Capitulo 6

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Ahí fue cuando lo empuje, no quería tenerlo ni un segundo más sobre mi, y mucho menos con aquella señora gritona, que ahora regañaba a Rosie, está ya no tenía el antifaz y mantenía un rostro de fastidio

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Ahí fue cuando lo empuje, no quería tenerlo ni un segundo más sobre mi, y mucho menos con aquella señora gritona, que ahora regañaba a Rosie, está ya no tenía el antifaz y mantenía un rostro de fastidio

—. ¡Rosie! Hazte cargo de tus invitados.— Grito la anciana con fuerza.

—. Lo comprendo señora Susan... Es solo que no creo que sean responsabilidad únicamente mía.— Rosie volteo a vernos con una mirada furiosa. —.Debido a que usted fue quien invito a todo mundo, son tus invitados, ¿No?. — Rosie sonrió para la señora Susan.

—. No, aquí en este lugar, solo tu los conoces a ellos dos.— apunto con su bastón hacia donde el imbécil de Alastor y yo estábamos.

Pero en lo que ellas peleaban yo me quite la máscara, pude ver mejor a todo el mundo, en una esquina estaba Vox y Velvette, quienes parecían estar a dos de quebrarse de la risa, miraban más directamente a Alastor, quien ahora también se estaba retirando la máscara, verlo me dió curiosidad entonces no aparte la mirada, para llevarme una sorpresa con ello.

—. ¿Que ves enano?.—

Soltó con soberbia. Está vez yo mantuve mi mirada sobre el y viendolo de cerca fue cuando lo entendí, ¡Era el! EL IMBECIL DE LAS FLORES, con razón... Sabía que entre todo el mundo se darían un tiro al más tonto, y parece ser que no son dos, que es uno convertido en el más idiota.

—. ¡Tu! ¡Tu fuiste el de las flores en los bolsillos! —. Empecé a gritarle en su cara mientras lo apuntaba.

—. No sé de que demonios hablas.— El empezaba a quitarse los restos de cenizas que tenía encima, sacudiendo su pelo y su ropa.

—. ¡No finjas demencia, eras tú, debí haberlo sospechado.. con la bola de imbeciles que me rodean.—

—. No sé de qué hablas, idiota.—

—. Vuelve a decirme idiota y te juro que te mata-...—

Me levanté con una enorme furia y me plante frente a el, que ahora también estaba de pie frente a mi. Fue Rosie quien interrumpió mi amenaza.

—. ¡Nadie matara a nadie!.— grito Rosie para los dos, eso hizo que tanto Alastor como yo nos quedáramos quietos en nuestro lugar, aún con miradas de odio, pero quietos.

—. Yo si los mataré.— replicó la anciana.

. No hace falta Lady Susan.—

Está vez Rosie, había usado el título de Susan al parecer, "Lady". Aunque se le notaba el enojo en su rostro.

. Entonces, dime Rosie, ¿Cómo arreglamos el desastre que estos bastardos provocaron?.— Con su bastón nuevamente apunto al desastre de cenizas que estaba por el suelo.

—. ¡Hey! Yo no soy ningún bastardo.—

—. ¡Ha! Pues lo aparenta.— soltó Alastor con una ceja levantada, nuevamente lo fulmine con una mirada de fastidio, pero Rosie intervino antes de mi respuesta.

𝐎𝐧 𝐓𝐡𝐞 𝐒𝐞𝐚𝐬𝐡𝐨𝐫𝐞.  'RadioApple' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora