🔮7🔮

103 68 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes de que Kai desapareciera, ambos se quedaron juntos en la fogata, aunque Gwyn se quedó dormida primero y Kai tuvo que mantener la guardia solo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Antes de que Kai desapareciera, ambos se quedaron juntos en la fogata, aunque Gwyn se quedó dormida primero y Kai tuvo que mantener la guardia solo. Por la mañana, Isak se acercó a él y le extendió una manta, ya que Kai cedió su campera para cubrirla.

—Debo admitir que estoy algo celoso de su relación —confesó Isak, observando como Gwyn estaba recostada en el hombro de Kai.

—¿Relación? —preguntó Kai, entre nervioso y confundido.

—Sí, ustedes son novios ¿no? Lo noté por sus miradas.

—¿A qué te refieres?

—Se complementan muy bien. Se preocupan y cuidan entre ustedes. Ella no duda cuando se trata de ti, pero siempre está en guardia con nosotros. Eres afortunado —mencionó sin esperar una respuesta, sonrió para alejarse.

—No es mi novia —susurró Kai en voz baja, sus instintos dieron un brinco cuando Isak volteó y se arrepintió al instante de sus palabras.

—¿Qué dices? —preguntó pretendiendo no haberlo oído.

—Gracias por la manta —se corrigió y rodeó con un brazo los hombros de Gwyn para atraerla hacia él.

Kai pensó que aunque no fuera cierto, no era necesario aclarárselo a un extraño. Una vez que regresarán podría pensar correctamente y quizá sabría la razón por la que sus manos siempre cosquillaban cuando la tocaba o porqué le gustaba tanto su sonrisa y no podía evitar seguirla en cada locura.

Después de aquello, Kai llevó a Gwyn en brazos y la dejó descansar sobre una cama improvisada de hojas, mientras él salió a recolectar fruta. Más tarde, cuando Gwyn despertó y se enteró de su desaparición todo se salió de control.

—Encontré una estación de clima. Ya les pedí ayuda, pero ¿qué haremos si él no aparece? —los escuchó murmurar.

—¿Dónde está Kai? —preguntó, pero ellos solo la observaron con preocupación—. Díganme dónde está —exigió y usó sus poderes creando varias estacas de madera.

Gwyn no se contuvo y los estampó a los tres a la vez contra los árboles, inmovilizando sus manos y pies. Amity fue la primera en intentar combatir contra ella, pero Gwyn superó sus poderes de agua rodeándola con llamas lila y distorsionando la composición del árbol para que este la absorbiera dejando solo su cara visible. Hizo lo mismo con Isak y Logan dejándolos atónitos.

Se suponía que ella fingía ser una elemental de tierra, pero al usar madera revelaba su verdadera fuerza y aunque no era lo más sabio. Gwyn no se detendría hasta encontrarlo.

—Se los preguntaré una vez más ¿Dónde está Kai? —los interrogó y por cada segundo que demoraban, los amenazó con comprimir más sus cuerpos dentro de los árboles.

—No lo sabemos, salió al amanecer y no ha vuelto.

—Creímos que se perdió en el camino.

—Logan y Amity fueron a buscarlo, pero no encontraron rastros de él —le aseguró Isak.

—Mientes, ¿qué le hicieron?

—Nada te lo juro, Kai salió a buscar esa extraña fruta para ti —añadió el peliblanco intentando razonar con Gwyn, aunque era claro que no confiaba en ellos y aún peor estaba harta de poner a Kai en peligro por sus malas decisiones.

—Hablaron de ayuda, ¿con quiénes contactaron? —preguntó dándoles una oportunidad.

—Son unos científicos, estaban estudiando este lugar, su campamento está cerca. Los encontramos cuando buscábamos a Kai —le contó Logan.

—Llévame con ellos —ordenó liberando solo a Logan y atando sus manos, para evitar inconvenientes también enterró sus armas.

—Puedes controlar el fuego y la materia, ¡qué chica! —exclamó interesado por la demostración de sus poderes.

—Haz lo que te digo y trataré de no rostizarte —advirtió para que la obedeciera.

—Tranquila Kai también es mi amigo —aseguró guiándola por la selva.

Mientras tanto Isak logró liberarse por su cuenta gracias a su poder de hielo, congeló el árbol y luego se le hizo fácil quebrarlo. Ayudó a Amity y ambos decidieron seguir a Gwyn, aunque ella los había atacado, entendían porque lo hizo y sabían que en su lugar actuarían igual. Gwyn necesitaría apoyo y no la dejarían sola, después de todo, ella les había salvado la vida y le debían un favor.

Al llegar Gwyn encontró un viejo conocido. Dekan había destruido gran parte del campamento de los científicos y los tenía atados a los árboles, entre ellos Kai estaba inconsciente.
Sin pensarlo ella corrió hasta él, pero fue rápidamente detenida por Dekan, que no la dejaría acercarse sin antes obtener lo que buscaba.

—No tan rápido chica dragón, sabía que lograrías volver, pero si quieres a tu amigo de vuelta dame la clave de la caja fuerte de tu casa y no intentes ningún truco o no garantizo su seguridad —le advirtió.

—¿Crees qué confiaré en ti después de la última vez?

—No tienes otra opción. Él tomó tus heridas y lo vencí fácilmente —se burló de Kai, al mismo tiempo que le reveló su secreto a Gwyn.

—¿Por qué buscas la clave?

—Quiero los tesoros del dragón amatista,  tu familia parece guardarlos allí.

—¿Gwyn? —llamó Kai despertando.

—La clave es cero, uno, cero, cuatro. Ahora déjalo ir.

—Por supuesto, ve por él. Ya quiero ver la expresión de tu familia cuando sepan que los traicionaste por un muchacho —se rió, desapareciendo.

Gwyn no le dio importancia y fue hacia Kai para atender sus heridas. Él intentó detenerla porque conocía de la fobia que Gwyn sufría, pero ella no dejó de cuidarlo.

—Tu sangre es mi sangre, no temo a mis propias heridas —le aseguró vendándolo.

Ahora que Gwyn sabía sobre su verdadero poder y lo que él estuvo haciendo para protegerla. Ella haría lo posible por superar sus propios miedos y no dejar que Kai volviera a usar esa terrible habilidad.

Mientras tanto los demás llegaron para ayudarla y salvar a los científicos atrapados por Dekan. Gwyn se disculpó con ellos, pero ninguno estaba realmente molesto por lo que había sucedido. Al final, consiguieron la ayuda que necesitaban para llegar a la ciudad, pero un extraño aviso los inquietó.

La nota decía: «Apresúrate a llegar o te perderás del espectáculo».

Continuará...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lilac FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora