✧ ; 09

204 10 2
                                        

Jeong Gu Won soltó la inexperta Carta dejandola flotar hasta tocar el suelo mientras se limpiaba una brillante lágrima que resbalaba por su tersa mejilla.

Era la carta que escribió tras consolidar su relación con Do Hee, hacía ya muchos años. Había querido vertir todo sentimiento almacenado en su eufórico corazón.

A pesar de no haber obtenido el resultado que hubiese querido, le entregó la carta a su esposa entre temblores y dudas.

Do Hee la había recibido con una deslumbrante sonrisa reconfortante y una amplio abrazo al finalizar.

"Esto es precioso Jeong Gu Won.

Gu Won sonrió ante el recuerdo.

Acto seguido hizo acopio de su restante fuerza de voluntad y abrió los diversos cajones del escritorio.
La mayoría eran documentos con facturas, contabilidad y otros asuntos de la empresa. Iba a almacenarlos y terminar lo comenzado por Do Hee hasta que su atención recayó en un bloque de papeles concreto: herencia.
Seguro que lo habría dejado ahí a propósito

No se molestó en abrirlo, ya le contactaría el abogado encargado.

Se había visto obligado a entablar esa conversación con anterioridad con su mujer en más de una ocasión.

Muy a su pesar, heredaría la empresa de Do Do Hee. Así es, ya no contaría únicamente con la fundscion Sonwol, sino que también con Mirae F&B.

Se apoyó en el respaldo de la cómoda butaca frente al escritorio. En los últimos días su tiempo había transcurrido de tal manera, rememorando los recuerdos junto a su esposa y reflexionando acerca de las decisiones tomadas a lo largo de su vida.

Había una pregunta en particular que le atormentaba cada que tenía oportunidad:  ¿Y ahora qué?  

Simplemente...¿se había acabado? ¿Así sin más? 

Pues claro que esto se veía venir. Desde el primer día sabían que esto algún día pasaría. Es por ello que a un demonio le convenía alejarse lo máximo posible del ser humano, primordialmente por su inmortalidad. Formar vínculos sociales no hacía más que conllevar a la destrucción de uno mismo. 

Sentía una fuerte punzada en el pecho, que a su vez se comprimía alrededor del vacío que perpetraba.

Tardó unos segundos en notar el odor a chamuscado que embargaba el ambiente, y al hacerlo se desplazó rápidamente en busca de agua para su dedo: combustión espontánea.

Hizo un fuerte esfuerzo para recordar la última vez que había firmado un contrato, misión en la que falló estrepitosamente. Con total seguridad había sido afortunado, pues hacía tanto que el recuerdo permanecía difuso.

Hacía dos semanas Do Do Hee había sufrido una grave recaída y todos los médicos a los que acudieron sentenciaron una misma respuesta: "No le queda mucho tiempo de vida. "

Naturalmente aprovecharían esos instantes al máximo, era una despedida premeditada

─ Oye cielo...

─ ¿Sí?

─ ¿Y si firmas un contrato?

─ ¿Quieres que haga un contrato contigo? ¿Porqué?

─ Puedo alargar tu tiempo de vida. Pero necesito que me lo pidas

Una triste sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer ─ No...

─ ¿Porqué? ¡Porfavor! ─ un brillo desesperado asomaban por las pupilas de Gu Won

─ Estoy cansada...─ pronunció con dificultad ─ Te dije que no podías depender de mi, tienes que seguir con tu vida.

epilogue |  my demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora