Mingi estaba caminando ansioso por el comedor mientras que Yunho cocinaba algo con los ingredientes que estaban allí. ¿Y si esos ingredientes en realidad eran venenosos? ¿Qué estaba pasando? Se acercó a los ventanales que daban hacia el bosque y pudo ver cómo un carro moderno se acercaba.
—Oye, oye... ¿cómo llegamos a este lugar? —le preguntó a Yunho, viendo cómo dos hombres jóvenes se bajaban del auto y empezaban a tocar la puerta de la mansión con insistencia.
—Supongo que mi sueño se hizo realidad —respondió el loco, mezclando ingredientes random en un cuenco que dieron como resultado una bandeja con café, pan, y dos pedazos perfectos de brownie... ¿qué?
—Uh... bueno, pues empezaré a soñar todas las noches que salgo de aquí.
—No creo que así funcione —Yunho tomó la bandeja y la dejó en la mesa—. Hey, están tocando la puerta, ¿por qué no abres?
—¿Se supone que debo dejar pasar a desconocidos?
—Hazme el favor —Yunho suspiró y caminó hacia la puerta. Mingi solo quería irse de allí—. Buen día —saludó amablemente a los dos hombres, quienes lo ignoraron y entraron a la casa corriendo.
—¡Mingi! ¡Hijo! —gritó uno de ellos— ¡Aquí estás! ¿¡Por qué faltaste hoy a la reunión!? ¡Tu padre está muy enojado!
—¿Eh? —Mingi miró a Yunho buscando ayuda, pero el muy idiota solo se encogió de hombros.
—Mingi, te hemos criado bien... ¿qué te pasa? Ya no eres un niño, tienes treinta y dos años —dijo el otro, mirándolo con decepción.
—¿Disculpa? Pero ustedes parecen tener mi edad-
—Ah, sé que te tuvimos a los quince y dieciséis años respectivamente, y eso nos hace ver jóvenes, ¡pero aún así es una falta de respeto! ¡Somos tus padres! —gritó el bajito. Mierda... se veía realmente bajito a ojos de Mingi— Seonghwa, ¡di algo! ¡No me dejes discutiendo solo con este niño!
—Hmm... Mingi, ya has rechazado a todas tus posibles parejas, no puedes también rechazar tu trabajo. Mi padre trabajó mucho para darnos un buen futuro —suspiró—. A todas estas, ¿quién es él? —señaló a Yunho.
—¡No sé! ¡Tampoco sé quiénes son ustedes!
—Me presento, soy Yunho, el omega de Mingi —dijo el tipo con una sonrisa tímida—. Tengo veintidós años y...
—¿¡Un omega!? —chilló el supuesto papá #1 de Mingi— Mingi... pero nos has dicho que odias a los omegas... has dicho eso toda tu vida... ¿acaso...
Y empezó a llorar. ¿En serio?
—Mingi, mira, hiciste a tu papá llorar —el papá #2 abrazó al papá #1, que lloraba desconsoladamente—. ¿Cómo es que ahora tienes pareja? ¿Te atreves a hacer eso luego de rechazar al mismísimo Choi San?
—¿¡Quién es ese!? —gritó Mingi.
—El heredero de la compañía Choi... es hijo de los mejores amigos de tus padres —murmuró Yunho—. Y es beta... tiene un novio omega a escondidas que se llama Wooyoung.
—¿Qué-
—También rechazaste a su hermano menor Jongho —el papá llorón susurró—... ¡él era el alfa perfecto para ti! —chilló, todavía siendo abrazado por el otro.
—Ah... ese Jongho es un alfa, como te acaban de decir... nadie sabe que está casado en secreto con un omega que se llama Yeosang —Yunho volvió a decirle.
—¿¡Y cómo tú sabes todo eso!? —Mingi le preguntó.
—Tengo fuentes —él mismo era la fuente, porque esa era su maldita historia.
—Hijo, sé honesto... ¿por qué tienes a un omega en tu casa? —preguntó el papá #2, su voz sonaba un poco dura.
Mingi empezó a retroceder, buscando una salida de esa situación, pero no se le ocurría nada. No podía escapar de ese mundo porque... bueno, no lo sabía, ni siquiera sabía cómo llegó allí. Tampoco podía salir de esa mansión en el bosque porque él no sabía dónde diablos estaba ese bosque, ¡había vivido en la ciudad toda su vida!
—Eh... no te debo explicaciones —Mingi se aclaró la garganta—. ¡Y ustedes mismos lo dijeron, tengo treinta y dos años! ¡Váyanse de mi casa!
