Mi tía | jenlisa adaptación

capitulo 5

- Mmh... Sabía que te gustaría. - le dijo Jennie con su dedo índice en su torso. - ahora mismo deseo que seas la primera y la última.

Lisa sintió su corazón latir rápidamente por la emoción.

- Yo también deseo eso, cariño. - dijo, acariciando su labio inferior con el dedo pulgar, y luego devorarla con un beso intenso.

Se levantaron de la cama y se bañaron juntas. Y de que manera... Las constantes caricias que brindaba lisa en el desnudo y mojado cuerpo de la chica menor hacías que bañarse fuese aún más interesante y exitante. Después de un rato de diversión, salieron, se vistieron y bajaron al primer piso para preparar el almuerzo ya que era demasiado tarde como para desayunar. Mientras Jennie cortaba unos vegetales, el teléfono de la casa sonó y lisa fue a contestar. Después de un tiempo, ella se le acercó y le pasó el teléfono a Jennie.

- Es tu papá, quiere hablar contigo. - le dijo lisa.

Jennie cogió el teléfono y corrió hacia las escaleras subiendo. Billie observo el exitante movimiento que hacían sus muslos al subir cada uno de los peldaños, perdiéndose en la vista de su hermoso culo. Pestañeo cuando la vio desaparecer y trató de concentrarse en la cocina.

Solo entonces cuando Jennie entro en su cuarto se atrevió a contestar.

- Hola, papá. - hablo ella, con cierto nerviosismo en su voz. Dios, le helaba la sangre con tan solo hablar con el.

- Hija, ¿Cómo estás? - pregunto el, tan tosco y frío como siempre. Jennie sabía que el en lo más profundo de su corazón solo fingía preocuparse por ella.

- Bien.

- ¿Has estado estudiando? - preguntó, cómo si estudiar 3 horas diarias no fueran suficiente.

- Si, papá. - dijo, con un leve temblor en la voz. - ¿Aún sigues enojado?

- Si, y lo seguiré estando hasta que subas tus calificaciones. - su voz era firme. Jennie sintió como algo en su interior rompía. - recuerda que tienes que hacerle caso a todo lo que te diga lisa. No quiero más problemas sobre ti después.

- Si, papá. - repitió. Si hablaba más se quebraria.

- Bueno, si no tienes nada más que decir me voy.

- Papá. - lo llamó Jennie antes de que colgara.

- ¿Que?

- Te quiero.

- Yo igual. - y colgó.

La menor apretó los labios, en un intento por no llorar y bajo el teléfono de su oído. El ser rechazada por su padre la herida, era como si fuese una vergüenza para el ser su hija. No importaba si su padre la haya castigado 1 mes por sus bajas calificaciones, si no le dolía que la tratara como basura. Hasta su madrastra la trataba mucho mejor.

Sacudió su cabeza tratando de alejar esos malos pensamientos y se levantó de la cama, prometiendose a si misma ser una mejor hija para que su padre se enorgulleciera de ello... Un sueño por el cual ha estado anhelando y hasta el día de hoy no ha logrado conseguir.
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