Loid Forger llegó a su departamento con la cabeza llena de pensamientos sobre sus responsabilidades como espía y doctor. La semana había sido agotadora después de que un grupo rebelde tomará una emisión televisiva y expresará declaraciones a favor de la guerra, lo que llevó a Twilight a trabajar encubierto tratando de detener al líder del grupo.
Cuando llegó al lugar, encontró al líder del grupo muerto, lo que implicó un largo reporte y explicaciones a su superior. La tarea le tomó varios días, ya que su ausencia en el hospital había causado una acumulación de expedientes de pacientes VIP. El director Gorey lo regañó por aceptar esos casos sin tener tiempo.
Pero eso no era suficiente para aliviar lo que más le dolía: su ausencia como esposo y padre.
A medida que se sumergía en la operación Strix, era claro que estaba comprometido. No solo sus sentimientos por Yor eran evidentes, sino que su hija y su mascota estaban recibiendo mucho de él, haciendo que palabras sinceras brotarán de su corazón, palabras que había mantenido guardadas.
Al llegar a casa y ver solo una luz encendida, Loid se sintió triste. Pensó que no vería a su familia hasta el día siguiente, pero de repente, Yor se acercó mientras él colgaba su abrigo.
—¡Qué bueno que estás de vuelta! —dijo su esposa—. ¿Cómo te fue hoy?
Loid levantó una ceja, sorprendido de que Yor le preguntara sobre su día a pesar de que era tarde.
—Estuvo bien —respondió con una sonrisa cansada—. Lo siento por llegar tan tarde. El hospital hoy...
Yor sonrió y se acercó, poniendo una mano en su mejilla con dulzura.
—No necesitas explicarme nada —expresó suavemente—. El hecho de que vuelvas significa todo para Anya, Bond y para mí.
Loid la miró, impresionado por su sinceridad. Pero antes de poder decir algo, Yor se inclinó hacia él y le dio un beso suave en la frente.
—Gracias por volver —dijo Yor cuando se separaron.
Sin decir nada, Loid volvió a acercarse cuando la abrazó fuerte, mostrando con sus gestos lo que no podía expresar con palabras. Sabía que, si decía lo que realmente quería, podría arruinar todo lo que habían logrado hasta ahora.
De repente, Yor se apartó y, tomándolo de las mejillas, preguntó:
—¿Quieres ir a la cama? O si prefieres, podemos cenar primero.
—Creo que está bien solo ir a dormir —indicó Loid con una sonrisa, sintiendo la conexión con ella más fuerte que nunca—. Por cierto, Yor, pensé que llegarías tarde esta semana.
Yor levantó la vista y miró a su esposo, dejando que unos segundos de silencio pasaran entre ellos.
—Pude terminar mi trabajo antes de lo esperado —respondió.
—Eso es genial —dijo Loid, mientras la seguía hacia su habitación. Antes de entrar, le dio un beso en la frente—. Gracias por tu esfuerzo.
Yor se quedó quieta, sorprendida por el gesto, antes de darle un beso más largo a Loid. Se sintió muy feliz, sabiendo que había encontrado a alguien especial en la sastrería, alguien con quien quería estar para siempre.
Con eso en mente, un sentimiento llenó su corazón y se recordó que debía seguir persiguiendo a los grupos rebeldes si quería mantener todo y evitar que lo arruinaran.
Nota de la autora: Solo pido que no me tiren tomates por la línea final y ahora que finalmente es el día, puedo decir: ¡historia dedicada a CyraAngie que estuvo de cumpleaños y tarde en darle algo! Gracias por tu contenido.
Ciao.
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Besos en 128 Park Avenue
FanfictionEntre secretos guardados y pasados vulnerables, cada beso en el matrimonio Forger contó con una historia única [Para el #Kisspril organizado por la página "Es de Fanfics"].