Only Fans || Sungsun [+18]

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El pecado es tentativo, las cosas malas y que traen consecuencias a lo largo también lo son.

Entonces ¿Por qué a los seres humanos les gustaba tanto?

Quizás la tentación Quizás la adrenalina.

Fuera lo que fuera, tenía a Sunoo y a Sunghoon besándose como locos hambrientos.

Como si necesitaran esto con toda su alma, como si lo quisieran desde siempre.

No había cordura ni pensamientos.

Lo único que había eran las ganas prominentes del otro.

Sunghoon sostenía las caderas de Sunoo con fuerza mientras el otro lo sostenía por su nuca, los chasquidos de sus labios al unirse eran lo único que se escuchaba en la habitación.

Los besos empezaron a bajar de sus labios a su mandíbula y terminaron en el cuello del menor.

Sunoo se sentía en las mismísima gloria y Sunghoon estaba siendo completamente irracional, más aún cuando sus manos bajaron a esos muslos que tanto le gustaban, su piel era bastante suave y lechosa.

~Mmm

Fue ese sonido el que golpeó a Sunghoon con la realidad, estaba comiéndole la boca al pequeño lleno de tentación del hijo de su novia.

Se separó del cuello del menor dándose cuenta que había dejado marquitas por las succiones.

Ambos se miraron.

Con mucho que decir y con pocas ganas de hacerlo.

Entonces cuando Sunoo le sonrió el mayor supo que ya habia caído hasta la médula por Sunoo y que por más que lo intentará no podría solo dejarlo.

Sunoo tomo el valor y la osadía de acercarlo con ferocidad a su boca nuevamente.

Ambos gimieron por el contacto de sus labios necesitados.

Sunghoon cargó a Sunoo haciendo enrollar sus piernas en su cintura, mientras el lo sostenía por los muslos y lo llevo a la cama.

Recostandolo con delicadeza, su mano subió de su muslo a la cintura del menor porque el menor tenía una linda y contorneada cintura.

Posicionado en medio de sus piernas, empezó a besar su cuello nuevamente, el rubio tenía un olor dulce, como a vainilla pero al mismo tiempo sofisticado, como todo su ser.

Sunoo arqueaba su espalda cada vez que el mayor pasaba la lengua por la sensible piel de su cuello, mientras que sus manos lo tocaban con delicadeza sintiendo cada fibra de la su piel.

Sunoo era como un delicado bebé para Sunghoon, su piel era hermosa y sus reacciones al tacto del mayor eran demasiado excitantes.

Cuando la mano del mayor subió a uno de los pezones del menor pellizcándolo, la mano de Sunoo fue al miembro erecto de Sunghoon presionándolo por encima de la ropa.

~Oh Sunoo...

La cabeza de Sunghoon cayó hacia atrás cerrando los ojos con fuerza estaba demasiado sensible y tener al dueño de sus pajas ahí mismo debajo de él, lo prendía demasiado.

El menor aprovecho la distracción del mayor para arrodillarse quitando el cinturón del pantalón del mayor.

Sunghoon sabía perfectamente que iba a pasar y mentiría si dijera que no quería, de solo recordar a Sunoo chupando aquel dildo sentía su miembro palpitar y al mismo tiempo doler por lo duro que estaba.

Bajo su mirada encontrándola con el menor, sus miradas derrochaban deseó, el mayor mordió su labio cuando Sunoo empezó a bajar el pantalón con la ropa interior sin despegar la mirada de Sunghoon.

Cuando lo hizo miro el miembro del mayor aún envuelto en la tela de la ropa interior.

Sus ojos se abrieron causándole una risita al mayor.

—No solo eres muy atractivo, si no que también estás muy bueno Sunghoon...

Sus manitos apretaron el prominente bulto haciendo que el mayor siseara de placer.

Entonces cuando estaba por bajar la elastica del boxer, la puerta principal de la casa fue abierta.

—¡Amor ya llegué!

Sunoo abrió sus ojos y miro al mayor con pánico.

El mismo que se alejo lentamente subiendo su pantalón, Sunoo pensó que este lo abandonaría o que simplemente le diría que todo había sido un error.

Pero Sunghoon se inclino y beso sus labios lentamente.

Sin decir ni una palabra ambos se sonrieron para luego dejarse ir como si nada hubiese ocurrido.

Sunghoon se fue directamente a su habitación, específicamente el baño, necesitaba quitarse la calentura y las grandes ganas que el menor le había dejado.

Mientras Sunoo no podía aguantar el cosquilleo que sentía, le puso el seguro a su habitación y tomo aquel dildo.

Necesitaba quitar sus ganas con urgencia.

Ambos se masturbaron a nombre del otro.

Cuando la noche llegó, los tres estaban reunidos en el comedor cenando, los mayores hablaban animadamente mientras Sunoo parecía no querer comer su comida y Sunghoon lo noto.

Definitivamente tenía que hacer algo para cambiar la perspectiva que el menor tenía de si mismo.

—¿Entonces que dices cariño?— Sunghoon miro a la mujer sin entender que decía porque hace mucho había dejado de escucharla.

—¿Eh?

La mujer giró los ojos y luego rio.

—¿Que te parece reservar unos lugares en el spa el fin de semana?

—¿Este fin?

La mujer asintió con una sonrisa.

—Está bien supongo

La mujer sonrió contenta y se inclino hacia su novio para darle un beso, pero Sunghoon giro su rostro haciendo que el beso fuera en la mejilla.

—¿Que fue eso?

—Lo siento, estoy comiendo tengo los labios sucios—Sunoo miro al mayor por unos segundos y después se levantó, llamando la atención de ambos.

—Mm me iré a mi habitación tengo que ensayar.

—Pero si no has comido nada Sunoo— su madre le reprendió.

—No tengo hambre mamá.

—¡Por Dios Sunoo! Parecerás un espanta pájaros si sigues así.

—Oye no le digas así— la mujer giró su rostro hacia su novio quien la había regañado, Sunoo parecía tener problemas de autoestima y alimentación, ese tipo de comentarios no ayudaban mucho que digamos.

Sunoo bajo su mirada con vergüenza.

—Lo siento mamá no todos tenemos un figura perfecta como usted.

—¡No quise decir eso!

—¡Siempre me dices cosas hirientes sobre mi cuerpo mamá!— tuvo el valor de enfrentarla mirándola a los ojos, aún que por dentro su corazón palpitara rápidamente.

—¡YA BASTA SUNOO! Esto es culpa de tu padre si el no te hubiera consentido tanto tu tuvieras un peso ideal, yo cuidaba tu alimentación ¡Pero claro si el niño quería una hamburguesa grasienta debíamos comprarla! ¿Ahora yo soy la mala?

—¡Su-yeon EH DICHO QUE BASTA!—La mujer se callo al escuchar el grito de su novio— ¿Cómo puedes decirle esas cosas? ¡Deberías ayudarlo!

—Ni siquiera lo intentes, ella siempre será así.

Murmuro el menor con sus ojos cristalizados, para irse corriendo a su habitación.

Sunghoon entendió quien había creado la mayor inseguridad en Sunoo.