Yunho vio sorprendido a Mingi, también algo orgulloso. Su alfa se estaba dando a respetar. Y para Mingi eso se hubiese sentido como un logro si no fuese porque sus supuestos padres parecían chamaquitos de su edad, y su papá #2 lo vio un poquito más enojado que antes, así como un fuerte aroma empezó a salir de él. ¿Un fuerte aroma empezó a salir de él? ¿Qué mierda? ¿Cómo Mingi sabía que ese aroma a pan quemado venía de su papá? Diablo, ¿por qué estaba pensando en ese hombre como su papá? Era la primera vez que lo veía en sus treinta y dos... No, en sus veinticuatro años de vida. Mierdaaaaaa, ¿por qué sentía que se estaba mezclando en esa realidad? Su mente se estaba fracturando en pedazos, y poco a poco sentía que ese era el mundo real. Necesitaba salir de allí esa misma noche.
Seonghwa... ¿¡cómo sabía su nombre!? Ah, porque Hongjoong lo había dicho... ¿¡y cómo sabía su nombre!? Ah, porque su secretaria Seulgi se lo había dicho... ¿¡y cómo sabía el nombre de su secretaria!? Ah... bueno, solo lo sabía... ¿¡por qué mierda estaba de la nada sin camisa y con un tatuaje en el pecho!? ¿¡Por qué Yunho, que estaba a su lado, se veía más tierno que antes!? En fin, Seonghwa empezó a dar pasos hacia él y Mingi no sintió que era muy masculino de su parte retroceder, por lo que se quedó plantado en el piso, y su padre... sí, eso, su padre, en lugar de meterle un golpe, le dio una palmadita en el hombro.
—Por fin maduraste... Recuerda mandarnos una invitación para la boda.
—¿¡Qué maldita boda!? —gritó, pero Seonghwa solo le sonrió, se dio la vuelta, abrazó a Hongjoong y así de fácil se fueron de la casa.
Yunho sonrió con orgullo. Su alfa era el mejor, y la historia estaba dando giros que jamás imaginó. La historia... se estaba desarrollando por sus elecciones ahora. Y el final original que escribió donde cogía con Mingi, éste lo marcaba, se casaban y tenían trillizos se veía lejano ahora. Al menos la parte en la que paría trillizos, porque Yunho todavía tenía planeado mover los hilos para acabar cogiendo con Mingi. Sí... tal vez su locura jamás iba a desaparecer.
Pero el streamer se veía sin vida. Se veía... bueno, decaído, pero llevaba viéndose así desde que despertaron, así que no le prestó mucha atención. Tampoco le prestó atención al llanto del hombre que supuestamente amaba, porque... ya se había acostumbrado a los sollozos de Mingi, era lo único que había hecho desde esa mañana.
—Anímate, Mingi —el alfa... bueno, ÉL, levantó la mirada del piso para ver a su omega... para ver a Yunho—. Pronto saldremos de aquí.
—Ajá, ¿y cómo? —le preguntó, sonando más brusco de lo que quería. En el interior, se sintió mal por ver a su omega... puta madre, A YUNHO, encogerse por el tono de voz que usó.
—Todavía no lo sé —respondió el omega... Mingi a todas estas seguía sin saber qué era un puto omega, pero el punto es que sabía que Yunho, su papá #1 y al parecer el novio de una de sus posibles parejas eran eso—. Pero juntos encontraremos una solución.
Eso también era mentira. Yunho planeaba quedarse allí dentro toda su vida. Le daba curiosidad el mundo real, ¿acaso desaparecieron él y Mingi por completo de su dimensión y sus familiares estaban vueltos locos buscándolos? ¿Había versiones de ellos viviendo sus vidas normalmente? ¿Se borró su existencia y la de Mingi de ese mundo? Preguntas que jamás tendrán respuesta porque... nada tiene sentido.
Suspirando, Yunho caminó de vuelta a la cocina, y salió de ella con el plato preferido de Mingi.
"... Juntos encontraremos una solución"
Mingi sonrió por primera vez en ese día... ¿¡Por qué diablos sonrió!?

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El Streamer [Yungi - ATEEZ]
FanfictionYunho es un joven con un hobbie peculiar: escribir fanfics. Pero no es como alguien "normal" que escribe fanfics de algún ship o los vergonzosos fanfics de "rayita" o "t/n". No. El muy descarado hace fanfics de él mismo con su streamer favorito: Son...