Kimberly Curie es una chica francesa, talentosa bailarina y estudiante de medicina que busca su lugar en la vida. En su primer día trabajando en un bar, se siente atrapada por una melodía hipnotizante que emana del piano. Allí conoce a Brad, un pian...
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Encuentro inesperado.
No sé en qué momento me quedé dormida, lo que sí se, es que siento un peso arriba de mi, que me hace dar un susto de muerte.
Door está arriba de mi dormido. Olvidaba qué a el le gustaba dormir en mi cama. Ví la hora en mi móvil, son las doce de la tarde. Me siento agotada, pensé que mi hermana no se iba a recuperar, y me alegra lo rápido que lo hizo. Se que ella es fuerte, y Aran es un buen medico, pero no estoy acostumbrada a qué me den noticias como está.
Suena dos golpes en la puerta.
-Adelante-Digo levantándome de golpe.
La puerta se abre, Flor entra con una bandeja de comida.
-Señorita Kimberly, hora de comer.
Fruncí los labios. No tengo hambre, pero se que Flor es capaz de darme la comida obligada, sabía qué venir aquí era la peor idea, no quiero entrar en depresión.
-La pequeña Kamila, le darán de alta dentro de una hora.-mencioná dejando la bandeja en mi cama
Sonrío.
Me alegra qué mi hermana pueda estar ya en casa, pero tengo que hacer algo para qué no vuelva a pasar lo ocurrido otra vez.
Mis padres se la pasan ocupados, obviamente no tienen todo el día para pasársela con Kamila, mis padres son ambiciosos al dinero, a los lujos, y no van a dejar su trabajo los conozcos perfectamente.
Mi padre es el dueño es un ex político dueño de varias empresas, mi mamá es abogada. No van a tirar a la basura su trabajo, solo por cuidar a mi hermana, ellos dicen que es un capricho mi actitud, pero me duele mi hermana, y ellos no saben cómo yo me siento.
Flor se sienta en mi cama y palmea con su mano al lado de ella invitando a sentarme.
-Su padre no dejaba que Kamila entrará en su habitación-comentá mirando mi habitación con una pequeña sonrisa.
-Kamila fuera destruido todo-Digo comiendo otra porción de melón.
-Ella siempre me dice que le cuente como era usted cuando era cría.
-¿Le contabas de mí?
-Si. Y tus padres también. Sabes quería comentarte que ellos solo quieren lo mejor para tí, y para Kamila es injusto que los trates así.
Ruedo los ojos. Sabía que me iba a reclamar acerca de como los traté.
-¿Porqué me ocultan cosas?. Tengo todo el derecho de tratarlos así.
Flor suspiró
-Señorita si ha cosas se refiere a la razón de sus ataques de pánico, ellos ya le explicaron lo sucedido hace nueve años atrás. Y usted recuerda lo ocurrido.
