Mew Suppasit está más allá de la redención.
Como Capo de la Cosa Nostra, gobierna con una mano brutal sobre su territorio... un territorio que la 'Ndrangheta de Chicago infringió.
Ahora Mew está buscando retribución.
Una boda es sagrada, robar a un...
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Tener una boda pequeña en nuestros círculos era un paso en falso social, especialmente si un Capo se casaba, pero me alegró que Mew y Tul hubieran elegido mantenerlo familiar. Hizo que los preparativos fueran menos complicados, particularmente las medidas de seguridad.
Por supuesto, habría sido aún menos complicado si Mew no hubiera elegido invitar al gemelo de Tul.
— No confío en él — comenté en voz baja mientras Mew se vestía en una de las habitaciones de invitados en mi ala de la mansión.
Se suponía que no debía ver a Tul antes de la ceremonia. Aurora y Tul fueron realmente inflexibles al respecto. Aurora se había excedido asumiendo toda la organización de la decoración, la comida, la selección de canciones y todo lo demás.
Mew abrochó el último botón de su camisa de vestir negra.
— Yo tampoco, pero Theo haría cualquier cosa por su hermano. Veo cuán cercanos son ya Amil y Amelia, incluso aunque todavía son pequeños. Tul y Theo han formado un vínculo toda su vida. No hará nada que pueda lastimarlo.
— Supongo que tú tampoco, lo que hace que esto sea un riesgo después de todo.
Mew sonrió torcidamente.
— Tienes razón. No pondré ni una mano sobre Theo a menos que ataque a Tul, lo cual no hará. Pero sé que nada te detendrá si consideras que Theo es una amenaza para cualquiera de nosotros.
Asentí tenso. Dejar que el enemigo no solo entrara a nuestra ciudad, sino a nuestra casa, no era algo con lo que me sintiera cómodo y si Theo actuaba fuera de lugar, pagaría el precio por ello. Lo habría matado la última vez que lo capturamos, si no hubiera sido por el veto de Mew.
Eché un vistazo hacia los jardines donde Aurora había establecido un arco con flores blancas, ahora estaba extendiendo pétalos en un camino desde la casa. Apenas había tenido un momento de descanso en las últimas semanas, siempre cuidando a los gemelos, la boda, a cada miembro de esta familia, y aunque disfrutaba haciéndolo, esa no era la única razón.
Habíamos estado intentando embarazarnos durante mucho tiempo sin éxito alguno. Pensé en mencionar el tema de ver a un médico y decidí esperar hasta que terminaran las festividades y tuviéramos un poco de paz.
