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Después de su experiencia en una extraña dimensión, los cinco llegaron a un selva tropical

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Después de su experiencia en una extraña dimensión, los cinco llegaron a un selva tropical. Gwyn tenía la certeza de que estaban en su país, ya que solo ella y Kai parecían estar familiarizados con las frutas y plantas que crecían ahí.

—¿Por qué los trajiste con nosotros? —le reclamó Kai una vez se alejaron de los demás para recolectar comida.

—Hice un trato, no podía dejarlos atrás.

—Lo hiciste para protegerme, ¿verdad?¿En serio crees que soy tan débil?

—No, solo no tienes experiencia en combate. Necesitaba mantenerte a salvo para poder escapar —confesó—. Puedes molestarte todo lo que quieras cuando regresemos a casa. Tuve mucho miedo, ¿de acuerdo? —añadió abrazándolo.

—Yo también —aceptó Kai.

—Oigan, perdón por molestar, pero ¿qué hacemos aquí? —preguntó Isak por todos los demás.

Gwyn les explicó que su plan de escape tuvo algunos problemas y por el momento estaban perdidos en la selva, pero la buena noticia era que estaban en otra dimensión. Eso era bueno para ellos, que buscaban cualquier lugar lejos de aquel tirano emperador. Logan, Isak y Amity accedieron a colaborar con Gwyn y Kai para sobrevivir en la selva buscando la salida.

Amity les ayudaba con el suministro de agua, Logan los defendería contra los animales salvajes. Mientras que Isak le reveló a Gwyn un secreto sobre su telepatía.

Isak era un descendiente de dragones, igual que Gwyn. Su ancestro era el dragón zafiro. El peliblanco también tenía una historia interesante sobre una de las predecesoras de Gwyn, exactamente su abuela Xue, quien había conquistado el corazón de un vampiro sin saberlo e iniciado una guerra indirectamente por culpa de ese amor no correspondido. En otra parte de la historia, el vampiro que la amaba no solo rescató a su esposo y los liberó de un país en ruinas, también fue una de las causas de la guerra entre los humanos. Y es que el mago de humo que cuidaba de él, encendió la llama del conflicto buscando eliminar al único obstáculo que su amo tenía para conseguir a quien amaba, fue así como los magos de humo provocaron la guerra por la que su maestro fue maldecido y se dedicaron a tratar de redimirse.

—¿Y por qué me cuentas esto?

—¿De qué sirve un secreto si nadie lo sabe? —respondió Isak, tan ambiguo como antes—. Y creí que querrías conocer la razón por la que Dekan te odia tanto. Robaste algo que era precioso para su maestro.

—¿Conoces a ese mago loco?

—Solo a través de tus recuerdos, a veces suelo tener visiones con la vida de otros descendientes de dragones. Supongo que tiene que ver con mi ancestro, pero no estoy seguro.

—¿Tienes otros poderes además de controlar el hielo?

—Algunos otros igual que tú supongo, visiones y premonición.

—Yo solo tengo control de fuego y... —se detuvo antes de equivocarse—, tierra —mintió.

—¿Tu padre es un elemental? Mi madre no tenía poderes, así que no heredé otros dones —contó, pero decidió desviar el tema cuando observó que Gwyn no quería hablarle sobre su familia—. ¿Tus ojos también cambian de color cuándo usas las habilidades del dragón? —preguntó curioso.

—Sí.

—Los míos igual, aunque el cambio es ligero...—le contó queriendo hablar más con ella.

Mientras ambos conversaban Amity los observaba con curiosidad. Isak era como un hermano para ella y lo conocía bien. Él rara vez se relacionaba con otros, pero desde que conoció a Gwyn se acercó a ella sin dudar. Recordando su pasado y cuando fueron atrapados por el emperador, ella y Isak solo podían confiar el uno en el otro. Amity creía que nunca vivirían normalmente incluso si terminaban el juego en el coliseo, pero viéndolos a ellos ahí, le daba cierta esperanza y calidez que nunca antes había experimentado. Lamentablemente cuando Kai llegó para llevarse a Gwyn, algo en ella cambió, su percepción de esperanza y perfección al ver a Isak feliz, estaba siéndole robada por ese extraño.

Gwyn y Kai eran los mejores amigos prácticamente desde que tenían memoria. No había nada que no supieran el uno del otro, aunque Kai seguía ocultando sus heridas de Gwyn. Al igual que el hecho de que transfería cualquier herida grave, que ella tenía a su propio cuerpo para curarla.

—¿Tu mano ya está bien? —preguntó Gwyn mientras ambos estaban sentados cerca a la fogata, sostuvo la mano de Kai quitándole la venda.

—Sí, te lo dije ¿no? Ni siquiera me quedó cicatriz —sonrió satisfecho.

—Idiota, solo no te lastimes —pidió entregándole un pescado asado para que pudiera comer—. Yo no tengo tanta hambre.

—Tu mirada danza cuando mientes, no seas tan quisquillosa —pidió dándole una mordida al pescado—. ¿Logan no lo limpió? ¡Cómo se le ocurre cocinarlo con todo y escamas! —se quejó.

—¿Decías?

—Bueno, de todos modos ya sabía que no comerías el pescado, encontré mango podemos compartir —le ofreció para cortar la fruta por la mitad.

—¿Crees que Jay estará muy molesto si llegamos antes de las cinco de mañana? —preguntó recordando la promesa con su hermano.

—No solo él, nuestros padres nos castigarán al menos por tres meses —respondió Kai, sin dudas de que volverían con sus familias.

—Será muy aburrido, no podremos jugar videojuegos juntos por un tiempo —suspiró Gwyn.

—Oye eres la mejor hacker, sé que encontrarás una manera y sino me escabulliré a tu casa con la consola —prometió Kai haciéndola sonreír.

Gwyn apoyo su cabeza en el hombro de su amigo y susurró —Gracias por estar aquí.

—No me gustaría estar en otro lugar, saldremos de está juntos, como siempre —le aseguró dándole la confianza que necesitaba.

Gwyn se quedó dormida al lado de Kai, pero al despertar solo encontró su chaqueta amarilla abrigándola y escuchó murmullos extraños provenir de los árboles.

—Encontré ayuda, pero ¿qué haremos si él no aparece? —le escuchó decir a Logan, detrás de un árbol mientras hablaba con los demás.

—¿Dónde está Kai? —preguntó Gwyn con un mal presentimiento.

Continuará...

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Lilac FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora