Capitulo 29

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Lisa negó con la cabeza una vez más. se quejó, cómo si fuese una niña pequeña a la que le arrebataron su oso de peluche favorito.

- Por favor.- pidió la pequeña mientras daba pequeños saltitos, en un gesto infantil, que a Lisa le divertía.

- Ya te dije que no.

Lisa se giró para irse, pero antes de que pudiera caminar, se dio cuenta de que algo la molestaba. Se volteó y vio a quien la estaba abrazando fuertemente y al parecer no tenía la intención de soltarla.

- ¿Qué haces?- dijo la ojimiel, frunciendo el ceño.- suéltame.

- No hasta que me digas que me vas a acompañar.

- Pídele a tu papá o a Jisoo.

- Ya les dije, no me dejan ir sola y me dijeron que te pidiera a ti.

Lisa pensó en lo insoportable que debió haber sido con ellos. Conociendo lo terca que podía llegar a ser su sobrina, no le extrañaba que hubieran preferido dejársela a su cargo. la abrazó tan fuerte que pensó que se le iban a salir los pulmones de la boca.

- Voy a estar pegada a ti hasta que me digas que si.- le amenazó ella.

- Dios, eres tan terca.

- Llámame chicle.

Lisa río. Vale, al final siempre terminaba cediendo con ella.

- Está bien.

Jennie chilló tan fuerte que Lisa juró que iba a tener una sordera de por vida.

Ella la soltó sólo para tirarse encima de Lisa y repartir una lluvia de besos por toda su cara. La mayor jadeó en busca de aire y apenas cuando pestañó, la había soltado para correr hacia su cuarto.

Conmocionada, Lisa sólo reaccionó cuando su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón.

- ¡Hola hermanita!

Lisa siseó de dolor al escuchar la aguda voz de su hermana saludarla.

- Joder, ¿Es que acaso todos tienen que gritar? Ya bastante tengo con Jennie.

- Uy, qué gruñona. Solo venía a decirte que si vas a acompañar a Jennie al centro comercial la traigas a casa antes del anochecer.

- Vale, vale, ¿Algo más?

- No, eso nada más, ¡Adiooooos!

Lisa siseó de dolor una vez más al escuchar el chillido de Jisoo. Cuando había acercado el celular hacia su oreja para insultarla, se dio cuenta de que había colgado. Lo había hecho a propósito sólo para molestarla. Aun así, no pudo evitar reír.

- Ya estoy lista.- dijo escaleras.- ¿Vamos? bajando las

- Si, sólo déjame buscar mis llaves. Espérame en el auto.

Jennie asintió y Lisa fue a la cocina para coger sus llaves. Cuando regresó hacia la sala principal, se miró en el espejo que estaba colgado en la pared y quedó con la boca abierta. Se acercó hacia el espejo y tocó su rostro sin poder creerlo. La marca del lápiz labial de la menor en forma de besos había quedado alrededor de toda su cara. Negó con la cabeza y riéndose, cogió una servilleta y se limpió el rostro mientras salía de la casa.
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Mi tía | jenlisa adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora