Capítulo 3

16 1 0
                                    



Lo primero que vi cuando me desperté fue como mi madre aparcaba frente a un casoplón. Porque sí, era la casa más grande que había visto en mi puta vida.

Salí adormilada del coche mientras mi madre sacaba las cosas del maletero.

Cuando entré a mi nueva casa ya estaba entera amueblada, y de lo único quet enía era ganas de encontrar mi habitación y prepararlo todo para el día siguiente.

No tenía sueño, pero tampoco ganas de hacer nada, así que subí las escaleras y me metí en la primera habitación que pillé, ya tendría tiempo de explorar mañana.

La habitación estaba amueblada de una forma sencilla, pero tampoco sosa. Estaba bien, pero ya me encargaría de reordenarla yo con mi debido tiempo.

La habitación no era pequeña, al contrario. En ella había una cama para dos personas junto a la ventana, y a su lado un escritorio.También tenía baño propio, cosa que en mi anterior casa no tenía.Era bastante amplio para ser un simple baño.

Me tiré en la cama esperando a que pasaran las horas. Tenía poco sueño, pero agradecía estar en un sitio que no fuera el asiento de un coche. Al cabo de dos horas me volví a dormir. Creo que había sido el día que más había dormido en mi vida.


Me desperté por un sonido de un picoteo a mi lado. Cuando pude enfocar medianamente bien, vi como había un cuervo que no paraba de picar en mi ventana. No sé que habría en ella, pero no paraba de picar.

Adormilada me levanté sin hacer caso al pájaro -ya sería un problema de la Janet del futuro- y bajé por las escaleras con cuidado de no caerme.

-Vaya, si la Bella durmiente ya se ha despertado- Me dijo mi madre, aunque sinceramente,no me enteré de nada. Esas frases recién levantada no surgían efecto en mi cabeza -Es la una y media- Informó -No hay gran cosa,así que he comprado comida china en un restaurante que hay cerca- En modo de respuesta solté un gruñido, que era común en mi cuando me despertaba y fui a colocar la mesa.


El comedor estaba en la misma sala que la cocina, no era muy grande,pero tenía el espacio suficiente. La cocina y el comedor conectaban con el salón gracias a una ventada que se encontraba en la pared -y por la puerta claro-. El salón tampoco era gran cosa, a lo mejor el problema era que la poca decoración hacía que pareciera un lugar más grande de lo que era, pero consistía en dos sofás con dos sillones, una alfombra, una mesa y una televisión. Y bueno, unas estanterías completamente vacías.


En medio del silencio en el que solo se escuchaba los vasos ser colocados en la mesa, se escuchó el timbre de la casa.

Miré a mi madre esperando a que ella fuera a abrir la puerta, pero tras unos segundos mirándonos volvió a sonar un par de veces y no me quedó otra que ir a abrir yo.

-HOLAA- Saludó frenéticamente una chica más pequeña que to en la puerta.

-Wow,hola.

-Soy Ava, tu vecina, y él Lucas- Dijo señalando al chico de su lado.

Los dos eran relativamente parecidos, con pelo castaño y un mismo lunar en la misma zona. Su única diferencia era el género, lo cual me hizo recordar con Mason y Madison, y me entraron una pequeñas ganas de llorar.

A su lado, apareció una mujer mayor acompañada de un chaval que debía ser de mi edad.

-Lucas cariño,déjame pasar un momento- Pidió la mujer -Ah hola, tú debes ser la hija de Michael ¿no?- Ese pregunta me vino un poco de sopetón sinceramente.

Un cigarro después de la muerteWhere stories live. Discover now