Capítulo 16

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-Y yo a ti, lo siento por no haber podido ir a tu casa..

-No pasa nada, nunca es tarde.  ¿Te quedas a la fiesta, no?

-No puedo, estoy castiga.. Y por lo visto, se necesita invitación y yo no tengo.

-Pero yo si tengo invitaciones para ti, y de tu castigo ya me encargo yo. 

Y sin esperar se fue directamente a hablar con Cateline ante mi atenta mirada. Hasta que finalmente él vino cabizbajo y ahí supuse la respuesta. Y claramente era un no rotundo.

-Lo siento. 

-No pasa nada.. Me lo esperaba.

-¡Lo siento porque vas a tener que aguantar la fiesta toda la noche porque te quedas con nosotros!

-¡¿QUÉ?!

-Pues eso, que la he convencido, te quedas conmigo. - Me abrazo y me beso profundamente. 

Alguien carraspeo a nuestras espaldas.- Brad, no hagas que me arrepiente de mi decisión. 

-Jajajaja, lo siento Cateline, no sabía que aún seguían aquí. 

-Así es y.. ¿Entonces ustedes están juntos?

-Sí, así es, me enamore de su sonrisa en cuanto la vi y supe que sería para mi.

-Bueno chicos, me alegro mucho, y cuidado esta noche. Y Maite en cuanto tu hermano se vuelva por favor vuelve con él, no amplíes tu castigo. 

-No, tranquila, en cuanto James se vaya me voy con él.

-¡Buenas noches a todos chicos!- Dijo Cateline mientras por fin se iba con Sophie a casa. 

Todos nos dirigimos hacía la furgoneta para ir a la fiesta. Observe a mi alrededor y ni rastro de las barbies, seguramente ya estaban yendo hacía la fiesta. Sólo esperaba que no me arruinaran la noche. 

Cuando estábamos ya de camino de repente Brad mando parar la furgoneta. Estaba ante una casa grande y bonita. 

-Maite y yo bajamos un segundo, ahora vamos nosotros.

¿Qué? ¿Qué clase de broma era esta y a donde me llevaba?

-Brad, no tardéis porque como se enteren mis padres de que no esta conmigo nos la vamos a cargar los dos. 

-Tranquilo James, en media hora estamos allí. 

James tenía que salir del coche para que yo pudiera hacerlo y vi claramente en su cara como no estaba nada de acuerdo con lo que estaba haciendo. 

-Tranquilo, todo estará bien..

-Eso espero.- Y se montó en el coche sin cambiar su cara. 

Una vez la furgoneta ya se había ido, nosotros estábamos a punto de entrar en la casa.

-Brad ¿Se puede saber dónde estamos?

-En mi casa. 

Se me hizo un nudo en la garganta. Claramente sabía que es lo que intentaba.

-Tranquila, no es lo que parece, sólo quería estar contigo un rato a solas ya que si estas castigada sólo voy a verte los días de clase y para mi eso no es suficiente. - Me fue imposible no ponerme colorada y para que no lo notará le di rápidamente un abrazo. 

-Gracias.

-¿Por qué?

-No sé, por ser tan especial conmigo..

-Te lo mereces. ¿Te apetece algo para beber o lo que quieras?

-No, ahora mismo sólo me apeteces tú. 

Brad que estaba apunto de coger un cerveza para él, se giro bruscamente con una sonrisa en la cara y vino hacía mi. Me agarro de la cintura y me atrajo hacía él. 

-Que poco vergonzosa eres cuando quieres.

-Oye, tan sólo intentaba ser amable.

-¿Amable? ¿O con ganas de besarme?

-Quedémonos con lo segundo.

A los minutos ya nos encontrábamos en el sofá tumbados, uno encima del otro, besándonos como si mañana se fuera a acabar el mundo. 

-¿Subimos arriba?

-Lo que tú quieras.

Nos levantamos del sofá y antes de llegar a las escaleras me cogió en brazos y me subió hasta su habitación. Me tumbo en la cama y comenzó a recorrer todo mi cuerpo con caricias y besos hasta llegar al cuello y finalmente a mis labios. Yo enredaba mis dedos entre su pelo mientras cada beso era más excitante que el anterior. Pero de repente algo nos interrumpió. El teléfono de Brad.

-¡Hola Kim!

¿Qué? ¿Kim, la barbie? ¿Que hacía llamando a Brad? Lamentablemente no podía oír el otro lado de la línea. 

-Vale, ahora en un rato estoy allí, no te preocupes, se me había olvidado completamente. Hasta ahora. Un beso.

¿Un beso? ¿Hasta ahora? 

-Nos tenemos que ir, vamos.

-Pero.. ¿Qué pasa? ¿Quién es Kim?

-La de mi clase de historia, que me trajo ayer los deberes a casa. Es que como me hizo el favor pues me ofrecí a darles invitaciones para la fiesta ya que tenían muchas ganas de ir y sin mi no pueden entrar. 

-Ah, vamos entonces..

-Lo siento cariño, otro día prometo que no nos molestará nadie. 

Llamó a un taxi y nos sentamos fuera de su casa a esperar a que llegará.

-Ahora cuando lleguemos te las presento, son muy simpáticas. 

-¿A quienes?

-A Kim y a sus amigas, bueno hay una chica que no ha podido venir, pero seguro que te caen genial, además, necesitas amigas, de momento sólo nos conoces a nosotros. 

-No hace falta, con vosotros me basta.

-Jajaja ya sé que somos lo mejor que podrías haber conocido, pero nunca esta de más conocer gente nueva. ¿No?

-No.

No sabía donde esconderme, si hacerme la enferma e irme a casa. Sólo quería que la tierra me tragase. 

Todo estará bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora