Capitulo XI

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📆 2 de abril de 2025
📌 Shangai (China)

-¡No, no y no! -me quejo, llevándome ambas manos a mi cabeza.- ¡Dios mío papá! ¡¿En qué estabas cuando lo hacías?!

-Sienna, relájate, primero de todo, esas acusaciones son falsas...

-¡¿falsas?! ¡Maldita sea, las vi con mis propios ojos! -suelto un suspiro de mi parte con una de mis lágrimas derramándose por mi húmeda mejilla.- Te repetiré la pregunta papá, ¿qué pensabas cuando lo hacías?

Mi padre se cruza de brazos, mientras se sienta en el sillón de su despacho, sin decir ninguna palabra al respecto.

-¿No piensas decir nada al respecto? Bien, entonces lo diré yo -volví a tragar fuerte, preparándome para las olas moviditas que venían.- ¿te imaginas que en vez de esa chica hubiera sido yo, con un hombre? ¿Qué hubieras hecho al respecto? ¿Quedarte parado de brazos? Ya te digo que no, seguramente harías lo que sea por que yo esté bien y porque ese asqueroso no me ponga una maldita mano encima... -veo como posa una de sus manos en mi hombro derecho, así que no tardo mucho en quitarlo rápidamente.- no me vuelvas a tocar, ni ahora, ni en tú maldita vida

-Soy tú padre Sienna

-te equivocas, mi padre nunca sería capaz de hacer esto, mi padre me compraba helados y me llevaba a ver atardeceres porque sabe cuánto los amo, mi padre no es capaz de ponerle una mano a una mujer que no le dé permiso de ello, incluso para darle un abrazo...

Todavía recuerdo cuando mi padre me preguntaba si podía darme un abrazo solamente para que no incomodara, es increíble que ahora fuera... eso...

-Yo... Sienna, hija...

-No me vuelvas a llamar hija, ¿sabes porqué? Porque mi padre murió el mismo día que me enteré que le había mandado esas asquerosas y repulsivas fotografías y mensajes a esa pobre chica, la cuál será despedida por algo que ella no ha hecho, solamente te lo diré una vez, no te vuelvas a acercar a Monty, a Allegra, a Charlie y por supuesto que tampoco a todos mis seres queridos

Ya de espaldas, escucho como unas palabras se clavan, como una estaca de madera, mientras derramaba alguna que otra gota de sangre.

-¡Eres una... una traidora!

-Aprendí del mejor, ¿no es así, Christian?

Sin perder más de mi hermoso y preciado tiempo, salgo con la cabeza bien alta.

Puede que no me pueda quitar el apellido "Horner", pero espero que sepan que soy Sienna, la segunda mujer piloto de la fórmula uno, y nadie ni nada me lo iba a arrebatar.

Efecto Rebote • Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora