ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
✦┆ ¿Y después qué?
✧┆A pesar de todos los obstáculos
✧┆Do Hee y Gu Won pudieron presu-
✧┆mir un final feliz. Pero como toda
✧┆felicidad, no es eterna.
✧┆Gu Won es un inmortal demonio...
Cambiaremos. Cambiaremos de gustos, de pertenencias y de todo. Tan sólo se mantendrá nuestro amor por el otro. Ansío vivir todas esas transiciones a tu lado. Quiero verte cambiar, como cada día te vuelves más sabia y madura, restas importancia a lo que no lo tiene, como tu rostro se arrugará cada día más. Estoy convencido de que eso a ti te disgustará. Pero a mi no, ¿y sabes por qué? Porque significa que sigues viva a mi lado.
Do Hee regresó al banco con dos helados en la mano. Una de las tradiciones de la pareja que había perdurado era pasear al aire libre y simplemente disfrutar del buen tiempo, el cantar de los pájaros, las risas de los niños, y de vez en cuando, en ocasiones especiales, presentar la discusión de alguna pareja reciente.
─ Vainilla, obviamente ─ sonrió tendiendole el cono.
En ese preciso instante se acercó a ellos un niño pequeño tras su balón. Gu Won lo detuvo con su pie y recogió para devolverselo ─ ¿Es este tu balón?
El niño sonrió tímidamente y asintió.
─ Pues toma
─ ¡gracias señor! ─ rió y saltó emocionado antes de recibirlo
La madre del niño se acercó y agarró la mano de su hijo ─ Ven aquí pequeñajo, y no molestes. ─ se giró hacia la pareja para disculparse ─ Disculpen, no le vi cuando salió corriendo.
Do Hee se limitó a sonreír ─ No se preocupe por eso, su hijo es muy lindo por cierto
─ Gracias ─ sonrió y con una leve inclinación de cabeza señaló a Gu Won ─ El suyo también.
Acto seguido se retiró dejando a una Do Hee Patidifusa. Quedó estática durante varios segundos, lo que alertó a Jeong Gu Won quien no supo como actuar.
Cuando recobró la compostura fingió una risa muy forzada y le restó importancia ─ Pf, que tonterias dice la gente
─ Do-
─ No hablemos del tema. Se te va a derretir el helado y no me quedará otra opción que comermelo. Es más, ¿sabes que es mejor? Voy a comprarte otro.
Se levantó y fue sin mediar más.
❍⌇➭ ⌗⏰๑ ˚ ͙۪۪̥◌
Esa misma tarde Gu Won apareció en el umbral de la puerta tras terminar la organización del próximo espectáculo de la fundación. Aunque confiaba ciegamente en cualquier decisión que tomase su nuevo secretario quien había demostrado poseer dotadas facultades para el cargo, aún requerían de su participación y aprobación para todo. ¿Porque ser director era tan duro?
Sus huesos entumecidos necesitaban una ducha urgente, empujó la puerta entreabierta del baño y para su sorpresa encontró a Do Do Hee dentro, parada frente al espejo tan concentrada que no notó su presencia.
Recorría su pálido rostro con sus dedos, trazando cada línea que lo adornaba. Su expresión era muy seria, pero no expresaba enojo, sino frustración. ─ Genial. Ahora creerán que soy una asalta cunas. ─ rodó los ojos y golpeó el lavadero antes de continuar ─ Como se atreve a decir eso. Pf, ¿que no sabe lo que son modales? Porfavor, tampoco parece que nos llevamos tanto. Si supiera que es un demonio que no envejece no habría dicho eso. Gente metiche. ─ su expresión se relajó y entristeció ─ No tenía motivos para mentir tampoco. ¿Parezco su madre?
Un nudo se formó en su garganta, dificultandole el habla ─ Da gracias que sigue contigo.
Enfocó su visión en el espejo por varios segundos más en silencio hasta que se le humedecieron los ojos.
─ Do...
Al oír la voz corrió a limpiarse los ojos y echarse agua en la cara ─ Ah Gu Won, has llegado. Me estaba lavando la cara para irme a dormir. ¿Quetál te ha ido?
¿Debería decir algo o fingir que no ha visto nada? ─ bien.
❍⌇➭ ⌗⏰๑ ˚ ͙۪۪̥◌
Esa noche Gu Won prácticamente no durmió, se mantuvo en vela dándole vueltas al asunto y al malestar de su mujer. Cuando apenas los primeros rayos de sol de la mañana entraron por la ventana, se incorporó y encerró en el baño para llevar acabo su "plan"
Posicionó el móvil contra el espejo para sostenerlo y siguió el tutorial con sumo cuidado.
─ ¡Porfin! ─ gritó y al levantar la cabeza el cuelló le tiró por la cantidad de tiempo que había pasado agachado.
Miró el resultado final en el espejo, jamás se había visto peor. Perfecto.
Acto seguido fue a preparar el desayuno esperando a que Do Hee se despertase.
─ buenos dias ─ bostezó la mujer al salir de la habitación con su aspecto desaliñado y aún con sueño.
No fue hasta que se sentó en la silla del comedor que se dio cuenta del panorama. Abrió la boca y cerró, y nuevamente repitió la acción, las palabras no le salían.
─ ¿Que...te has hecho?
─ Nada, el tiempo.
─ Esta claro que no te han salido arrugas de la noche a la mañana, ven aquí ─ se acercó a su rostro y humedeció el dedo pulgar antes de pasarlo por su rostro
─ ¡Do Hee no hagas eso!
─ ¡No sale!
─ ¡Ese es el punto!
─ Me estas vacilando, ¿que planeas Jeong Gu Won?
Sabía de antemano que la situación iba a ser extraña, pero no se esperaba tal recibimiento. Suspiró resignado ─ Ayer te vi.
la mujer no le necesitó más para comprender, y su expresión cayó, cada vez más sería.
─ Y te conozco, se que las palabras de esa mujer te dolieron. Aunque intentes fingir que no. Y es una chorrada tremenda. Se que no somos un matrimonio normal por lo que soy pero para eso hay que adaptarse. Me encanta tu cara, amo mirarte todas las mañanas mientras te desperezas, cuando vamos al trabajo, durante la cena, por la noche mientras te quedas dormida, en todo momento. Espero que no vuelvas a pensar que te voy a dejar ni nada por el estilo, porque es inviable y muchísimo menos va a ser por tu aspecto. Mírame, ¿ha cambiado algo?
Do Hee se limitó a negar con la cabeza
─ Exacto. Justo eso me pasa a mi. Y si te incomoda que te vean conmigo así, pues no tengo inconveniente en aparentar unos pocos años más. Además, ya va siendo hora, parecerá extraño si sigo manteniendo las mismas apariencias que hace 20 años.
La mujer le abrazó fuertemente, apoyando su cabeza en su pecho. No quería llorar, pero la situación la superaba. Habló entre sollozos ─ Creía que tu cara joven era lo que más te gustaba de ti.
─ Tú me gustas más incluso.
La pareja se mantuvo en la misma posición durante lo que pareció ser una eternidad. ─ Esto es injusto, Gu Won
─ No te atrevas a p-
─ No, calla, no me refiero a eso. Es injusto que te veas así de bien hasta con arrugas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
