Capítulo 34

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Después de casi dos días, Kyojuro y Giyuu regresaron de nuevo a la cede de cazadores para dar el reporte de su misión. Debido a lo sucedido entre ellos dos en esa misma misión, Giyuu se mantenía lejos del rubio para no provocar problemas o algo más así que mantenía su distancia pero Kyojuro no dejaba de verlo aunque sea de lejos. Dieron el reporte y se retiraron así que Giyuu se dirigió a su finca para descansar ya que estaba anocheciendo, el viaje había sido agotador; llegó a su finca y fue directamente a su habitación, busco algunas cosas entre su armario hasta que encontro el collar que le habia regalado el rubio en año nuevo y solo lo lanzo con gran fuerza por la ventana para desaparecerlo de su vista, seguia enojado con Kyojuro por como actuó. Enseguida se quitó su uniforme y se puso un yukata, después solo se dejo caer en su futón para quedarse dormido.

Mientras tanto, Sanemi iba de camino a la misma finca a ver a su amado bello durmiente ya que no lo había visto desde hace cinco días y solo quería abrazarlo y estar con él. Cuando llegó tocó la puerta pero nadie le respondió así que entró ya que siempre tenía el permiso del azabache para pasar; fue directamente a la habitación del ojiazul y entró viéndolo acostado en su futón así que se acercó y se acostó detrás de él mientras pasaba su brazo por la cintura del contrario despertandolo.

—¿Sanemi?— Murmuró con cansancio el ojiazul.

—Perdon por despertarte, solo quería abrazarte— Sonrió el albino —¿Cómo te fue en tu misión?

—Mm... Bien, ese pueblo si estaba lleno de demonios— Se notaba un poco preocupado pero disimulo.

—Nada que no pudieras solucionar, supongo que no había una luna— Empezó a dejar besos suaves en el cuello del de baja estatura haciéndole un poco de cosquillas.

—No...— El ojiazul empezó a reír levemente aún con cansancio.

Sanemi también sonrió al escuchar la risa del azabache, se oía cansado y eso le hizo parecer tierno así que continuo dejando más besos hasta que vio algo inusual. Entre en hombro y el cuello de Giyuu había una marca como de una mordida, enseguida supo que esa marca no se la había hecho él porque Sanemi siempre se aseguraba de no dejarle marcas profundas para no lastimarlo pero está mordida era más profunda y se la habían hecho con más presión que su hubieran apretado un poco más talvez habrían provocado que sangrara un poco.

—Giyuu...— Lo llamo con una voz seria e intimidante —¿Quién te hizo eso?— Pregunto refiriendose a la mordida.

—¿Eso?... Eh...— Se puso un poco nervioso, sabía que Sanemi podía ser muy celoso pero tampoco quería ocultarle nada así que solo suspiro para hablar —Fue Rengoku.

Los ojos del albino se abrieron de par en par por esa respuesta, sentía que la sangre le empezaba a hervir del enojó; sabía que Kyojuro y Giyuu habían ido juntos a la misión pero jamás espero algo así.

—¿Por qué?— Dijo con la misma voz solo que un poco más enojado.

El azabache volteo su cuerpo para ver a Sanemi de frente.

—Mientras estábamos en la misión él se me acercó y me mordió, actuó un poco extraño pero lo aparté. Después de eso me aleje de él durante toda la misión— Explicó Giyuu con algo de vergüenza.

Con esa explicación la ira de Sanemi aumento, no podía creer como Kyojuro era capaz de hacer eso cuando sabía muy bien que Giyuu ya estaba en una relación con él. Solo tenía ganas de golpearlo como advertencia, su mente solo estaba organizando un plan para darle su merecido hasta que solo sintió sus labios siendo unidos con los de Giyuu quien lo beso para calmarlo al darse cuenta de lo que planeaba y al parecer eso ayudó ya que se concentro más en el beso.

El albino acercó el cuerpo del contrario al suyo con el brazo que ya estaba en su cintura y la otra solo lo ayudaba a apoyarse en el futón.

—No te preocupes por eso— Dijo el ojiazul al separarse del beso aún con sus manos en la mejillas del ojimorados —No pasó nada más.

—Esta bien, pero no me gusto saber que Rengoku trato de acercarse a tí de esa manera.

—Yo tampoco dejé que hiciera algo más así que no pienses en eso— Sonrió.

—Bien, pero creo que sigo enojado— Bromeó de manera coqueta solo para conseguir otro beso de ese bello ojiazul.

Este ultimo solo rió y lo volvió a besar algo que le encantaba al albino; adoraba sentir esos suaves labios unidos con los suyos. Aún con su brazo rodeando la cintura de Giyuu y sin soltar sus labios del beso se posicionó sobre él con una sola idea en la cabeza tornando así el beso que era suave y tierno a uno con desesperación y pasión provocando que las mejillas de Giyuu se tiñeran de un color rosa intenso.

—¡Caw! ¡Caw!— Se escuchó un graznido desde la ventana cerrada de la habitación a la vez que unos picoteos.

Estos ruidos hicieron que la pareja se separara y voltearan hacia la ventana viendo a Kanzaburo que solo quería que le abrieran la ventana para entrar. Giyuu se movió un poco haciendo que Sanemi se bajará de encima suyo para poder levantarse y abrir la ventana mientras que el albino se quedó acostado en el futón maldiciendo mentalmente al cuervo por interrumpirlos.

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Saludos mis hijos, aquí la comida de hoy. Les digo una cosa, estaba haciendo este capítulo mientras escuchaba «Hellevator» de Stray Kids. Si, soy baby stay.

Una pregunta, ¿Que les parece la historia?

La verdad está teniendo mucho apoyo y eso me hace sentir orgullosa de mí trabajo porque jamás había logrado algo así 😭

En todas nuestras vidas siempre te ♡𝘼𝙢𝙖𝙧𝙚♡ || Sanegiyuu || Temporada 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora