Capitulo 14

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Ya han pasado meses desde que Sanemi y Giyuu se habían convertido en pareja solo que aún no han hecho pública su relación debido a los problemas de Sanemi con la excusa de que aún no se sentía preparado para eso pero ambos estaban felices juntos. Kyojuro notaba que ambos eran más unidos que antes por lo que se sentía mal ya que sabía que el azabache solo tenía ojos para el albino, por otro lado Obanai solo estaba feliz pensando en que su plan estaba funcionando y quería que todo saliera bien para él.

En estos momentos Giyuu estaba regresando de una misión que duró toda una noche pero al menos no fue tan complicada, antes de ir a su finca decidió ir a un lago que había cerca de esta para relajarse a solas. Ya estando en el lugar de sentó al orilla del lago y de verdad que era un lugar hermoso, con árboles de Sakura a su alrededor, sombra fresca y el agua clara y limpia, estuvo contemplando en paisaje hasta que decidió arrecostarse a un árbol de los que había cerca para que así poco a poco se fuera quedando dormido.

Por otro lado Sanemi estaba buscando al ojiazul ya que le llevaba salmón con daikon de regalo por cumplir ya 11 meses de relación, la verdad ya casi van a cumplir 1 año y se sentía feliz por eso. Busco a Giyuu por un buen rato hasta que vio a Kanzaburo, el cuervo del azabache.

—Tú eres el cuervo de Giyuu ¿No? Kanzaburo si no me equivoco—Dijo llamando la atención del cuervo.

—¡Craw! Si soy yo ¿Necesita algo Shinazugawa-sama?

—¿Sabes dónde está Giyuu? Quiero hablar con él y darle esto—Le mostró la caja de comida.

—Si sé, sigame—Alzo vuelo y se dirigió a donde estaba el azabache aunque por dentro no confiaba en Sanemi pero lo tenía que respetar al ser su superior.

El cuervo estuvo volando por un rato mientras que Sanemi lo seguía hasta que se detuvo y se poso en un árbol señanandole al albino dónde tenía que ir a lo que este agradeció y siguió su camino. Llegó al lago donde siempre iba Giyuu para relajarse y vio el hermoso paisaje quedando encantando con la belleza del lugar hasta que pudo divisar a un bello durmiente bajo un árbol así que se acercó a él. Al verlo ya de cerca notó lo bello que se veía al estar ahí dormido así que decidió esperar a que despertara, se sentó al lado del azabache y apoyo su cabeza sobre la del ojiazul quien aún seguía dormido así que Sanemi decidió dormir un poco también.

Después de una hora el albino sintió unos leves movimientos que lo despertaron viendo que era Giyuu quien ya estaba despertando.

—Buenos días bello durmiente—Le dijo Sanemi con una sonrisa y al ver cómo estaba Giyuu, rió levemente. Parecía que lo acababan de asustar un manada de perros.

—¿De que te ríes?—Pregunto mientras bostezaba.

—No de nada, solo me pareciste tierno y ya—Dijo el albino acomodando el cabello de Giyuu—Te ves muy lindo cuando duermes. Por cierto, te traje esto—Le entrego la cajita dónde estaba el salmón con daikon.

—Gracias—Tomo la caja para empezar a comer.

—Yo mismo los hi...—Ni siquiera termino de presumir cuando Giyuu escupió el pedazo que ya se estaba comiendo—¿Que te paso?

—Me comí una piedrita—Al parecer había caído a la comida antes de que Sanemi la tapara.

—No me jodas, que exagerado—El albino hizo su típica mueca de enojo—Eso no fue mi culpa.

—Lo sé—Siguió comiendo.

—Bien, ahora sí ¿Que te parece?

—Esta bueno.

—. . .—Miro a Giyuu serio mientras esté comía—¿Solo eso vas a decir? ¿Que está bueno?

Sanemi empezó a hacer berrinche por eso aunque no lo hacía para ofenderlo sino para molestar y ya, Giyuu solo lo escuchaba mientras comía pero no lo veía a la cara y aunque no lo hubiera expresado del todo por dentro le encantaba ese detalle de su pareja así que mientras Sanemi seguía con su berrinche Giyuu aprovecho y le dió un beso rápido en los labios para después continuar comiendo. Ese beso tan repentino dejó sorprendido a Sanemi, durante todos esos meses de relación era Sanemi quien siempre le tenía que dar besos o abrazos al azabache pero está vez fue al revés así que solo lo vio sorprendido y sonrojado. El ojiazul solo seguía comiendo y por la reacción de Sanemi ante su beso no pudo resistirse y sonrio dejando mucho más sorprendido al albino.

—¿Estás... Estás sonriendo?—Dijo sin dejar de verlo.

Giyuu solo se mantenía callado mientras masticaba su comida pero a la vez seguía sonriendo. Sanemi estuvo en shock por unos minutos hasta que reaccionó y solo sonrió también, estaba feliz de haber hecho sonreír a Giyuu por primera vez y debía admitir que su sonrisa era muy hermosa. Ambos pasaron un bello día juntos y como Sanemi no se quería separar de su pareja decidió que ese día él dormiría en su finca, le costó un poco convencer al ojiazul pero al final acepto y se fueron.

Por otro lado Kanzaburo los estuvo observando desde los árboles todo el día, puede que no tenía buena espina acerca del Hashira del viento pero estaba feliz de que Giyuu estuviera contento.

Ya en la noche ambos Hashiras fueron a dormir sin que Sanemi soltará a Giyuu así que durmieron abrazados, el albino estaba muy feliz de tenerlo a su lado, de que por fin son pareja aunque sea en secreto pero no podía evitar sentirse preocupado, tenía un mal presentimiento pero decidió tratar de ignorarlo.

En todas nuestras vidas siempre te ♡𝘼𝙢𝙖𝙧𝙚♡ || Sanegiyuu || Temporada 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora