capitulo 7

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Fue como si el tiempo se hubiese detenido entre ellos dos, únicamente escuchando sus leves respiraciones, melodiosos ruidos al momento en que sus labios se unen y se mezclan ente sí.

Ambos no quería aceptarlo pero por un segundo pensaron que; era como si la aromática primavera estuviera floreciendo en su dormido pecho y especialmente el de Luciel donde se suponía que solo debe de habitar oscuridad, y en sus finos, carnosos labios hubo tal explosion de sabores y suaves olores aromáticos.

Acto seguido esa supuesta aromática primavera se convirtió en un emocionante verano, calentando sus deseos cuerpos, aunque el de cabello amarillo se encuentra con sus manos sostenidas en el aire indeciso de romperle los dientes o no al villano, mientras Elijah aprovecha cada segundo.

ÉL se había posicionado entremedio de las piernas del contrario, con sus manos envolviendo la cintura de Luciel, con la otra hundida en la nuca y cabello del más joven. Cubriendo cualquier salida de escapé. Sin embargo, Luciel lo empujó bruscamente que posiblemente dejaría sin aire a Elijah.

—¡Te romperé todo!—Aseguro.—Te lo advertí la última más.—En sus ojos solo había una indescriptible ferocidad.—Debes de morir, no puede existir nadie que haya roto mis defensas.

Tenia pensado subir a Elijah, a su regazo y manosear descaradamente sus caderas mientras planea como pasarle el auto encima, después. Sin embargo el villano fue más rápido y fue él quién terminó sentando a Luciel a horcajada sobre su regazo.

—Así que, ¿podrías morir?—Sonrió diabólicamente.—Deja que te pase el auto encima, no dolerá. Será rápido.

—Seguro.—Llevo una de sus manos a la nuca de Luciel.—Yo feliz de romperte lo que gustes y si en vez de un auto encima, ¿por qué no mejor yo, me pongo encima de ti?—Fue descarado y como tal volvió a besar los labios de Luciel, gimiendo de vez en cuando por los duros golpes dados por el mas joven.

Podría dejarlo quedar morado, incluso con sus labios un poco maltratados, pero aun así no se alejó de Luciel y siguió devorando esos ariscos y muy violenta boca. No todos los días tienes el honor de experimentar un beso tan salvaje.

‹No sabía que necesitaba con tanta euforia el besar unos labios para sentir este tipo de deliciosas sensaciones, y ahora que se que lo necesito no tengo pensado darlo ir, seguiré buscando sus labios. Es su culpa por tener un sabor tan adictivo, solo me basto degustar de su sabor para volver adicto a él.

Si hubiese sabido que probar un poco de él me volvería un adicto a algo mucho peor, quizás lo hubiera pensado un poco mas antes de drogarme con su sabor.

Se supone que el jefe no debe de ingerir su propio producto, pero nadie dijo que existía algo más peligroso que las mismísimas sustancias ilícitas y ese algo es este joven de cabello amarillo tan brillantes como el sol.› Atrayendo mas hacia él, el cuerpo de Luciel.

<¡Anfitrión!> Se exaltó al ver que Luciel sostenía un cuchillo. <¡¿De dónde demonios saco eso?!> Agarra con fuerza la mano de su anfitrión.

De que tan fuerte sea 066 depende que Luciel, no eliminé al sinvergüenza y abusivo villano porque, el de cabello amarillo en serio tenía toda intención de insertarlo en ese bulto que ha empezado a pinchar su trasero.

‹¿Cómo se atreve a ponerme en una situación como está? Tendría que ser yo, quién lo estuviera sosteniendo en mi regazo, manoseado su trasero como venganza por besarme. Sin embargo, soy yo quien está siendo sometido en sus brazos pese a que le estoy dando su merecido.

Eso es lo que me desconcierta, ¿cómo alguien tan inferior a mí puede lograr tal cosa? Es inaudito o es por el simple hecho de ser un villano de ahí su fuerza y el poder contrarrestar el 45% de mi fuerza actual. Si lo tuviera todo al tope no creó que logrará resistir ninguno de mis golpes y mucho menos agarrarme de está manera.›

Castigando las injusticias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora