Epílogo

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La historia debe repetirse.
No puedo olvidarte, quiero
que vuelvas a renacer siendo mía.

El barco volvió al puerto de la ciudad dos días luego de la tormenta. Los padres de Kagome ya daban por muerta a su preciada hija, aún así la marina comenzó a buscar por las zonas el cuerpo de la chica.

La lápida de Kagome Higurashi yacía sobre una tumba vacía ya que sus restos no lograron encontrase. Familiares y amigos lloraban la pérdida de una joven tan hermosa y buena como ella, estaban todos con el corazón roto.

Mientras toda la ciudad permanecía en el funeral de la única hija del líder de la marina, un tritón jugaba con su aleta sobre el agua. Chapoteaba la espuma mientras permanecía sentado sobre un puente.

Sesshomaru mantenía su sonrisa mientras veía a cualquier lado. De vez en cuando un tiburón pasaba por ahí como mensaje de su padre para que regresara.

—Ya voy.

Se volvió a meter al agua y luego salió. Empujó el cuerpo de Kagome hacia la orilla y antes de irse le besó los labios.

—Fuiste deliciosa, querida. Pero aún no consigo lo que quiero.

Luego de decir eso levantó su tridente al cielo y comenzó una gran tormenta que arrasó con el pueblo. Un agujero negro se formó en el firmamento y todo otra vez era de día.

El tiempo volvía a regresar hacia atrás justo como él lo había decidido. Se alejó de allí luego de ver a un pequeña Kagome de cinco años correr hacia donde él estaba.

No voy a rendirme hasta que seas completamente mía. — pensó el joven mirando al cielo desde lo profundo del mar.

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Final

Water never LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora