Haremos frente a todo juntos. Cuentas con mi mano en todo momento.
Do Hee lanzó los tacones al aire bruscamente. Ya los recogería después. Y se lanzó al sofá. ─ Agh, yo ya no estoy para trabajar hasta tan tarde.
─ ¿Día duro?
─ Ajá. ─ al estar boca abajo su voz se oía distorsionada ─ Debería contratar a alguien para que lleve el cargo de jefe sin ser jefe
─ ¿Hacer la labor más difícil de la empresa por el salario mínimo? Que generosa.
─ Tú hacías eso con el señor Park.
Gu Won quiso argumentar, pero tuvo que callarse al no tener nada a su favor.
─ Es una buena idea Do, necesitas descansar más, pasas mucho tiempo en la oficina. ¿Y si confías más en tu secretaría?
─ No se, no me transmite mucha confianza aún, como echo de menos a la señora Shin.
─ ¿Que hay de Seok hoon?
─ No creo que tarde en irse con sus padres a Perú. ─ por fin se levantó del mueble y Gu Won pudo ver su rostro, pálido y derrochante de cansancio. ─ ¿Hay cena?
─ Sí. ─ la había preparado a propósito al ver que el reloj daba las nueve y Do aún no había llegado. ─ Aunque ya está frío
─ Yo lo caliento ─ y nuevamente, animada, se incorporó en dirección a la cocina.
─ ¡Que rico todo! ─ rió ─ esto es justo lo que necesitaba.
Pasaron la hora de la cena hablando entre ellos, sobre temas triviales no relacionados con el trabajo
─ ¿No huele raro? ─ preguntó Gu Won incorporándose asustado ─ Como a quemado...
─ ¡Ay el fogón! ─ Do Hee había dejado el fuego encendido bajo la olla y el humo se había propagado por la cocina. Gu Won corrió a apagarlo y abrir las ventanas.
─ Que susto ─ susurró la muchacha al terminar de recoger la mesa ─ Se me ha olvidado apagarlo, será que estaba muy hambrienta como para asegurarme
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─ ¡Ya me voy! ─ gritó Do Hee desde el umbral de la puerta poniéndose los zapatos.
─ ¡Espera! ¿A donde vas? ─ preguntó su marido confundido
─ Al trabajo, ¿a donde más si no?
─ Cariño... hoy es domingo. Los domingos no trabajas.
La mujer se paró en seco rememorando ─ Oh, cierto, ya sabes, semana intensa, olvido hasta en que día vivo. ─ rio brevemente ─ En todo caso ya estoy vestida, ¿vamos a desayunar fuera? Invito yo.
Ambos se sentaron en una pequeña terraza cercana al apartamento, Do Hee tomando un té y Gu Won su ahora característico café.
─ Hay algo que hace tiempo me tiene pensando, ¿sabes? ─ pronunció echándose el pelo hacia atrás
─ ¿Qué es? ─ cuestionó el pelinegro
─ El otro día me llamó la cuidadora de la señora Shin. ─ pausó para tomar un sorbo de su vaso ─ dijo que me llamaba a mí porque no había ningún otro familiar al que acudir ─ hizo una mueca de tristeza antes de clarificar ─ lo que sinceramente me parece una pena, ha estado toda la vida encomendada al trabajo y ahora que ya no puede más... Pero bueno, el caso. ¿Sabes que me dijo?
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epilogue | my demon
Hayran Kurguㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ✦┆ ¿Y después qué? ✧┆A pesar de todos los obstáculos ✧┆Do Hee y Gu Won pudieron presu- ✧┆mir un final feliz. Pero como toda ✧┆felicidad, no es eterna. ✧┆Gu Won es un inmortal demonio...