15

5.2K 353 175
                                    

Sus miradas decían demasiado, ambos estaban sumergidos en su propio mundo incapaces de pensar en algo más que en lo que ellos mismos estaban sintiendo.

Sus miradas estaban conectadas mientras Sunghoon penetraba a Sunoo con sus dedos.

La boquita de Sunoo se abría cuando sentía el dedo moverse en su interior como si rasgara dentro de el.

Lo que fue un dedo se convirtió en dos, expandiendo la entrada del menor, jugando con la misma, entraban y salían con facilidad, se movían en forma de tijera mientras Sunoo gemía en voz alta.

Sunghoon saco sus dedos y tomo a Sunoo por el pecho, dejándolo de rodillas en el sofá frente al espejo.

—Quiero verte, quiero ver tu hermoso cuerpo, tu hermoso rostro cuándo te lo este metiendo Sunoo.

Los ojos de Sunoo se abrieron con fuerza con pequeñas lágrimas de placer asomándose.

—Pídeme que lo haga Sunoo, quiero saber si tú también lo quieres.

Sunoo trago grueso y lo miro.

—Lo quiero, lo quiero tan mal...por favor Sunghoon hazlo, hazlo.

Sunghoon sonrió y bajo la vista a su pantalón liberando su miembro palpitante y húmedo, efectos que causaba el pequeño en sus brazos, el, su cuerpo, sus gemidos, su belleza y esos malditos videos.

Escupió sus mano y masturbo un poco su miembro, Sunoo estaba expectante a la espera de lo siguiente, sus ojos no se despegaban del mayor, de su brazo tatuado moviéndose como si se masturbara, de sus gruñidos, su cara haciendo esos gestos de excitación mientras mordía su labio y ese cuerpo perfectamente formado.

La pregunta de que le había visto ese hombre a su madre se formuló otra vez y ahora entendía que quizás las cosas entre ellos no estaban bien, pues ahora estaba aquí con el.

A menos de que Sunghoon siempre le haya sido infiel a su madre y el sea solo uno más.

Y pensar aquello dolía en su pecho.

Pero ni siquiera tuvo tiempo de pensar cuando la punta del miembro contrario empezó a introducirse en su entrada pequeña, su boca se abrió en demasía dejando salir un pequeño hilo de saliva, mientras Sunghoon apretaba su cintura dejando besitos en su cuello.

—Eres tan estrecho...

Sunoo asintió perdido en aquellas palabras, la intromisión y las fuertes manos que lo apretaban.

—Joder nene que rico estás, estás tan calentito por dentro.

Cada vez se metía más y Sunoo se sentía completamente lleno, no sabía si había entrado por completo pero era demasiado para el, sus ojos cerraron por instinto y sus manos se empuñaron.

Dolía, claro que dolía pero Sunoo estaba acostumbrado al dolor, sobre todo al dolor que las zapatillas le causaban a sus dedos hasta el punto de romperlos con tal de ayudarlo a mantener una postura perfecta de puntillas.

Sunoo a pasado por mucho y nadie más que el lo sabía.

Sunghoon noto como Sunoo se había puesto y paro la intromisión, la verdad llevaba un poco más de la mitad pero sabía que para una entrada pequeña y angosta como lo era la entrada anal, un pene como el de el podía doler bastante y el no quería hacerlo sufrir.

Poso ambas manos en la cintura del menor acariciando la piel de esta y empezó a repartir besos por sus hombros lleno de pequeñas pecas marroncitas.

—Abre los ojos nene, mírate, mira lo lindo que eres.

Las palabras más cálidas para tratar de hacerlo sentir mejor, Sunoo abrió sus ojos, respiro profundo y poso su mirada en el, ambos se sonrieron mientras Sunghoon se movió lentamente.

—Te prometo que te dejará de doler.

Sunoo asintió deslizando sus manos por las de Sunghoon, enrollándolas, como si fueran una pareja, como si estuvieran haciendo un acto de amor y no uno de imprudencia y pecado.

