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Félix ha estado gritando en mi oido durante la última media hora y mis nervios están tan agotados por lo que estamos presenciando que apenas soy capaz de oir algo.

Sólo mi corazón latiendo como loco en mi cabeza mientras los dos peleadores están en el ring golpeando uno contra otro, ambos hombres iguales en altura y peso, ambos extremadamente musculosos mientras atacan la cara del oponente.

Cada vez que uno de ellos aterriza un golpe, gritos y aplausos estallan en el lugar, el cual está lleno de gente con al menos trescientos espectadores, todos sedientos de sangre.

La peor parte de todo es que puedo escuchar el espantoso sonido de los huesos craqueando contra la carne, y los vellos de mis brazos se erizan del miedo.

En cualquier momento espero que uno de ellos caiga y nunca, nunca, se levante de nuevo.

—Miiin!— grita Félix, mi mejor amigo, y me abraza —Parece que estás a punto de vomitar, ¡no estás hecho para esto!—
En serio, voy a matarlo.

Tan pronto como aparte los ojos de estos hombres y me asegure de que sigan respirando cuando termine la ronda, voy a matar sin piedad a mi mejor amigo.

Y luego a mi mismo por acceder a venir.

Pero mi pobre y querido Félix tiene una nueva obsesión. Asi que cuando se enteró de que el objeto de sus fantasias nocturnas estaria en la ciudad participando en este privado y muy peligroso club clandestino de pelea, me rogó venir con él y verlo.

Es dificil decirle que no a Lixxie .

Es efusivo e insistente, y ahora está saltando de alegria.

—Es el siguiente— dice entre dientes, sin importarle quien ganó esta última ronda o si sobrevivieron. Que al parecer, gracias a cielo, los dos lo hicieron
—Prepárate para ver un verdadero hombre, Minho—

El público se queda en silencio, y el locutor dice: —Damas y caballeros, y ahoraaaaa... el momento que todos habian estado esperando, el hombre por el que todos están aquí. El más malo de los malos, les presento al unicooo ¡BANG-CHAN!—

Un escalofrio recorre mi espina dorsal cuando la multitud enloquece sólo por el nombre, especialmente las mujeres, y sus gritos ansiosos caen uno sobre el otro.

-¡CHRISTOPHER! ¡TE AMO, CHRISTOPHER!

-Quiero chuparte la polla, BANGCHAN!—

—¡BANGCHAN! ¡PÉGAME, BANGCHAN!—

Todas las cabezas se giran cuando una figura con capucha y capa roja trota hacia el ring.
Los peleadores esta noche, aparentemente, no usan guantes de boxeo, y veo sus dedos flexionarse y cerrarse en puños a sus costados, sus manos enormes y sus largos dedos.

Al otro lado del ring, una mujer agita en el aire un cartel que dice: "PERRA #1 DE BANGCHAN" con orgullo, y grita al tope de sus pulmones en su dirección, supongo que es en caso de que él no sepa leer o que no vea las letras rosa neón o el brillo.

Estoy sorprendido, comprendiendo que mi loco mejor amigo no es la única persona en Gimpo que aparentemente ha perdido la cabeza por este tipo, cuando siento que él aprieta mi brazo.
—Te reto a que lo mires y me digas que no harias todo por ese hombre.—

—No haria nada por ese hombre—
repito instantáneamente, sólo para ganar.

—¡NO ESTÁS MIRANDO!— grita —¡Míralo. Míralo!.—

Toma mi cara y balancea mi mirada en la dirección del ring, pero comienzo a reir en su lugar.

Lix ama a los hombres. Ama acostarse con ellos, babear por ellos, y cuando los atrapa, nunca puede quedarse demasiado tiempo a su lado.

UNDERGROUND - minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora