¿spring?
había llegado la noche y el niño ya se había empezado a preocupar por su ahora ¿amigo? no sabría bien, el felpudo desde lo que pasó con la fotografía no había salido de aquella esquina, sabía que se había dormido pero todavía se podían escuchar uno que otro de esos hipos por el llanto, le daba tanta pena.el tema ahora era el frío, al caer el sol las temperaturas bajaban de sobre manera, llegando a congelar toda la fauna a su paso y en este caso al pobre príncipe.
rodrigo no se había aguantado y había sacado todas las prendas de dentro de la mochila para intentar formar un tipo de manta con estas pero ni eso le daba el calor suficiente.
como rodri era chiquito no sabia como hacer fuego, por lo que ya no le quedaban opciones para calentarse.
temblando como perro mojado intento hacerse bolita para ver si se calentaba más pero nada funcionaba, en esa posición se quedó horas esperando no morir congelado, pero mientras más horas pasaban el frío se iba haciendo más insoportable.
-a este paso voy a morir de hipotermia.- se lamentaba el pequeño, ya no sentía los dedos mucho menos sus brazos o piernas, de repente una fuerte tos lo invadió haciéndole doler muchisimo la garganta, cerró los ojos rindiendose a pelear con el frío, hasta que de repente un inmenso calor lo invadió, una tela empeluchada con un pelo muy suave, al instante volvió a abrir los ojos y se encontró con el oso cubriendo con sus pesados brazos.
esta vez, no sintió miedo, ni un poco. simplemente se acurrucó mejor, agradecía completamente que haya decidido salvarlo, por que estaba seguro que de seguir así no iba a aguantar mucho más.
y así animal y humano acurrucados juntos pasaron una de las noches más frías del año, el otoño ya se marchó y ahora llega el invierno golpeando más fuerte que nunca.
cuando rodrigo finalmente se despertó el felpudo ya no se encontraba a su lado cubriéndolo con su capa de calor, pero como ya había salido el sol el frío ya casi no se sentía. había sido una noche realmente difícil y tendría que ver que hacer para poder sobrevivir más días, esta vez tuvo la suerte de que el animal lo ayudara pero si un día simplemente no quiere? eso lo mataría.
sin esperar más decidió que aprendería a hacer una fogata así que tendría que buscar palitos, hojas y piedras. había leído que se podía hacer fuego de esa manera en un libro sobre guardabosques ya que no le enseñaban ese tipo de cosas para que no se escapara, cosa que para no les funciono muy bien.
decidió salir, dudando un poco por tener que atravesar la cortina de agua, ya demasiado frío tenia como para mojarse pero eso no lo detendría ya después se le secaria la ropa.
cuando la atravesó pudo ver el hermoso día que hacía del otro lado de la cueva, el sol brillaba con intensidad y pequeñas gota de la cascada le salpicadaban la cara. el lago relucia y era tal cual un espejo, pocas nubes se llegaban a divisar en el.
se quedó contemplando la vista hasta que una cantidad muy grande de agua le callo encima.
-Pero que!- se quejo el niño a la mitad ya que al fijarse de donde venia el agua logró ver como el felpudo le reboleava el agua jugando.
-EY NO! Basta, basta.- quejándose corrió lejos del oso que no paraba de mojarlo, era verdad que el frío se había ido pero si seguía así seguro conseguiría un resfriado.
al ver que el animal no tenía intenciones de parar con su tarea de mojarlo comenzó a adentrarse en las orillas del lago para empezar a tirarle agua el también.
la guerra duró aproximadamente 15 minutos y resultó con los dos totalmente mojados y sentados en el agua.
-no te lo pude decir por que cuando desperte vos ya no estabas, pero gracias por salvarme anoche.- no esperaba una respuesta, sabía que no la conseguiría pero de todos modos quería decírselo.
después de sus palabras una combinación rara entre gruñido y quejido salió del animal, pero sin muestra de enojo.
-eso cuanta como una respuesta?.- pregunto con los ojos bien abiertos, nunca se espero eso.
-ahora que lo pienso, sos raro, leí que los osos eran agresivos y malos pero todo lo que hiciste hasta ahora fue ayudarme, por que sos diferente?.- esperaba otro tipo de gruñido raro o un movimiento de cabeza pero nada.
-queres ser mi amigo? digo como para llevarnos mejor?.- de nuevo no hubo respuesta, pero eso no lo frenaria así que decidió seguir hablando y presentarse.
-mi nombre es rodrigo, rodrigo carrera. soy el príncipe de el reino tortillaland, aun que no me tratan como uno para nada, parezco más un sirviente que otra cosa, tengo un hermano pero no me quiere, ¿vos tenes hermanos?.- al ver que el oso se dedico a mirarlo únicamente le pareció que la charla le estaba gustando asi que sigui contando.
-tengo un amigo, que es más como un hermano para mi, el iba a venir conmigo pero para que yo pudiera venir el tuvo que quedarse, lo extraño muchísimo, su nombre era robleis tomás, nombre raro no?.--vos...tenes un nombre?.- hasta ese momento el felpudo solo lo estuvo mirando mientras escuchaba con atención pero esa pregunta parecía que realmente lo desconcertó, "¿si tendrá un nombre?" pensó el pequeño al verlo mover sus orejas con inquietud.
de nuevo empezó a soltar sonidos al azar, realmente parecía que quería decirle y se veía que se esforzaba pero rodrigo no pudo entenderlo.
-perdóname, no puedo entenderte.- tras decir eso el animal bajo drasticamente su ánimo, dándose a entender por lo gachas de sus orejas.
-ey pero no te pongas triste, puedo decir nombres y vos me haces un sonido si se parece al tuyo si?.- el animal movió un poco las orejas pero no parecía super emocionado.
-mmm.. RAUL- nada.
-pedro- de nuevo nada.
-mateo.- no.
-Miguel.- y ahora el oso hizo mala cara.
-bien, bien parece que tenes un nombre difícil.- rodrigo apoyo sus manos en el agua esta vez, pensando con la mirada fija en el cielo.
-y si hacemos otra cosa, como ahora somos amigos podemos llamarnos por apodos, bueno yo podría llamarte por un apodo. ¿que te parece?.
el sonido proveniente del animal le hizo saber que estaba conforme con su idea o al menos eso piensa rodrigo.
-Mmm, que te parce... spreen? - dijo con duda, el animal ladeo la cabeza como preguntando por qué algo tan raro, parece que el pequeño lo interpreto bien ya que casi enseguida se puso a explicar el por que.
-es que ayer a la noche cuando me salvaste del frío lo pensé, tu ¿abrazo? parecía la primavera que opaca el frío del invierno.
y spreen se parece mucho a spring.
¿y... te gusta?.miraba al oso con duda este parecía realmente estar pensándolo, le gustaba mucho el apodo spreen así que esperaba que lo aceptara, después de todo, la primavera era su estación favorita.
así que cuando el oso pareció volver a tener su brillo y mover las orejas demostrando se felicidad supo que lo había aceptado.
después de eso ambos estuvieron un rato más en el agua, rodrigo hablando hasta por los codos y spreen escuchándolo con atención.
capas escaparse del castillo no le trajo solo cosas malas, por que ahora una amistad que serían inseparables se estaba forjando ese mismo día en el lago, sin ellos darse cuenta.
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°el príncipe de mi amor° >-rodrivan-<
Fanfictionrodrigo carrera era el príncipe heredero al trono del famoso reino tortillaland, por lo que nunca pudo vivir una infancia igual a la de los otros niños, ya harto de sus responsabilidades un día decide escaparse al bosque donde se encuentra con un..¿...