Arco.2 Abofetear al medio hermano

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En el hipnoticos color anaranjado ardiente pero que en estos instantes se encuentra un poco apagado; ahí se reflejan miles de estrellas tanto como inmensurables pequeños, grandes y primer mundos que a simple vista no se diferencia cual es cual.

Luciel lleva menos de tres minutos ahí de pie observando hacia a fuera, pero no se le veía entusiasmado por tener una vista tan espléndida del universo, ¿quién no querría conocer el universo? Todos, solo que Luciel era la excepción o simplemente quizás ya conocía un lugar similar.

‹Pense que al cumplir la misión directamente me iría a otra mundo pero no fue así, en cambio llegué a este espacio que en su momento era completamente blanco.› Luciel hizo que 066 le diera un diferente color uno más suave porque no quería sentirse en el sanatorio por lo blanco de la habitación.

—¿Tengo que escoger uno de esos mundos que parecen pelotas de fútbol desde está distancia?—Preguntó.

No me sorprende ver todo esto porque desde pequeño me han enseñado que mi mundo no es el único, pero sobre todo me han advertido nunca, nunca creer en un Dios por más buenas intenciones que muestren.

<Sí, todos esos mundos son creaciones de los dioses apartir de una historia, entre ellos también puedes encontrar mundos que fueron creados y solo se quedaron como borradores olvidados si en dado caso tenemos la mala suerte de ir a uno de esos tendremos que tener mucho cuidado.> Explica. <Un mundo dejado en borradores sin terminar es a uno que no podremos acceder a su información, ni siquiera al prólogo.> Desde hace ratos que no lo veo muy animado.

066 se percató del poco ánimo en Luciel nada que ver a esa primera vez que se vincularon, no era para menos si solo han pasado dos años desde que le dijo adiós para siempre a Elijah. Sigue negando que no le dolió pero si le calo esa perdía, dándole dos años de luto antes de elegir una nueva misión.

Ambos vivieron recorriendo el mundo durante tres años, prometieron no hablar sobre ninguna enfermedad pero en ocasiones en esos viajes el villano se quedaba sin aliento, no quería hacérselo saber a Luciel pero este siempre lo notaba. Llevándolo en sus brazos cuando no podía caminar más, siendo su soporte cuando el villano vomitaba o no podía dormir.

Se divertían estando juntos pero también en momentos la frustración, la culpa también se apoderaba de Elijah, creyendo firmemente que le estába haciendo perder el tiempo a Luciel, cuidando un enfermo terminal. Sin embargo, Luciel a pesar de no ser muy expresivo o experto en frases cursi le hacía saber que no se arrepentía de nada, que esos últimos tres años de su vida habían sido los más divertidos e inolvidables.

"—Luci...—El cansancio en su voz era muy notorio, ya no había vitalidad solo un pálido, delgado Elijah.—No me olvides, mientras viva en tus recuerdos nunca moriré.—Deja caer su rostro sobre el pecho de Luciel.—Solo no me recuerdes en mis últimos días, en este momento no soy nada de lo que solía ser...

—Sigues viéndote muy hermoso tanto que quiero hacerte mío en este preciso instante.—Habia mucho descaro en su voz y es algo que no iba con su expresión corporal, esas venas exaltadas en lugares visibles de su piel decían mucho.

—¡Quieres matarme de placer antes de que mi enfermedad lo haga!

—¿No sería una manera asombra de morir?—Mete sus manos bajo la camisa del contrario.

—No lo creo.—Se estremece al sentir los dedos fríos del contrario rozando sus pezones.

—Dices eso pero te estás retorciendo en mis brazos en estos momentos.—Una sonrisa traviesa se plasmó en sus labios.

—Como no ponerme así si me estás tocando con tanto descaro, descaro que va aumentan con el pasar de los minutos.—Sonrió pero sus ojos no lo hacían, ahí solo se puede ver melancolía." Esa fue parte de su última conversación antes de que el villano se quedará dormido para siempre.

Castigando las injusticias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora