capitulo 6

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Mirando el reloj de la pared y mordiendo sus uñas yacía un ansioso Dalton, a la espera que las agujas marque la hora de salida. Tenía prisa por dejar su lugar de trabajo. Otras cosas estaban esperando por él.

En todo el santo día no logro concentrarse en su trabajo, molesto porque Luciel le había quitado el auto. Y cuando quiso preguntarle y reclamarle por hacer eso, Luciel no abrió la puerta ni al él y ni a ningún miembro de esa familia, lo dejo discutiendo con el viento mientras él descansaba. No podía escuchar nada porque el sistema convirtió la habitación aprueba de sonido.

Por eso mismo Dalton se había sentido sumamente humillado llegar en un autobús público a la empresa donde trabaja. Mintiendo, inventando excusas al respecto del porque, no llegó en su auto como todos los días. Aunque sus colegas ni le estaban preguntado. Muy en el fondo Dalton quería que sus compañeros supieran que no son iguales ya que, de todos ellos solo Dalton poseía un auto. Que no era suyo.

-Por fin.-Susurró al ver que era hora de irse, tomando sus cosas.-Tengo que salir lo antes posible.-Corria en vez de caminar, tenía que llegar al ascensor.

Quería salir antes de que su jefe o supervisora llegase y le pida realizar horas extras aunque, Dalton nunca ha hecho algo como eso. Siempre tiene la suerte de su lado, o es lo suficientemente habilidoso para salirse con las suyas.

Ese es el otro motivo por el cual sus compañeros no lo toleran, sino se atrasa en sus deberes se va luego antes de que les den las horas extras, les toca hacer su parte para que al final les paguen lo mismos. No lo creían justo, pero tampoco podían hacer mucho. Al final todo caía a favor del protagonista por eso mismo dejaron de intentar que lo corrieran y solo se resignaron.

‹Luciel ya no me habla desde hace dos días, me mira con molestias como si le hubiese echo algo, y lo peor de todo es que me quitó el auto. Mi auto, él me lo dio (quitó) no puede venir y tomarlo de vuelta solo que discutió con nuestra madre y no lo defendí.›

Dalton ese momento se puso de lado de su mamá, querido hacer quedar como loco a Luciel frente a todo. Fue tan imprudente o intencional al decir que Luciel se encontraba explosivo y de mal humor porque el jefe, se había querido aprovechar de él.

Luciel no quiso desmentirlo y mucho menos arreglar tal declaración, creyó que sería divertido si el nombre de Elijah a parece en los titulares como un depredador, el solo imaginar la expresión del villano fue divertido para Luciel.

Hasta Luciel les ayudo en gritar el nombre y apellido. Era muy probable que sus vecinos chismosos iban hablar con la prensa al investigar a que familia pertenece Elijah.

‹Desde ese día él a comenzado actuar extraño, no lo puedo culpar. Tiene su derecho de estar molesto por lo sucedido en la empresa y estoy de acuerdo en que no asista a ese lugar, los padres ya se están encargado de ir hablar con los recursos humanos, pedir una indemnización porque Luciel, necesita terapia.

Sin embargo, ¿por qué enojarse conmigo? No le he hecho nada, por lo que no me quedó de otra que investigar un poco más que sucedió como para que él, no pueda ver a Cirano. Cuando se lo mencioné, él se sobresalto y cerro una vez mas la puerta en mi cara.›

Sus ojos se oscuren al recordar lo que había descubrió, el muy hipócrita actúa como si fuera la primera vez que descubre algo como eso, por lo que tuvo que pasar Luciel en sus época de estudiante.

Cuando Dalton ya lo sabía casi todo desde en un principio a excepción de las fotos y la "broma" que le jugaron esas personas le a Luciel en su momento.

‹Por lo que llegué a una conclusión, una solución para redimir mi culpa y no haber ayudar a mi hermano menor en aquel entonces. Sin embargo Luciel también debería de entenderme, no era como si en ese entonces yo, no tuviera mis problemas. También tenía cosas con las cuáles lidiar.

Castigando las injusticias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora