capitulo 17

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En sus enfurecidos ojos se muestra la decepción y traición por parte de la persona que él creí especial, esa persona con que le hubiese gustado pasar tantos momentos juntos, felices y si eran para siempre todavía mejor, pero la realidad lo golpeó fríamente y le dejo conocer el verdadero ser de Elam.

-¿Como pude ser tan estúpido?-Sostiene su cabeza.-Me creía inteligente pero solo era una presa facial al parecer.-Impacta sus puños sobre la mesa.

Sigue en shock al enterarse que le gusta el hermano (Elam) de la persona que daño miserablemente a Luciel, no podía creer que las cosas hayan tomado un giro como ese y que el muy tonto de él haya querido presentarle su familia al tipo que también abuso de él.

Desde que supo sobre la verdad de ese día en la habitación de hotel, Dalton no ha dejado de sentir todavia mas asqueado de lo que desde un principio ya se sentía. Nada era mas doloroso que ser traicionado de esa manera y por la persona que confiabas sobre todo le gustaba mucho.

‹¿Como puedo hacerme eso? ¿Por qué lo hizo? Si quería dormir conmigo no le costaba nada decirme, nos gustamos no había necesidad de violar la confianza del otro. Sin embargo, la confianza ya está rota y la decepción llegó a un punto en que solo quiero terminar con todo esto no sin antes hacerle pagar como lo que me hizo, tal cual pagó ese tipo que se atrevio a dañar a Luciel en ese entonces.

No tengo miedo que Elam o su familia descubra que fui yo, el que rapto a su segundo hijo. Ellos tienen dinero pero yo también tengo mis propios medios para mantenerme a salvo y culpar a alguien más de lo sucedido con ese sujeto, como por ejemplo; un vago con antecedentes criminales muy aberrantes y sobre todo con algún tipo de odió a esa familia. Ya tengo todo fríamente calculado.

Y seguramente ya deben de estar felices mirando lo que queda de su segundo hijo, que esperen pacientemente porque no tardarán en recibir otro regaló solo que en está ocasión será su primer hijo sin su virilidad para que no la vuelva usar.

No pienso matar a Elam solo lo haré sufrir horriblemente, le haré lo mismo que me hizo antes de cortarle su entrepierna como castigo por verme hecho a mí y mentirme al hacerme creer que todo había sido mi culpa, que yo lo quería. Me lo dijo con aquella expresión de indignando e humillado cuando era yo el que tendría que haberse sentido así luego de lo que me hizo. Sin sentir el mínimo remordimiento el muy maldito hijo de puta.› Dalton estaba decidió a vengarse de Elam y era lo mismo para el último nombrado.

Elam al igual que Dalton llevaba un as bajó la manga, no iba a reunirse con Dalton sin ninguna preparación. Tenía planeado llevarlo a un frío lugar donde tenía pensado disecarlo antes de ir por el villano y Luciel.

-Dalton.-Sonrió al verlo.

Es bueno que el lugar que escogí para vernos es un lugar solitario y por supuesto me pertenece, está cafetería es mía. Es donde solía traer a mis conquistas y presas antes de llevarlas a mi escondite.

-¿Esperaste mucho?-Tomo asiento frente a Dalton.

Elam es muy bueno manteniendo su enojo y sus ganas de tomar por el cuello a Dalton, cortarle el flujo de respiración mientas se deleita verlo jadeando desesperadamente por respirar y sus ojos enrojecidos todo porque el aire no le llega a la cabeza, es lo que Elam quería ver en el rostro hipócrita de Dalton. Borrarle esa sonrisa mentirosa de sus labios.

El protagonista ya había sido informado sobre el estado en que terminó su hermano, no lo quería tanto pero tampoco iba a tolerar que alguien mas que no sea él, le hiciera todo por lo que pasó. Eso era impermeable y Dalton se las pagaría de la manera mas dolorosa. Sin saber que tal vez ambos no iban a salir bien de esa cafetería.

Así como ellos tenían planes retorcidos en sus cabezas, alguien más tenía un plan todavía mas retorcido y los dos protagonistas cayeron fácilmente en la telaraña tejida minuciosamente por Luciel.

Castigando las injusticias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora