XXXIII

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De vuelta a aquel edificio que bien conocían, y del que algunos ya se estaban cansando, los dirigieron directamente hacia una sala de reuniones. De haber sido un asesinato corriente, con arma blanca o a puñetazo limpio, los agentes no habrían sido obligados a investigar el asesinato, convirtiéndose en un código más en la sala de archivos. ¿Pero un descuartizamiento? Eso ya era otra cosa.

- Los forenses aún tardarán un rato en darnos lo suyo, así que deberíamos aprovechar por delimitar lo que sabemos, así será más fácil explicárselo a los del siguiente turno.

Atsumu revisó por última vez la pantalla de su móvil. Ante la aparición de un nuevo caso de tal índole, Oikawa le había rogado mediante interminables mensajes que le ayudara a hacer entrar en razón a Iwaizumi para que lo dejara participar en la investigación, pero por mucho que le gustara trabajar con su amigo, tenía que darle la razón a su superior.

- Atsumu, ¿Te gustaría empezar?

- Claro.

El mencionado se acercó hasta la vacía pizarra, y empezó a rellenarla con letra y actitud seguras a la par que explicaba sus teorías sobre el caso, dándole créditos a Kageyama por su teoría . Sakusa miraba con atención a su pareja, cada movimiento y balanceo de su cintura, pero la corta conversación que habían tenido antes le impedía concentrarse. Sus ojos captaron al dúo naranja y azul que miraban con sumo interés, incluso admiración, mientras escribían a toda potencia cada cosa que salía de la boca de Atsumu.

- Esto es lo que tenemos por ahora, cuando sepamos la identidad de la víctima podremos hablar con familiares y allegados. Aún así, para no perder tiempo, Kenma, ¿Podrías buscar si alguien ha dado un parte de desaparecido estas últimas dos semanas?

- ¿Qué perfil buscamos?

- Hombre anciano, entre 70 y 80 años. Pelo blanco, estatura media. Busquemos en áreas colindantes a donde fue encontrado, si no da resultados, ampliaremos el perímetro.

- Entendido, dadme unos minutos.

Acto seguido el hacker se acercó más a la pantalla, buscando enfrascarse por completo en la tarea y no atender a posibles distracciones, pero un fuerte sonido proveniente de la única entrada a la sala lo espantó, al igual que la mayoría de los presentes.

- Traemos noticias, pero no las que esperáis. La víctima se trata de XXXX XX, 81 años, residente de una residencia de ancianos a las afueras de Tokyo. Lo hemos encontrado por los registros anuales que les hacen en esa residencia, porque es privada.

- ¿Residencia...?

- Lo tengo, su hija ha formalizado el parte de desaparición hace justo dos semanas. Tengo su contacto en el parte, deberíamos llamarla lo ates posible.

- Atsumu se ocupará de ello, dale el número.

- ¡Roger!

- ¿Tenemos alguna información que nos pueda decir por qué lo habían visto en esa calle en varias ocasiones?

- Volví a leer el testimonio de aquella trabajadora sexual y según decía se acercaba a aquel lugar cada viernes, pero solo caminaba.

- Eso es muy extraño.

- En realidad no, por lo que escuchó de sus compañeras, una de las hijas de la víctima fue secuestrada cerca de allí, seguramente para formar parte del tráfico sexual, y el hombre seguía empeñado en encontrarla.

- Dios mío... ¿Cuándo fue eso?

- En los años ochenta, creo.

- Deberíamos acercarnos hasta la residencia para hablar tanto con empleados como residentes.

Criminal Minds²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora