Jin
Ya es tarde en la mañana cuando Jungkook y yo volvemos a mi casa, con la caja de su camioneta cargada de madera. Lo primero que hace en cuanto aparca es acomodarse el sombrero de vaquero sobre la cabeza. Lo segundo es bajar el portón trasero y echarse un montón de tablas al hombro.
Observo, con la lengua más que trabada, cómo Jungkook arrastra la madera hacia mi patio trasero, con su camiseta azul marino tensa alrededor de la espalda y los brazos. Quiero estar estirado alrededor de su espalda y sus brazos.
Genial, ahora estoy celoso de una camiseta.
Agarrando yo mismo unas cuantas tablas, sigo a Jungkook a través de la verja abierta hasta mi patio trasero. El árbol alrededor del que estamos construyendo es un roble, grande y extenso, con un tronco grueso y mucha sombra que ofrecer. Es el único árbol grande de mi patio trasero. El resto del espacio está abierto o lleno de arbustos bajos y parterres.
Jungkook está junto al roble cuando llego, valorando el árbol. Cuando me ve acercarme, me dedica una sonrisa.
—Esto va a ser genial —dice.
—Realmente no tienes que hacer esto, Jungkook —le digo por enésima vez—. No quiero que te sientas obligado...
—Semental, voy a detenerte justo ahí —dice, encarándome como si se estuviera cuadrando. Tiene las manos en las caderas, la hebilla del cinturón de plata brillante centelleando al sol. No es la de Longhorn, pero sigue siendo grande y decorativa, y quiero arrancársela del cuerpo—. Pasando el tiempo con mi...
—¿Compañero exclusivo de citas? —Sugiero. Jungkook suelta una carcajada.
—Pasar tiempo con mi compañero de citas exclusivos no es una maldita obligación. Me gusta pasar tiempo contigo. Quiero más. Y, por si no te has dado cuenta, me gusta ensuciarme las manos. Esto va a ser divertido para mí, ¿de acuerdo? Deja de tratarte como una carga.
Sus palabras me detienen todavía. ¿Es eso lo que estoy haciendo? ¿Asumiendo que soy una carga?
—Además —dice Jungkook, los ojos recorriendo mi cuerpo, demorándose—. Observarte va a ser un placer. Lo sé.
Resoplo una carcajada.
—Creo que lo has entendido al revés —le digo, dirigiéndome hacia el patio delantero. Jungkook se mantiene a mi lado, y le echo un vistazo a su sombrero y luego a sus botas—. Eres un espectáculo.
Jungkook prácticamente se acicala.
—Bueno, alguien me dijo que tiene una... —Mira a izquierda y derecha antes de susurrar, con la mano en la boca—, perversión vaquera.
Me muerdo el labio.
—Alguien, ¿eh? Bueno, entonces alguien tiene mucha suerte de que estés aquí hoy.
Jungkook carraspea ante eso, pareciendo muy complacido. Coge unas cuantas tablas más de la parte trasera de su camioneta, deslizándolas por la caja antes de subírselas al hombro.
—Aunque —musito—, alguien tendría aún más suerte si llevaras chaparreras.
Observo divertido cómo Jungkook se queda inmóvil. Se gira hacia mí lentamente, las tablas de su hombro giran con él y una sonrisa pícara se apodera de su rostro.
—¿Me quieres en chaparreras, semental? —pregunta, con voz cuidadosamente tranquila.
—Te deseo de todas las maneras —admito, sintiendo el pecho ligero cuando recibo otra de las radiantes sonrisas de Jungkook—. ¿Pero añadir en chaparreras? Mierda, Jungkook. Muéstrate así por mí y podrás tenerme de cualquier manera.
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Una oportunidad para amar de nuevo
De TodoAdaptación hecha al Kookjin, historia de Harrison personaje de la adaptación "Décadas de amor"