Nuestro chofer se desliza detrás del volante, arranca en el tráfico de la ciudad y me doy cuenta de que Christopher está respirando fuerte y rápido en el asiento trasero.
Igual que yo.Nuestras miradas se encuentran en las sombras a través de los coches y sus ojos están profundamente oscuros, el rostro grabado con furia al rojo vivo.
—¿Qué diablos crees que estabas haciendo?— Explota.
Sus manos son puños sobre sus muslos y, por un momento, creo que va a golpearlas en el respaldo.
La mirada en sus ojos es ferozmente cruda y extraña. Casi animal. Algo así como... posesiva. Y provoca un estremecimiento extraño que golpea la realidad dentro de mi.
Había estado dispuesto a besarlo.
Mis manos se aprietan en mi regazo mientras trato de mantenerlas quietas.
Pero Dios, estoy tan herido, no soy consciente de la necesidad mientras lo miro inconsciente y roto por dentro por el doloroso anhelo de querer estar con él.
Sus dedos están inquietos y quiero agarrar su mano y hacer que esta se doble alrededor de mi y rogarle que me toque.
—Acabo de salvar tu culo y me senti increíble—
digo y una nueva oleada de adrenalina cursa a través de mí como recordatorio.Chan parece estar colgando de un hilo mientras se frota la cara y pone los codos en las rodillas, sus rodillas hacia delante, frotándose la nuca con las manos, que ahora descubro que está temblando ferozmente. Tampoco está respirando bien.
—Por el amor de Dios, no vuelvas nunca, nunca, a hacer eso de nuevo. NUNCA. Si uno de ellos te pone una mano encima, ¡los matare y me importa una mierda quien me vea!—
Un estremecimiento de emoción se dispara a través de mí mientras se inclina hacia atrás y me mira con una lujuria alucinante.
Atrapa mi muñeca y aprieta tan fuerte que me quedo sin aliento, y baja la mirada y me libera.—Lo digo en serio. Nunca vuelvas a hacer eso.—
—Por supuesto que lo haré de nuevo. No voy a dejar que te metas en problemas.—
—Dios, ¿hablas en serio? -Tan fuertemente agitado como nunca lo he visto, se frota la cara y se queda mirando tristemente por la ventana, su cuerpo tiembla furiosamente —Eres dinamita ¿sabes?—Me encojo de hombros y asiento un poco, sintiéndome tan fuerte como él. cuando subimos al ascensor, estamos solos, pero él está de pie en el lado opuesto a mí.
Está raro. Histérico. Sus ojos mirándolo todo, menos a mi. Craquea los nudillos, luego su cuello.
—Está bien— digo tocándole el hombro con suavidad y se tensa como si lo quemara, mirando mi mano sobre su hombro.
Retrocedo a mi lado y nos miramos fijamente. El aire entre nosotros casi retumba como un trueno.
Parece que quiere saltar sobre mí y alejarse, todo a la vez. Flexiona sus manos a los costados y suaviza la voz mientras nos dirigimos por el pasillo a nuestras habitaciones, pero todavía suena ronca de emoción.
—Siento que hayas tenido que ver a esos idiotas— murmura.
Está visiblemente tratando de calmarse mientras rastrilla una mano por su pelo.
—Voy a romperle todos los jodidos huesos a ese idiota y le arrancaré los malditos ojos en cuanto tenga oportunidad—Asiento para apaciguarlo, porque creo seriamente que esta sediento de violencia con ellos. Pero estoy tan herido, no sé qué voy a hacer solo en mi habitación. No sé dónde poner mis manos, mis pensamientos, toda esta aceleración dentro de mi dando vueltas y vueltas y dirigiéndose a ninguna parte.
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UNDERGROUND - minchan
FanfictionChristopher Bang es el hombre más fuerte y confuso que he conocido en mi vida. Es la estrella de uno de los más peligrosos circuitos de peleas clandestinas, y me siento atraído por él como nunca me he sentido atraído por algo en mi vida. Me hace ol...