Con cada turno en el juego, las cartas parecían revelar secretos oscuros sobre la historia de la mansión y los espíritus que la habitaban. Voces susurrantes llenaron la habitación, murmullos del pasado que buscaban ser escuchados y comprendidos. Imágenes fugaces de figuras fantasmales aparecían y desaparecían en las esquinas de sus ojos, dejando una sensación de inquietud en su estela.
Los amigos escucharon relatos escalofriantes de tragedias pasadas, de vidas perdidas y almas atormentadas que clamaban por justicia. A medida que las revelaciones se acumulaban, una sensación de desesperación creció en sus corazones, preguntándose si alguna vez encontrarían la verdad detrás de los susurros del pasado o si quedarían atrapados en un ciclo interminable de terror y misterio.