mis hermanas se muden ― ambos adultos se miraron sin saber cómo decirle ― ¿Qué? ― preguntó la pecosa.
― Es que, al no ser tu familia de sangre... ellas no podrán vivir contigo ― Katrina se quedó muda, ella esperaba que al volver podría hacer que su familia dejara de preocuparse por la comida, que volvería a vivir con sus hermanas.
― ¿Y podré ayudarlas? ¿O podrán al menos venir de visita? ― Effie asintió ― Si, puedes invitarlas a comer de vez en cuando, pero no puedes dar mucha ayuda monetaria es contra las reglas ― indignación, esa era la palabra correcta para describir lo que sentía Katrina.
Cuando entró a la casa se asombró de cómo lucía todo.
― Viena me ayudó a ver la decoración basándose en tu estilo ― dijo Effie soltando un chillido de felicidad al final provocando que Katrina se tapara los oídos.
― Ella llegará con tu nuevo guardarropa en unos días ― la castaña asintió mientras seguía observando todo, lo único en lo que pensaba era en colocar más plantas.
― Puedes cambiar lo que quieras ― la mujer estaba más emocionada que la misma Katrina.
― ¿Por qué la parte de la entrada es tan lúgubre? ― pregunto cuando estaba acompañando a Effie a la entrada, pues la mujer dijo que ella ya tenía que irse.
― Refleja nuestro estado de ánimo ― bromeo Haymitch mientras caminaba hacia su casa, pero antes de que cerrara la puerta vio a Katrina mirar las múltiples viviendas que había en la aldea, todas ellas vacías.
La castaña caminó apurada hasta su antigua casa y vio a Katniss en la puerta junto a Prim, sin más corrió a abrazarlas estas la hicieron entrar a su casa donde la llenaron de preguntas.
― Y ese chico con el que se te vio en pantalla, ¿era todo verdad? ― la sonrisa de la castaña se volvió nostálgica ante la pregunta de Prim ― Si, nos conocimos durante los entrenamientos... lamentablemente solo uno puede salir vivo de la arena ― de la nada Katrina se puso de pie.
