"Pero nena, tu risa es la magia, de los rocanroles....tatuada, llevo la marca, de tus aguijones".
Aclaración, este es la parte dos de la historia, la primera esta en mi perfil. Léanla para poder entender, Besos 💋❤️.
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—Estoy seca, necesito sexo.
Luz apareció, sentándose en la silla libre que estaba a mi lado, sosteniendo un vaso que seguro contenía alcohol, y un pucho ya bastante consumido.
Sonriendo, va en realidad, tratando, la mire corriendo mis ojos del rubio para ponerlos en ella.
—Yo también...
Suspire, ladeando un poco mi cabeza, y dandole un trago a mi vaso de coca.
—Pero si vos estas con el rubio
Confundida, Mia me mira alzando una ceja.
—¿Se pelearon?
Yo solo miraba la mesa en donde estaban todos nuestros amigos jugando al truco, entre ellos, los dos hermanos Sardelli menores.
—No, pero no se por que, no me toca, y necesito tener sexo.
Volví a mirar a mis amigas; Luz con una mueca puso su mano en mi pierna, apretándola ligeramente. A lo que yo solo le di una sonrisa cansada, levantándome de la silla para entrar a la casa de mi amigo e ir al baño.
Subiendo las escaleras, me empezó a doler un poco la cabeza, pero no le di mucha importancia. Mi mente estaba en otro lado, pensando en otra cosa. Suspirando apenas termine de hacer mis cosas, abrí la canilla, me lave las manos, y justo cuando me las estaba secando, Guido entra.
—¿Estas bien?
—Si...
—¿Segura?
—Si...
Le contestaba de la misma forma, concentrada en secarme bien las manos con la mini toalla.
—¿Tomaste las vitaminas? Ya son las doce
—Si.
Segura lo encare, quedando a unos centímetros de su cara.
—Mila
—Estoy bien.
Ya cansada, pase por su lado saliendo del baño lo mas rápido. Estaba muy agobiada, cansada y me dolía algo la cabeza, por eso mis ganas de pelear con Guido eran nulas, por lo que decidí prácticamente ignorarlo e evitar cualquier pleito posible.
Me senté otra vez donde estaba antes, tratando de integrarme a la conversación de mis amigas. De reojo veo como Guido se vuelve a sentar en donde antes estaba, pero esta vez con cara de culo y serio.
—Me siento una vieja jubilada y reseca, de verdad necesito coger un poco.
—Yo estoy enferma y a parte mi novio no me quiere tocar, estamos igual Lu...
Solté una carcajada, contagiando a mis amigas que como focas retrasadas nos empezamos a mover de un lado a otro, riendo sin poder respirar.
