ILLICIT AFFAIRS | Pipe Otaño

capitulo veinte

a drug that only worked

felipe se levanto del suelo con rapidez en cuanto vio la silueta delgada de la rubia acercarse a su departamento, sus pasos eran flojos y pequeños.

el ojiazul arreglo su pantalón intentado hacerle creer que no llevaba tres horas afuera de su departamento.

—¿qué haces acá?— preguntó buscando entre su bolsa las llaves, no lo miro.

y esa parecía ser la mayor tortura para pipe que deseaba que lu lo mirara con sus ojos verdes y el brillo que había en ellos.

—estoy acá por vos, lu— dijo como un niño chiquito.

—dale, solo te tomo dos días— las palabras burlescas de la rubia lo molestaron de alguna manera.

—para lu, deja de ser tan borde, hablemos— mantuvo la calma, lu abrió el departamento y se adentro primero.

la opción de cerrarle la puerta a felipe en la cara estuvo en su mente pero el argentino ya estaba adentro del hogar.

—no te dejé pasar, maleducado— lu cerro la puerta.

—ya estoy acá, igual— respondió felipe mirando el desorden de la cocina.

—hace falta fregar un poquito, linda— las burlas de felipe aparecieron.

—te saco eh felipe, habla que no tengo tiempo para pelotuditos— lu recargo su mano en su cadera mirandolo.

si algo odiaba felipe, eran los insultos en diminutivo.

—anda vos, no hagas esperar a enzo— el ojiazul se cruzó de brazos.

—pues no, por eso habla que no tengo tiempo— lu lo pico aún más.

felipe ignoro la respuesta de la rubia y se enfoco por lo que había ido a verla. Arreglar las cosas con lu, con su lu.

—no quiero estar mal con vos, lu— el tono de felipe fue más suave.

—nunca queres estar mal vos y siempre la re cagas— se quejo lu, cruzando los brazos.

felipe tuvo que reprimir su risa dentro de el, le causaba mucha risa como lu siempre estaba a la defensiva.

parecía un chihuahua.

—lo se, lu, la re cago siempre— la rubia asintió ante sus palabras.

—pero estoy re loco por vos y no quiero perderte— las palabras de felipe hicieron que lu sonriera como niña.

no pueden culparla, tenia a felipe diciéndole que estaba re enamorado de ella.

—que pelotudo que sos— las mejillas de lu estaban sonrojadas.

—vos me volves un pelotudo, amor— los chamuyos de felipe la hicieron sonreír y rodar los ojos.

—para, de verdad quiero estar bien con vos, lu— el castaño retomo sus palabras.