CAPÍTULO 31

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Peeta dejó que su mentora se fuera, parecía necesitar un momento a solas y de alguna forma había algo que tenía que hablar con Katniss y que no quería que Katrina escuchara.

Ambos jóvenes se miraron preocupados.

—Trina tiene razón, ¿Qué haremos si dudo al disparar?— preguntó preocupada —Ella estará ahí para eso, Katniss, sé que lo has notado, pero Katrina ganó sus juegos de una forma muy diferente a nosotros y en este tiempo la he llegado a conocer lo suficiente para saber que ella no dudará en matar a alguien con tal de mantenerte a salvo— le aseguró el rubio.

—Y a ti— señaló Katniss sacándole una sonrisa a Peeta, tenían una gran mentora —Katrina te tiene cariño y no dejará de mueras en la arena, lo sé y yo tampoco dejaré que eso pase— aseguró la castaña segura de sus palabras, pero Peeta también sabía que Katrina haría todo para mantener vivo a Finnick aun si eso le costaba la vida a ella.

El viento soplaba provocando que su piel se erizara.

—Así que quiere a Mags, pero no a mi, en verdad le caigo mal a tu hermana— rió el rubio —Si lo dices así de complacido haces que parezca mutuo— le aseguró la castaña sintiéndose acogida entre los brazos de su pareja.

—Me pregunto qué dirá si se entera de nosotros— Katrina río por la forma en la que lo decía —Ese gusto tuyo por molestar a Katniss— Finnick tenía un gusto por hacer enfadar a su hermana.

—Sabes que estaremos a salvo hasta entrar a la arena ¿verdad?— el rubio la presionó más contra su cuerpo dejando un beso en su cabeza —Finnick— insistió la castaña.

—No estamos a salvo, no quiero perderte— le susurro —Lo sé, pero esas ojeras no lucen bien en ese bello rostro— una sonrisa apareció en el rostro del rubio —Mags te fue con el chisme— aseguró.

—Tienes que dormir, Finnick, porque no dormiremos bien mientras estemos en esa arena— el rubio sabía que su novia tenía razón, pero eso no hacía que fuera más sencillo para él no tener pesadillas que siempre acababan con ella muerta.

—¿Y tu si duermes bien?— ninguno de los dos dormía bien sin el otro —No, es hipócrita de mi parte decirte que tienes que dormir bien— ambos rieron hasta que escucharon los pasos de personas acercándose a ellos.

Las reuniones para acordar cómo sacarían a todos de la arena y del capitolio eran más tediosas de lo que parecían.

—Bien, pero qué haremos si algo sale mal— insistió Beetee en busca de un plan B —Y ahí va de nuevo— renegó Johana.

—Calmados, niños, yo me encargo de sacar a los que estemos aquí, pero eso será luego de asegurar que pasaron a recoger al Sinsajo y a los demás de la arena— habló la señora Highbottom —Pero ¿Quién la ayudará a usted? no parece que tenga la energía para llevar a cabo eso sola— señaló Johana ganándose una mala mirada de la mujer.

GAME OVER - FINNICK ODAIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora