Loid y Yor volvían a su departamento, sintiendo que el ambiente estaba lleno de buena energía. Habían tenido un almuerzo agradable, conversando y riendo, y se habían prometido comprar un pastel de maní para Anya después del trabajo.
La sencillez y la rutina familiar hacían que Twilight se fuera acostumbrando cada vez más a ser como Loid Forger, sin necesidad de pensar mucho en ello ni planearlo.
Mientras esperaban en el semáforo, Loid tomó la mano de Yor y la acercó a él. Sin decir nada, se inclinó hacia ella, y sus labios se rozaron. Con los ojos cerrados, se entregaron al momento.
—¿Doctor Forger?
Una voz repentina resonó como un trueno entre ellos. Sorprendidos, se separaron y giraron hacia la dirección del sonido. Era Fiona Frost, la compañera de trabajo de Loid, quien los había encontrado.
—Parece que el destino quiere algo más —bromeó Loid, intentando hacer la situación menos tensa.
Yor asintió con una sonrisa, aunque deseaba haber podido tener su beso en lugar de empezar a sentirse incómoda. Al principio de su acuerdo, Loid le había asegurado que Fiona solo era una compañera de trabajo y que nunca la reemplazaría, además de que ahora estaban en otra etapa de su relación, pero ella todavía no se sentía segura.
—Supongo que tendremos que esperar un poco más para eso —respondió con un intento de complicidad.
Caminaron hacia donde los esperaba Fiona y Yor permaneció en un respetuoso silencio y apenas intercambió un movimiento de cabeza como saludo. Mientras tanto, Twilight inhaló y frunció el ceño antes de hablar.
—¿Qué pasa?
—Es sobre un paciente —dijo Fiona—. ¿Puedo hablar contigo por unos minutos?
—Sí, claro, dime —indicó.
Entre líneas, Twilight se dio cuenta de que el asunto era un mensaje de Sylvia para él. Se mantuvo alerta, recordando que su prioridad era WISE, aunque el beso con Yor se hubiera interrumpido. Sin embargo, sostuvo la mano de su esposa y la acarició suavemente.
Justo cuando sintió que Yor también le tomaba la mano y correspondía el gesto, Nightfall pareció querer hablar, pero luego se detuvo, como si estuviera pensando en qué decir.
—Doctor Forger —exclamó finalmente—. Olvidé decirle que mañana temprano tiene una reunión con la nueva subdirectora. Le gustaría estar al tanto de los pacientes.
La noticia de la reunión sorprendió a Twilight. Sylvia solía comunicarse sobre la operación Strix mediante notas en su escritorio o en lugares clave, en lugar de hacerlo a través de un agente y con tan poca anticipación.
—Entiendo —dijo, tratando de mantener la calma ante la confusión—. ¿Pero qué pasa con el paciente?
—Lo del paciente era en realidad una reunión con la subdirectora —explicó Fiona, cerrando los ojos y sintiendo un poco de vergüenza—. Perdona la confusión anterior.
—No te preocupes por eso —respondió Loid con una voz tranquila—. Solo asegúrate de decirle a la subdirectora que llegaré temprano.
—¡Y no te pongas nerviosa por el error! —interrumpió Yor, con una sonrisa amable—. Estas cosas pasan todo el tiempo.
Loid asintió, manteniendo la mirada de Yor y sonriéndole, tratando de olvidar lo que había pasado antes. Sin embargo, un fuerte golpe rompió el ambiente, y los dos se separaron de nuevo.
—Disculpen la interrupción otra vez —expresó Fiona, de nuevo, avergonzada. El ruido lo había causado su bolso al caer—. Creo que ha sido un día muy largo.
Twilight suspiró, sintiéndose un poco frustrado, y echó un vistazo a Nightfall esperando alguna señal. Al no recibir ninguna, continuó con las despedidas y la vio alejarse por el mismo camino por el que había venido, sintiendo una extraña mezcla de alivio y preocupación.
—¿Loid? —preguntó su esposa—. ¿Estás bien?
Loid se acercó un poco más a ella, con los ojos mostrando el cansancio del día.
—Sí, estoy bien. Solo me sorprendió Fiona —explicó, sintiéndose un poco confundido—. Todo ha sido muy raro.
—Bueno, ella dijo que había tenido un día muy largo —le recordó Yor con una sonrisa comprensiva, tratando de tranquilizarlo.
Twilight asintió, sabiendo que eso podía esperar. La información que había recibido era lo más importante en ese momento. Sin embargo, aún tenía algo pendiente con su esposa.
—Oye, Yor —la llamó.
Ella lo observó y pronto entendió lo que su mirada insinuaba, sonriendo de vuelta. Él se carcajeó y se inclinó, cerrando los ojos con emoción, cuando de repente...
Un nuevo ruido resonó y descubrieron que Bond había decidido escaparse de su paseo con Franky para reunirse con ellos, causando un alboroto mientras el informante y Anya lo perseguían.
Yor y Loid se contemplaron el uno al otro, contagiados por la risa de la situación.
—Será en otro momento —dijeron al unísono.
Nota de la autora: No tengo excusa para seguir atrasada, pero la verdad es que también no quiero entregar algo de menor calidad a mis escritos anteriores en esta colección, ya que están teniendo una buena aceptación.
Además, quiero dedicar esto a ErieSata que hoy está de cumpleaños. Querida, gracias por tu contenido.
Ciao.
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Besos en 128 Park Avenue
FanfictionEntre secretos guardados y pasados vulnerables, cada beso en el matrimonio Forger contó con una historia única [Para el #Kisspril organizado por la página "Es de Fanfics"].