El Streamer [Yungi - ATEEZ]

13

Los nervios crecían a cada paso que daban a las enormes escaleras. En el piso de abajo, había una multitud, y ni Mingi ni Yunho sabían cómo diablo se aparecieron tanta gente de la nada, pero bueno. La mano sudorosa de Mingi parecía querer escapar de la suya, pero Yunho no lo permitió. Miró al alfa, y éste se veía distraído, lo que le parecía extraño, pero prefirió no hacer mucho caso.

Sonrió para sus adentros; ya tenía la marca de apareamiento de Mingi, o sea, un lazo que los unía de por vida, ya había sido presentado como su omega en el trabajo, ya tenía la aprobación de los padres de Mingi y ahora tendría la aprobación de todo el mundo. Definitivamente Yunho había ganado en la vida.

¿Volver al mundo real o quedarse atrapado en su fanfic omegaverse de por vida? Qué pregunta ni más estúpida. Todo lo que Yunho alguna vez había deseado estaba allí, y la mente fragmentada de Mingi le hacía todo más fácil. Mucho más fácil. Si Mingi no quería hacer algo, solo era cuestión de tiempo hasta que su ser sea consumido por el Mingi del fanfic, y luego todo estaría bien. Algo que le llamaba la atención a Yunho era que, mientras que su hermoso y sexy alfa parecía estar convirtiéndose en el hermoso y sexy alfa que había escrito, él no mantenía ningún cambio... ¿por qué era esto? No lo sabía, y tampoco lo mataba no saber, así que prefirió ignorarlo.

—Psst, Yunho —Mingi susurró—, ¿qué pasará con el alfa que parece omega, mi amigo y el tipo de los brownies?

—En el final original, Yeonjun se entera de todo y trata de matarlos, pero luego su mejor amigo de la infancia, un beta que se llama Soobin, logra enamorarlo y se quedan felices por siempre. Pero como la historia ha tomado un rumbo desconocido, no lo sé.

—Mierda... ojalá que el de los brownies y mi amigo puedan estar juntos —suspiró Mingi y Yunho sonrió enternecido—. Ahora... ¿qué debo decir frente a toda esa multitud?

—Nada, según los protocolos de este mundo —el cual él mismo había creado—, como ya estamos enlazados, solo debo mostrar mi marca y debes besarme. Ya lo demás lo dirán tus padres. Después de eso, serás mío y yo seré tuyo.

—Eso no me emociona —masculló Mingi. Seonghwa, el cual tenía un micrófono a unos pasos de ellos, mostró la escalera con su otra mano, como invitándolos a bajar. Song tragó con fuerza y el omega dejó salir su aroma reconfortante. La pequeña sonrisa que le dio Yunho hizo que el corazón de Mingi latiera de una forma extraña. No tenía derecho a latir de esa forma.

—Mi hijo, Song Mingi, un alfa, está contento —mentira— de presentarles a su pareja de por vida —Yunho dio un paso al frente y empezó a bajar las escaleras con Mingi—: Jeong Yunho, un omega —la sala se llenó de aplausos (por alguna razón) y Yunho mostró con orgullo su marca. Y Mingi dudaba que alguien pudiera verla por la distancia entre Yunho y los invitados.

No entendía las costumbres de ese mundo, pero ya nada podía sorprenderlo... o eso pensó hasta que recordó que tenía que besarse a Yunho, y por compromiso lo hizo, porque claramente no quería hacerlo. ¿Quién querría besar al loco que, en pocas palabras, lo había secuestrado, que lo había obligado a morderle el cuello, el loco que quería "pasar su celo" junto a él? ¿Quién querría besar a ese mismo loco de ojitos saltones y lindos, que olía rico y que era tierno?

Sus labios besaron los de Yunho, y realmente sintió que su mente se desconectó de él. Simplemente... se dejó llevar. Las pequeñas manos de Yunho subieron hasta sus mejillas y lo acariciaron, tan suave que Mingi pensó que iba a derretirse, y de repente, recordó que estaban en público así que se separó del omega; pero no se apartó de forma agresiva, no, lo hizo lentamente, sintiendo como un asqueroso hilo de saliva todavía unía sus bocas. Al mirar a Yunho a los ojos, lo invadió una especie de paz y felicidad que a la vez era contrario a lo que él solía sentir por ese loco que decía ser su fan. Un aroma dulce se esparció por el salón, el cual se llenó de aplausos y gritos de felicitaciones.