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Sunghoon estaba hipnotizado mirando el vídeo que se reproducía en el teléfono.

Cómo el menor se introducía aquel vibrador que le hacía las piernas temblar, le provocaba impulsos de cerrarlas, aún así sus gemidos seguían siendo los más excitantes que Sunghoon había oído

~¡Ah! ¡Oh sí! Mmm

Decir que Sunghoon estaba empalado era poco, tenía una tienda de campaña en sus pantalones, necesitaba con urgencia deshacerse de la excitacion que sentía gracias al menor que parecía disfrutar demasiado haciendo dichos videos.

Sobre todo cuando introducía el artefacto casi completo para luego sacarlo y meterselo rápidamente como si estuviera desesperado por tocar su punto dulce y venirse.

Verlo era la cosa más fascinante y emocionante que le había ocurrido a últimas estancias, porque no era un secreto de la vida sexual aburrida que tenía al lado de su novia.

Y ese pequeño caprichoso estaba despertando unos deseos carnales bastante fuertes en el.

Se moría por escucharlo gemir debajo de el.

O ver un show como el que hacia frente a la camara justo frente a el.

Era un pequeño bastante excitante con un cuerpo y labios de infarto, con unos gemidos deliciosos y ni hablar de esa diminuta entrada que se dilataba cada vez que introducía el artefacto.

El miembro de Sunghoon dolía, exigiendo atención, entonces ni siquiera lo dudo cuando empezó a masturbarse mirando el vídeo del hijo de su novia, penetrandose con un vibrador, cuando pensó que no podía ser más excitante el menor se escupió la mano con sensualidad y empezó a masturbarse rápidamente, gimiendo fuerte, gritando ¡Oh sí! ¡Ah!

Entonces el mayor se vino rápidamente como si fuese un adolescente hormonal que
apenas exploraba el mundo del sexo y de masturbarse.

Lo peor de todo, es que los dos orgasmos que había tenido viendo los videos del menor, superaban todos los que había tenido teniendo relaciones con su novia.

Si, completamente frustrante...

Su respiración se volvió erratica y vio como el semen del menor salía disparado a su abdomen.

Demasiado delicioso.

Lo que el mayor no sabía es que Sunoo se había prenetrado así, pensando que aquel vibrador no era un vibrador si no el miembro de el mismo.

Porque decir que Sunoo no le tenía ganas sería una mentira y hablar de sus tatuajes solo habían servido para hacer una escena pornografíca en la mente el menor.

Dónde se imaginaba ese brazo completamente tatuado aferrado a su cadera mientras el mayor tocaba su punto dulce, metiendoselo sin remordimiento.

Porque el mayor tenía apariencia de ser todo menos delicado a la hora de tener sexo.

Y eso le gustaba aún más.

🍭🍭🍭

La mañana llegó, Sunghoon servía el desayuno para su novia mientras ella seguia sin dirigirle la palabra.

Estaba hartandose de la actitud de su novia.

—¿Ya puedes hablarme? No me gusta verte enojada.

—¿Y que quieres que diga?

—No lo sé, me he disculpado muchas veces contigo ¿Que no es suficiente ya?

La mujer suspiro rindiendose, la verdad Sunghoon le gustaba mucho, pero aveces sentía que no iban por el mismo camino, ella ya no estaba para dar los trotes que Sunghoon daba, era una mujer de cuarenta y dos años, no podía permitirse ciertas cosas como follar como animales, su cuerpo era frágil y le dolía.

Porque cierto chico no tenía un pene muy pequeño que digamos.

Aún así, sabiendo que en cualquier momento el la podría dejar, porque aún que digan que la edad no es un problema en el amor, en algunos casos por supuesto que lo era, y este era un caso.

Ella era bastante mayor para el, estaba segura que en algún momento Sunghoon se aburrirá de ella y buscará a alguien que se adapte más a su edad y sus exigencias, le dolería, claro que si, pero no tenía demasiado por hacer más que seguir dándole todo su amor.

—Lo es... Y lo lamento por ser tan testaruda cariño.

Sunghoon suspiro y asintio tocando su mano por encima de la mesa.

—Ya, ¿Estamos bien?

—Si cielo, lo estamos—la mujer le sonrió, Sunghoon se dió cuenta que su sonrisa era muy parecida a la de Sunoo.

Quizás por eso le había gustado.

Comieron en completa armonía entre risas y chistes que el menor hacia para contentar aún más a la mujer, la hora de despedirse llegó.

Ya que ella trabajaba en una inmobiliaria y debía ser muy responsable, el menor lavo los platos y se volteo para despedir a su novia, plantandole un beso en la frente.

Decir que ella no se sintió decepcionada era mentir, ella esperaba un beso apasionado como los que el estaba acostumbrado a darle, pero se conformo y salió de su casa sintiendose un poco mejor ya que las cosas con Sunghoon habían mejorado.

Sunghoon se devolvió a la cocina para retirarse el delantal, hasta que escucho la puerta principal ser abierta nuevamente.

Pensó que a su novia se le había olvidado algo.

—¿Que olvi...—sus palabras quedaron al aire cuando vio al menor entrando, con una mochila en su hombro y una linda sonrisa en sus labios.

Rápidamente las escenas del vídeo de Sunoo se reproducieron en su mente y su corazón empezó a latir con fuerza, pero no era lo único que empezó a latir porque su miembro estaba empezando a despertar.

Sus nervios lo atacaron y rápidamente intento aliviar el ambiente.

—¡Sunoo buenos días! ¿Ya comiste?—el menor iba a responder pero Sunghoon lo interrumpió —no importa te haré algo de todos modos, ve a cambiarte y espérame en la mesa.

Rápidamente se dió la vuelta volviendo la cocina.

¿Que le pasaba? Ni siquiera el podía explicarlo.

Y ni hablar de Sunoo que quedó perplejo pero con una sonrisa en sus labios.

El tampoco sabía que sucedía.

Only Fans || Sungsun [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora