Capítulo 05

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Año 918

El sol parecía resplandecer sobre su cabeza. Con un suspiro movió su cuerpo bajo un árbol, apoyando su espalda contra el tronco. La primavera de ese año lucía prometedora con un sol resplandeciente pero con una brisa refrescante.

Tal vez habría una linda luna llena.

Regresar a la residencia del Clan de agua después de tanto tiempo en los campos de entrenamiento le resultaba extraño. No estaba tan entusiasmado por volver a su hogar como había imaginado.
Las miles de responsabilidades, cuestionamientos o todos los nuevos cargos que poseía en el trabajo y en la familia habían parecido multiplicarse una buena cantidad. Casi se estaba volviendo loco en las paredes de su oficina.

Tal vez era la falta de compañía.

Taehyung se vio sonriendo involuntariamente cuando su mente se inundó con pensamientos sobre el alfa con olor a cedro.

Jeon Jungkook. Un alfa del Clan de Fuego.

Un alfa.

La última vez que le había visto había sido doce días atrás. El día que se despidieron en los dormitorios de los campos de entrenamiento. Sin oportunidad de poderse mandar una carta o ante la falta de una marca se conformaba únicamente con la seguridad y caricia que le brindaba el lazo que sus lobos habían forjado.

Sentía el lazo tirar a su corazón. Haciéndole saber que también pensaba en él.

Su relación que llevaba ya casi dos años iba a ponerse a prueba ahora que tenían que vivir oficialmente separados.
Por supuesto que el tiempo que estuvieron en el cuartel no había sido perfecto. Ambos eran unos alfas cabezotas que necesitaban dominar algún aspecto en sus vidas, normalmente Taehyung agradecía la sensatez y tranquilidad de Jungkook, pero el Alfa de Fuego también tenía un lado violento e impulsivo digno de ser portador de la llama ardiente.

Taehyung solía ser un poco más orgulloso y mezquino. Aunque también solía ser el calculador y manipulador.

También se sentía con el derecho de ser un poco más dominante con el Alfa en su vida diaria. Que él tuviera que ser el sumiso en el sexo ya era suficiente para su lobo, por lo tanto, ser el que dominaba fuera de la cama le daba una caricia al orgullo de su lobo.

Taehyung agradecía que su lobo fuera un mimado que buscaba que se le atendiera siempre, incluso en el celo. Su lobo no buscaba que alguien se doblegara ante él. No moría por poseer a alguien. No. Su lobo y Taehyung preferían qué alguien lo hiciera por ellos. Preferían recibir placer que dar.

Y su Jungkookie parecía demasiado complacido con ello.

Un apretón en la parte posterior de su cuello le despertó los sentidos. El olor a cedro inundó su sentido. Haciéndole sentir posesivo en el instante que percibió otros olores sobre él.

Observó al alfa de fuego con una ceja alzada. Haciéndole notar su molestia.

Jungkook le giró los ojos.

—Acabo de esquivar por lo menos dieciocho guardias y, ¿me recibes con un ceño fruncido? Dime que hice ahora granizo así puedo besarte luego. —Dijo Jungkook tomando tomando la mano del alfa peliblanco, poniéndole de pie y encerrandole entre sus fuertes brazos.

Taehyung esquivó su rostro inclinandose hacia atrás.

—Me vale una mierda que tantos guardias esquivaste, apestas a omega. —Alegó el Alfa de diecinueve años.

Lid de Convicción (KookV) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora