En todas nuestras vidas siempre te ♡𝘼𝙢𝙖𝙧𝙚♡ || Sanegiyuu || Temporada 1

Capitulo 23

[En el sueño de Sanemi]
Pov: Sanemi.

El tiempo era diferente pero estaba seguro de que era la misma época actual ya que estaban todos los Hashiras, mi hermano y un grupo de niños entre 14 y 16 años que no conocía. Ninguno de nosotros teníamos nuestros uniformes de cazadores ni nuestras katana, en cambio solo llevábamos kimonos/yukatas sin las preocupaciones de vivir con demonios. Pude notar que en ese sueño todos nosotros eramos un poco mayores, así que yo tenía 24 años junto a Giyuu. En eso Kanroji-san le hablo.

—Giyuu-san, mañana será su cumpleaños ¿Verdad?

—Eh... Si Mitsuri— Respondió Giyuu con una sonrisa débil algo que me pareció un poco extraño.

—Entonces será mejor ir preparando algo para mañana— Propuso Muichiro que estaba a su lado.

Yo solo me dedique a escuchar a los demás y después mire a Giyuu notando que estaba un poco triste así que toque su hombro y él apoyo su cabeza en mi hombro. Al parecer en ese sueño éramos pareja.

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Al día siguiente yo me había levantando temprano para prepararle un salmón con daikon a Giyuu por su cumpleaños y llevárselo. Ya estaba de camino a su finca con la comida en mis manos, cuando llegue busque a Giyuu por todas partes pero aún no lo encontraba hasta que fui al patio y efectivamente ahí estaba sentado en las raices de un árbol de cerezos, parecía estar dormida ya que tenía la cabeza agachada así que me acerco y me agache frente a él aún con la comida en mi mano izquierda y con la derecha toque su hombro para despertarlo.

—Giyuu, despierta...— Le hable mientras lo movía un poco pero no despertaba.

Empecé a preocuparme un poco al ver que no despertaba pero eso solo aumento cuando ví una gota de sangre saliendo de su boca deslizándose desde su labio hasta su barbilla creando un fino hilo de sangre. Me alarme y dejé caer el salmón al suelo para agarrar ambos hombros de Giyuu y moverlo un poco más tratando de hacer que reaccione pero no recibía ninguna señal de que fuera a despertar. Lo llame sin parar hasta que mi vista se volvió algo borrosa y de la desesperación empecé a llorar dándome cuenta que Giyuu había muerto y no entendía porque si el día anterior él estaba completamente bien, tampoco tenía ninguna herida para sacar conclusiones de que alguien lo había lastimado. De pronto su yukata se empezó a manchar de sangre como si acabará de recibir varias apuñaladas en diferentes partes de su cuerpo. Empecé a temblar y quería hacer algo para tratar de ayudarlo pero mi cuerpo no reaccionaba, quedé en completo shock, mire mis manos y estaban manchadas con la sangre de Giyuu a lo que me sente en el suelo y apoye mis manos en el césped detrás de mí hasta que mi vista se volvió completamente negra.

[Fin del sueño]
Pov: Narradora.

—Desperte de inmediato con la respiración alterada y sudado— Termino de explicar Sanemi todo su sueño a Obanai.

—Vaya... No me esperaba eso y la verdad no sé que decirte— Obanai estaba realmente sorprendido por lo que su amigo le acababa de contar mientras acariciaba la cabecita de Kaburamaru que descansaba en su cuello —¿Por eso has estado tan distante hoy?

—Si y por todo lo que ha pasado— Poso sus codos sobre sus rodillas y se tapó la cara con ambas manos frustrado y deprimido —Me siento como un completo idiota por hacerle eso a Giyuu y todos por tu culpa en aceptar ese estúpido reto.

—Acepto mi parte de la culpa y admito que me arrepiento, aunque me da miedo acercarme a Tomioka para disculparme además de que sé que no merezco la mas mínima mientras de compasión de su parte— Admitió el azabache algo deprimido viendo a la gente pasar por las calles iluminadas debido a la festividad de año nuevo.

Esa confesión sorprendió a Sanemi porque sabía que Obanai no era de arrepentirse de sus acciones y menos de admitirlo así que levantó la mirada para verlo aún sin creer lo que había escuchado de su parte hasta que lo pudo procesar y hablo.

—Pues la verdad, ninguno de nosotros dos merece su perdón no solo por el reto sino por todo lo que le hicimos desde que somos Hashiras y a pesar de que todo eso, él siempre trato de llevarse bien con nosotros y solo lo despreciamos.

Ninguno había recibido el año nuevo bien que digamos, de verdad se arrepentían de lo que habían hecho. Además a Obanai no le gustaba ver a su mejor amigo, o bueno, al que era su mejor amigo de esa forma sabiendo que él era el principal causante de todo, recordando como Sanemi lo insulto el día que Giyuu se enteró de todo y sabía que se lo merecía.