De repente las cosas no se sentían tan mal, no cuando Sunghoon lo penetraba lentamente mientras besaba su cuerpo, Sunoo apoyo su cabeza en el hombro contrarió cerrando sus ojos.

Estaba empezando a sentir que el dolor se transformaba en algo más, porque a pesar que el de había metido un dildo, aquel artefacto de cristal, era duro delgado y aún que era un poco largo, no se comparaba ni en tamaño no en grosor al de Sunghoon y sin contar con que este era de carne y se sentía malditamente delicioso.

Sunoo en un arrebato de querer más, echo su cadera hacia atrás haciendo que el miembro de Sunghoon entrara más, Sunghoon rápidamente paró sus caderas.

—Nene no, te dolerá más.

Pero Sunoo estaba perdido y poco le importaba como pudiera dolerle después.

—Una mierda....rompeme el...culo Sunghoon.

Justo lo que el necesitaba, porque si no lo hacía a su manera iba a enloquecer y su pene moriría de aburrimiento.

Tomo la nuca de Sunoo con fuerza y la llevo hacia abajo, recostando su pecho y su cara en el sofá, se estrelló con fuerza haciendo un ruido seco de sus bolas con las nalgas de Sunoo.

¡Dios como amaba esos sonidos obscenos!

Se enterró hasta lo más profundo escuchando el fuerte gemido de Sunoo y empezó a moverse con fuerza, haciendo más sonidos de golpeteos al mismo tiempo sosteniendo la nuca de Sunoo, aprisionándolo en el sofá.

—¡Mierda! Estás tan bueno nene—gruño echando su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos.

Porque hace mucho no se sentía así.

Con su mano libre nalgueo a Sunoo dejando su mano marcada, se sentía en la cupisde del placer y no podía controlarse, se salió un poco de Sunoo para lamer aquella marca y morder con fuerza la nalga blanquita de Sunoo.

—¡Dios que rico!

Sunghoon sonrió al escuchar aquello y volvió a introducirlo con fuerza, soltó la nuca de Sunoo y con ambas manos abrieron las nalgas de Sunoo mirando como su miembro se hundía en lo más profundo de esa pequeña entrada.

—Mírate...que bien me recibes ¿Te gusta Sunoo? ¿Te gusta mucho?

—S-si... ¡Ahhh! Si me gusta, me gusta mucho pa..

—¿Que? Dilo.

Sunoo negó, aquello podía ser vergonzoso o arruinar el momento, pero Sunghoon sabia que aquel apodo lo llevaría al máximo y mucho más viniendo de esa boquita.

—¡Dilo maldita perra!—sus embestidas fueron más duras, ¿Caminar? Eso ni siquiera le importaba a Sunoo ahora.

—¡Si-si... Papi me gusta! Me gusta mucho, me encanta.

Maldita sea ¿Por qué no se había fijado en Sunoo antes que su madre?

Sunoo bajo su mano y empezó a masturbarse rápidamente, necesitaba liberarse, necesitaba hacerlo ya.

Cuando sintió su vientre cosquillear Sunghoon lo noto y volvió a tomar su pecho poniéndolo de rodillas frente al espejo, Sunoo se corrió manchando el sofá sin despegar la vista de Sunghoon mientras Sunghoon saco su miembro y se corrió en su propia mano.

Ambos cansados y respirando con dificultad, Sunghoon tomo a Sunoo de la mano y lo guío al baño, lavo sus manos y fue por unas toallitas húmedas para limpiar el cuerpo del menor.

Se sentía tan bien, tan liberado, tan desestresado.

Sunoo lo miraba con nervios sin saber que hacer ahora o como actuar se sentía extraño.

Pero cuando pensó que las cosas podían ser peores, Sunghoon lo abrazo sin importar la desnudez de ambos, lo envolvió en un cálido abrazo y luego se separó un poco sin soltar su cintura para besar sus labios con lentitud.

—¿Quieres comer? Comeremos lo que tú quieras, pídeme lo que quieras nene.

Si, ya no había vuelta atrás...

Only Fans || Sungsun [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora