Capitulo Veinte

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¡Esas palabras! ¡Por Merlín! ¡No podía creer lo que acababa de escuchar! ¡No tan pronto, al menos!
Cassandra no cabía en sí de felicidad, las lágrimas que había estado conteniendo, escaparon por causa de la absoluta euforia que sentía.

- ¡Yo también te amo, mucho, mi amor! - dijo Cassie con la voz quebrada, no podía ocultar lo feliz que estaba.

Llevaban muy pocos días de relación, pero ambos ya sabían bien lo que sentían, no había necesidad de esperar más para expresarlo con aquellas dulces palabras.
Desde el momento que despertó después de haber sido derrotada por Fischer, notó que había nacido un potente sentimiento por Maximiliano, que había ido aumentando su intensidad con el paso de los días, y al cual ya le podían llamar por su nombre, amor.

Ambos estaban entrelazados, con sus corazones sincronizados, completamente ajenos al universo, el tiempo y el espacio pasaron a ser triviales, lo único que importaba era que estaban juntos, y que se amaban profundamente.
No tenían intenciones de dejar su pequeño mundo, en el cuál solo existían ellos dos, al menos hasta que un gritito los regresó a la realidad.

Ambos miraron el origen del sonido, Dani acababa de recordarles que también estaba ahí, dando saltitos de emoción.

- ¡Me los como! ¡es como estar en una novela romántica! ¡que bonito! - chilló, enternecida por la escena - ¡Cincuenta puntos para Ravenclaw y Slytherin!

Max y Cassie se miraron y rieron, las risas contagiaron a Dani, que también rió, Cassandra sintió aprecio por ella, la verdad la había ayudado muchísimo, fue la aparición de Dani Carroll lo que llevó a ese lindo momento.

- Bueno, no, se que no puedo dar puntos, pero fue tan lindo que se los merecerían, ¡felicidades! ¡estaré apoyándolos en todo lo que pueda, amigos! - y movida por sus emociones, corrió a abrazar a la pareja.

Tanto Max, como ella abrazaron a Dani con cariño, Cassie estaba bastante conmovida, así, casi como salida de la nada, había conseguido una amiga.
Aún no eran ni las siete de la mañana, y ya estaba teniendo uno de sus mejores días, y para no variar, gracias a su chico.

El trío de amigos se soltó, Cassie se comenzó a acomodar su cabello, como era usual, la efusividad del momento la había despeinado, Max, estaba levantando la túnica que ella, sin darse cuenta, había dejado caer cuando lo abrazó.

- Debo admitir que te veías mejor con la túnica de la mejor casa, Cassie, el azul te da un aire distinto - comentó Max con voz divertida - aunque tú te verás hermosa sin importar lo que tengas puesto.

Cassandra sonrió de medio lado, satisfecha, le encantaba que él le diera cumplidos.
"Lo amo", pensó, mientras sus mejillas tomaban un color sonrosado, estaba aliviada que su equivocacion del día anterior no hubiera pasado a mayores.

- Agradecele a Dani, fue suya la idea, si no hubiera sido por ella, nos habría ido mal a ambas - respondió Cassie, mirando con complicidad a la prefecta, que a su vez le regresó una mirada igual.

- Bueno, chicos, voy de regreso a la sala común, con los sucesos recientes, había olvidado que debo ir por mi mochila - anunció Dani.

- Oh, yo quiero darme una ducha rápida, y necesito preparar mis cosas para las clases - dijo Max, acercándose a la escalera de caracol - ¿te adelantas al Gran Comedor, amor?

Sintió un agradable cosquilleo y un simpático calor cuando escuchó la última palabra, por lo que no pudo evitar sonreír completamente.

- Suena bien, a-amor - respondió con algo de nerviosismo.

- ¿Te mueve algo imaginar a tu novio duchándose, Cassandra? - atacó Dani, sin previo aviso.

- ¡¿Q-QUÉ?! ¡No! ¡Dani! Ya verás... - y se comenzó a acercar a ella con "violentas" intenciones, tomaría represalias, le importaba muy poco que fuera prefecta.

Destinados a la magia definitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora