Capítulo 9

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Pasamos a mi casa y nos quitamos los zapatos y los calcetines. Estábamos empapados, así que la entrada se empezó a llenar de agua sin parar.

- ¿Qué hacemos?-preguntó Bokuto mirando su ropa.

- Quitarnos la ropa.-respondí sin pensarlo.

Me puse roja y Bokuto soltó una pequeña carcajada.

- Vaya, acabamos de reconciliarnos y ya quieres volver a verme sin ropa.-comentó divertido.

Sonreí y empezamos a quitarnos la ropa. Sólo que había olvidado el pequeño detalle de que no llevaba sujetador y que, tanto mi sudadera como mi camiseta estaban literalmente empapadas. Miré a Bokuto, que seguía quitándose el chándal y decidí que lo mejor era quitármelo todo deprisa y salir corriendo a por ropa de cambio. Pero, lo que no entraba en mis planes, era que cuando salí corriendo, me escurrí al dar el primer paso con el agua del suelo, cayéndome encima de Bokuto.

Se empezó a reír con ganas mientras intentaba taparme el pecho, que tenía al descubierto. Gracias a caerme encima de él, no me hice daño, pero mi orgullo estaba por el suelo.

- Deja de reírte, idiota.-le regañé mientras me levantaba.

Bokuto se levantó a la vez y, antes de que pudiera irme, me abrazó por la espalda. Su calor corporal y su olor a vainilla me trajo recuerdos de todos los meses anteriores. Me sentía tan cómoda con él que me recosté en su pecho, acariciando sus brazos, que me rodeaban por la cintura.

- Te he echado de menos, Yuki.-susurró contra mi pelo.

- Yo a tí también, Kotarō.

Aparté sus brazos suavemente de mi cintura y me giré, quedando de frente a él. Sé que deberíamos ducharnos con agua caliente, secarnos y ponernos un pijama calentito para no resfriarnos. Pero quería estar con él. Acababa de confesarme sus sentimientos y acabábamos de reconciliarnos. Mi corazón necesitaba más de él.

-¿Estás bien?-preguntó mirándome a los ojos.

Asentí con una pequeña sonrisa.

- Y, nosotros. ¿Estamos bien?-volvió a preguntar.

Asentí de nuevo y me acerqué a sus labios otra vez, dándole un suave beso. Sus manos rodearon mi espalda y yo pasé mis brazos a su cuello, acariciando su pelo mojado por la parte de la nuca. El beso se tornó más sensual y profundo, haciendo que subiese más la temperatura corporal de ambos. Bokuto me cogió de las piernas y me subió encima de él, haciendo que rodease su cintura con ellas. Me pegó contra la pared de la entrada y empezó a besar y morder mi cuello.

Volvió a mi boca y empezó a andar conmigo encima hasta el salón, apoyándome contra el sofá. Sus besos fueron tornándose más salvajes y húmedos a medida que bajaba por mi cuello, hombro y pecho, hasta llegar a mis pezones. Suspiré y alcé suavemente la cabeza de Bokuto, haciendo que me mirase directamente a los ojos.

- No quiero hacer esto ahora, Kotarō.

El chico sonrió y asintió, dejando mis pezones tranquilos y cogiéndome de la cadera para ponerme encima de él.

- Perdona, es que te he echado mucho de menos, cada parte de tí. Tu tacto, tu olor, tus besos... Todo.-susurró mientras acariciaba mi espalda.

Me recosté en un pecho desnudo y sentí el fuerte latido de su corazón contra mi frente. Yo también le había extrañado mucho, pero no era momento de intimar. Quería hacer tantos planes de pareja con él en ese mismo momento que no podía pensar en otra cosa. Pero, claro, aún no éramos una pareja.

- Deberíamos ducharnos y ponernos ropa cómoda. Creo que aún hay muchas cosas de las que debemos hablar.-dije mientras me levantaba de encima de sus piernas.

Aquel 12 de abril || Bokuto KotarōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora