A la mañana siguiente, cuando el sol aún no salía y yo me preparaba un té de jazmín, escuché los distinguibles pasos de Alastor cruzar por el lobby. Como siempre, caminaba confiado, con su sonrisa de oreja a oreja y su bastón sobre su hombro.
Era demasiado temprano y me dio curiosidad que haría Alastor, muy seguramente llevando a cabo su plan de quitarme el trono. Así que, con un ademan, me convertí en un mosquito y empecé a seguirlo.
Lo primero que hizo fue caminar por el pentagrama, tomando caminos largos, a veces rodeando una manzana para luego seguir derecho. Se sentó una vez en un banco para limpiar sus zapatos con un pañuelo que aparecía y desaparecía a su merced, saludó a varios demonios que parecían tener sus mismos modales.
Luego entro en el único establecimiento que parecía abierto, una sastrería.
—¡Buenos días, mi estimado! —dijo nada más entrar. El señor, viejo y con algunos aspectos de araña, se acercó al venado sonriendo.
—¡Señor Alastor, qué alegría verle!
"Otro que lo llama señor", pensé mientras me posicionaba en el techo.
—El placer es todo mío, señor Jackson.
—¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Seis meses? —el sastre de inmediato sacó una caja con ropajes varios.
—Está en lo correcto —respondió empezando a quitarse el traje—, han pasado seis meses desde el último incidente.
—¿Quién fue el pobre diablo?
—Está vez ha sido totalmente decisión mía —doblando cada parte de su traje, se lo entregó al sastre, mientras se quedaba con el pecho desnudo y sólo unos shorts anticuados cubriendo sus piernas.
—Oh, entonces supondré que sólo será lavado y coloración.
—Y un par de arreglos en el interior de la camisa, esta algo rasgada —el sastre asintió sin abandonar su sonrisa y entró a otro apartado del edificio.
Alastor tomó una camisa holgada y un pantalón de pijama para usar mientras esperaba su traje de vuelta, tomó también un periódico y se sentó a leerlo. Al principio me quedé en el techo, esperando que el sastre no se demorara, pero como soy impaciente y probablemente tenga algún problema de atención, me hice detrás de Alastor para poder leer también el periódico. Algo sobre una Carmilla, que parece ser una Overlord.
"Mierda, tengo que ponerme al día con los temas del infierno", pensé recordando mi última conversación con Charlie.
Pasada casi una hora, que se sintió como una eternidad, el sastre volvió con el traje, limpio, con él color más brillante y planchado. Alastor se vistió, le pago al señor y luego de algunas formalidades, salió del lugar. El cielo ya estaba iluminado y habían más demonios ruidosos en las calles.
Lo siguiente que hizo fue ir a una reunión con los overlords, fue perfecto para adelantar un poco mi tarea. No hablaron de mucho, aclararon algunas rivalidades y tocaron el tema de prepararse para el contraataque del infierno. Por alguna razón, la demonio que Alastor me había presentado no asistió a dicha reunión.
De vuelta en la calle, nos encontramos con un pecador matón, que estaba humillando y golpeando a un débil pecador mucho más delgado. Alastor rió un poco y se acercó.
—Buenos días, queridos pecadores, ¿qué actividad tan intrigante llevan a cabo?
—No te metas, imbécil —mascullo el matón sin dejar de lado su ataque.
—Oh, me temo que no eras consiente de a quien te diriges —le dio un par de vueltas a su bastón, esperando que el gigante se acercara a él y luego le aventó un golpe en el estómago que hasta a mí me dolió.
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Vals del Infierno || AppleRadio
Fanfic╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗ VALS DEL INFIERNO ╚═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╝ A veces la vida es como un baile, sube, baja, cambia de ritmo cuando menos lo esperamos. A veces bailamos solos, otras tenemos una pareja y de vez en cuando es una...