Capítulo 02

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– ¿Por cuanto tiempo tengo que esperar? – pregunto Gulf, impaciente.

Esa mañana se encontraba juntó con Mew en la Oficina de su superior, esperando que este apareciera y le diera la resolución de la decisión que seguramente habia tomado con respecto a su situación, mientras el mayor no dejaba de mirarlo muy atentamente, tratando de descifrar que había detrás de ese ceño fruncido. Siempre observandolo, analizandolo como si estuviera en unos de sus tantos interrogatorios.

Eso le exasperaba.

– No voy a escapar si es lo que te preocupa – añadió cansado del silencio.

– No me preocupa, me aseguró que no lo hagas – el rostro de Mew lucia tranquilo, aunque su pie derecho iba de arriba a bajo, parecía nervioso y ansioso – Eres experto en huir después de todo – agregó después.

– ¿Y eso que significa? – cuestionó Gulf, alzando una ceja.

– Sabe muy bien lo que significa, oficial Kanawut.

¿A que se debía esas repentinas formalidades?. Gulf no pudo rebatir sus palabras, pues la puerta de la Oficina se abrió inesperadamente y su jefe ingresaba por la misma con un rostro completamente serio.

No era una buena señal.

– Hay unos informes que necesito que revises con sumo cuidado. Los deje encima de tu escritorio – indicó el mayor de todo, mirando a Mew.

Este asintio, entendía que si le dejaba dichos informes era para que saliera de aquí y que así no pudiera intervenir de ninguna manera. Antes de marcharse le dio una mirada a Gulf, una que le decía que sin importar las decisiones de su superior, él estaría para apoyarlo. Lástima que le importaba un carajo.

– Entregame tu placa y tu arma, estaras suspendidos hasta nuevo aviso – informó el capitán, luego de quedar a solas con el menor.

– ¿Que?, ¿suspendido?, ¿por que?.

– Toda esta situación te esta sobrepasando y no has encontrado la mejor manera para enfrentarla, descuidar tu salud no hara que todo mejore – dijo el mayor con un semblante serio pero que dejaba ver su preocupación – Escucha, se que estas atravesando por un momento difícil y que no puedo comprender el dolor que sientes por la pérdida de Zan, pero estar aquí no te esta haciendo ningún bien.

– Sé que después de lo ocurrido me he estado comportando diferente, he tenido malas racha pero le prometo que estaré bien, le pido que no me suspenda. Necesito estar aquí.

– Lo que necesitas es un descanso y tiempo para reponerte del duelo. Tu placa y tu arma – volvió a repetir el mayor con firmeza.

– Pero señor..

– Sin objeciones, Kanawut.

Gulf no tuvo más opción que obedecer la orden de su superior. Esto no podía estar pasando, no podía estar suspendido, la única manera que tenía de no venirse abajo era estar involucrado en cualquier tipo de casos, si su mente estaba ocupada no tendría el tiempo para sentirse tan miserable por la muerte de su hermano.

– ¿Por que me hace esto?.

– Es por tu propio bien y porque sé que eres mucho mejor que esto. Sabes que te apreció y que siempre contaras con mi apoyo en todo, pero en este momento no estas en condiciones de portar un arma, temo que puedas hacer una locura de la que ya no habrá marcha atrás.

Gulf apartó la mirada con vergüenza, ¿acaso estaba enterado de algo?.

– ¿Jom le ha dicho algo, verdad?. No debe creerle, ella siempre anda de metiche y le gusta fastidiarme.

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