Capítulo 6

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Iba saliendo de casa en el momento en el que vi como Nicolas bostezaba apoyado en mi buzón.

Eran las siete menos diez de la mañana y no podía estar más horriblemente cansada.

Cuando llegué a su lado le miré de reojo y pasé de largo junto a él. Y su única respuesta fue un suspiro y que me siguiera por detrás.

Me giraba de vez en cuando en cuanto sentía un mínimo de su persona ami espalda, a lo que él hacía contacto visual conmigo y ralentizaba el paso para volver a sus metro y medio de distancia de seguridad.

-¿Vas a seguir persiguiéndome?- Pregunté irritada.

-No te persigo. Vamos al mismo sitio.

-¿Y por qué no has cogido otro camino o te has ido antes?

-Si hubiera cogido otro camino no estuviera yendo a clases- Apuntó -Y te he esperado porque tengo un mínimo de educación y como te pierdas por aquí no llegas a clases, porque no sé si te habrás dado cuenta, pero te he empujado alguna que otra vez durante el recorrido.

-Uy sí que majo, que no quieres que me pierda.

-Noes eso, si no que...- se cortó a sí mismo -Mira, déjalo. Yo voy a seguir con mi camino y tú si quieres te vienes o esperas a que haya terminado o algo- Dijo con tono de voz cansado.

Tras ese comentario, Nicolas siguió su camino y tras unos segundos pensando decidí ponerme a su lado para continuar con el recorrido.

Nicolas como repuesta me miró de reojo, suspiró y volvió a mirar al frente.


Una vez llegamos al institutos nos encontramos con Maia, Nolan y un chico más que no me sonaba de haberle visto antes. Debía ser un amigo suyo supongo.

En cuanto llegamos allí y me fui a presentar con el nuevo chico, Maia me cogió del brazo y me arrastró hasta dentro del instituto. No paró hasta que llegamos a una puerta que ponía en ella "Dirección".

Me miró de reojo y se me quedó mirando cuando vio mi cara de confusión:

-¿Estás bien?-Preguntó al ver mi cara.

-Pues creo, pero no sé qué hago aquí.

-Ah si- Parecer ser que ahí se dio cuenta del porqué de mi cara -Como eres nuevo te tienen que enseñar el instituto, y eso lo quiero hacer yo para perder tiempo de clase. Y porque nos conocemos claro- Añadió.

Vale,eso tenía sentido.

Ya con todo eso aclarado tocó un par de veces la puerta hasta que abrió un hombre bien vestido que no debía de pasar los 40 años.

-Hola señor Rumprey- Saludó Maia -He traído a la nueva para ver si la podía enseñar yo el instituto, que ya nos conocemos desde hace un tiempo.

El hombre me miró desde arriba debido a su gran altura y me saludó.

Yo como respuesta le sonreí y le devolví el saludo.

-Así que le quieres hacer tú el tour ¿no?- Preguntó el que suponía que era algún trabajador de jefatura -No sé por qué, pero no me sorprende- Dijo con un ligero tono sarcástico.

-Sabes que se me da súper bien enseñarles el instituto a los nuevos- Murmuró como queja.

-Y también perder clase muy bien- Me sentía inexistente en esta conversación hasta que me miró y al segundo pasó de nuevo su mirada a mi acompañante -La próxima vez enseñas tú el instituto,esta vez le toca a otro.

Un cigarro después de la muerteWhere stories live. Discover now