El Streamer [Yungi - ATEEZ]

11

Sí, sé que no había actualizado en abril, pero en mi defensa: olvidé que esta historia existía

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Todos entraron en un estado de pausa, o algo así. Las cuatro personas presentes en la sala no podían creer lo que acababa de pasar. El mismo Mingi estaba tieso. Ah, no le importaba ver a Yunho quejarse luego de que lo tiró al piso; no, eso no. Lo que lo mantenía tieso como tronco era lo que había hecho previo a esto, dígase: besarse con Yunho. Pasó el dorso de su mano por sus labios y luego miró a sus padres, que alternaban la mirada entre Yunho y él, los dos con una ceja alzada. Yunho parpadeaba desde el piso con una mueca de dolor.

—¿Maltratas... a tu omega? —preguntó Seonghwa, más sorprendido que enojado. Al decir eso, Hongjoong cubrió su boca con una mano y empezó a llorar.

—¡No! —Mingi respondió, su aroma a chocolate estaba triste... si es que eso tiene sentido— ¡Él no es mi omega! ¡Él es un loco acosador que quiere hacerme cosas subidas de tono en contra de mi voluntad!

—Maltratas a tu omega —Hongjoong repitió las palabras de su esposo, esta vez como una afirmación, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos. Se refugió en los brazos de Seonghwa y siguió sollozando en su pecho—. No puedo creer que mi hijo haya resultado así...

—Maldita sea —Mingi levantó a Yunho del piso y lo ayudó a pararse sobre sus pies—. Eres un dramático —murmuró solo para él. Yunho, con sus ojos hinchados por tanto llorar, sonrió, y pasó una mano por la mejilla de Mingi, haciendo que éste se estremezca.

—Te preocupaste por mí —dijo, alzándose sobre sus puntillas para besarle la mejilla—. Te amo tanto, Mingi.

Los latidos del corazón de Mingi se aceleraron, en contra de su voluntad claramente, y sin él quererlo, sonrió. También, sin quererlo, se agachó un poco para unir sus labios con los de Yunho en un dulce beso, y obviamente, sin quererlo ni planearlo, sonrió después de este beso.

—Claro que me preocupo por ti... yo también te amo, mi amor —las palabras se deslizaron fuera antes de siquiera pensar lo que iba a decir, y al ver los ojitos marrones y brillantes de Yunho, Mingi no pudo evitar sentir esa ola de ternura, por lo que se acercó un poco más para dejar un besito en su nariz.

Yunho expulsó su dulce aroma, olía y se veía tan feliz que Mingi quería abrazarlo y no despegarse de él nunca más. Hasta que se alejó de Yunho como si él fuese algún material tóxico y se escondió detrás del sofá.

—Cariño, creo que nuestro hijo sufre de algún trastorno de la personalidad —susurró Seonghwa.

Mingi maldijo entre dientes. Cuando regresaran al mundo real, Yunho se las iba a pagar bien caro.

—Mingi, hijo... ¿estás bien? —la dulce voz del omega hizo que levantara la cabeza y empezara a buscar su aroma— Ven con papá, te ayudaremos a resolver este problema-

Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, empezó a correr en la dirección contraria, pues había estado caminando hacia los brazos abiertos de Hongjoong. Yunho corrió detrás de él y Mingi se sentía en Misión Imposible, o algo así. Subió hasta su habitación y cerró la puerta; desesperado, buscó un escondite pero no encontró ninguno, ya que era demasiado grande como para entrar debajo de la cama o para saltar de la ventana. Y la puerta se abrió.

La puta vida... había olvidado trancarla.

Se dio la vuelta y miró a Yunho cruzado de brazos.

—Pensé que habías aceptado tu vida aquí.

—¡No! ¡Nunca lo haré! —retrocedió con cada paso que Yunho daba hacia él, hasta que chocó con la cama— No te me acerques.

—No entiendo tus acciones, Mingi.

—Sí, yo tampoco...

—Dices que me amas y luego huyes de mí... ¿a qué estás jugando? —el omega se veía amenazador. Mingi tenía miedo— Deja ya de actuar como una gallina y vive la vida que te tocó... también acepta las condiciones de esta vida que te tocó.

—No voy a dejar que me toques —dijo Mingi.

—Me estarás rogando pronto —Yunho sonrió con malicia antes de abrir los ojos como si acabase de recordar algo mega importante—, ¡me llegó una idea para un fanfic nuevo!

—No puede ser —masculló el otro.

—Jóvenes —la voz fuerte de Seonghwa los hizo mirar hacia la puerta, donde se encontraba el mayor—, los Choi se enteraron de la existencia de Yunho y van a hacer una fiesta esta noche, así que busquen qué ponerse y no nos decepcionen.

Mingi miró a Yunho y suspiró cansado.

—Maldita sea... —quizás ver a otra gente le haría bien. Él esperaba eso.